Los 122 ex militares chilenos que prestan servicios como guardias privados en Iraq son ahora potenciales blancos de la resistencia, luego del brutal asesinato de cuatro civiles estadounidenses hace una semana en la central localidad iraquí de Faluja.
Los cuatro, veteranos del Ejército y de la Armada de su país, pertenecían a la empresa Blackwater, la misma que contrató en Chile a comandos retirados de las Fuerzas Armadas para enrolarlos como soldados de fortuna en tareas de apoyo a las fuerzas de ocupación en territorio iraquí.
La presencia de estos 122 chilenos en Iraq es incómoda para el gobierno y las instituciones castrenses de Chile, que como miembro rotativo del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se opuso hace un año a la guerra iniciada por Estados Unidos y Gran Bretaña..
El reclutamiento de estos virtuales mercenarios, iniciado en octubre, estuvo a cargo de la representación local de Blackwater, cuyos directivos son ex militares chilenos que según la revista Qué Pasa trabajarían para la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos).
Los chilenos son menos del uno por ciento de los 15.000 mercenarios que llegaron a Iraq tras la ocupación y que representan la segunda fuerza militar en ese país, superados en número sólo por los 130.000 soldados estadounidenses. Los británicos cuentan con unos 9.000 efectivos.
Blackwater, cuyo cuartel general y campo de entrenamiento está en el oriental Carolina del Norte, es una de las 25 empresas de servicios de seguridad que se están beneficiando de los millonarios contratos para la estabilización y reconstrucción de Iraq financiados por Estados Unidos, con una inversión mensual estimada en 4.000 millones de dólares.
La firma estadounidense, creada por ex infantes de Marina y ex boinas verdes (comandos), tiene unos 3.000 hombres en territorio iraquí y saltó al primer plano noticioso el 31 de marzo, cuando una turba descuartizó en Faluja los cadáveres de cuatros de sus instructores, abatidos en una emboscada.
El 12 de octubre de 2003, en el diario chileno El Mercurio se publicó un discreto aviso en que se invitaba a ex militares, de preferencia con instrucción de comandos y dominio del inglés, para prestar servicios de seguridad en el exterior con la tentadora paga de 18.000 dólares en seis meses.
El aviso, contratado por Grupo Táctico, representante de Blackwater, despertó el interés de por lo menos 400 infantes de Marina y boinas negras, como se conoce en Chile a las Fuerzas Especiales del Ejército, que pasaron a retiro prematuramente en los últimos años.
La Armada abrió una investigación porque se hicieron inscripciones de interesados entre reservistas de la Infantería de Marina por parte de suboficiales en actividad del Fuerte Félix Aguayo, de la localidad costera de Concón, ubicada a unos 140 kilómetros al noroeste de Santiago, donde existe una oficina para difundir ofertas de empleo.
La investigación, cuyos resultados se desconocen hasta la fecha, buscó establecer si los suboficiales en servicio activo, que actuaron sin permiso de los mandos superiores, cobraron algún tipo de comisión a Grupo Táctico por inscribir a postulantes que luego eran derivados a entrevistas en Santiago.
El semanario Qué Pasa publicó en octubre que la Dirección de Inteligencia Naval estableció que Grupo Táctico es una empresa que pertenece a José Miguel Pizarro, un ex teniente del Ejército que se acogió voluntariamente a retiro en 1995 y se enroló en la milicia de Estados Unidos.
A Pizarro se le prohibió el ingreso a recintos militares chilenos desde que en julio de 2002 lanzó en Brasil la versión de que Chile evaluaba el envío de tropas a Colombia para colaborar en la lucha contra la guerrilla izquierdista, lo cual obligó al Ministerio de Defensa a hacer un público desmentido y dar explicaciones a Bogotá.
Pizarro es a su vez presidente de Redtáctica, una consultora en temas de Defensa con sede en Washington y oficinas en 10 países de América Latina, vinculada a su vez con la empresa de seguridad Kroll Associated, acusada de ser un brazo de la CIA, según Qué Pasa.
El vínculo de Kroll Associated con Redtáctica es su director de Operaciones y de Entrenamiento para América Latina, Christian Gatica, un ex infante de marina chileno que se trasladó a Estados Unidos en 2001 y que ha realizado misiones para la empresa estadounidense en Kuwait, Bosnia, Kosovo y Timor Oriental.
La operación de reclutamiento en Chile incluyó una primera selección de 400 hombres, que realizaron ejercicios militares en predios de San Bernardo, una localidad al sur de Santiago, lo cual provocó molestias de la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, quien ordenó abrir otra investigación por posible violación de la ley de Control de Armas.
Grupo Táctico-Blackwater calificó finalmente a los 122 hombres que a mediados de febrero viajaron a Carolina del Norte, para permanecer entre una y dos semanas en el campo de entrenamiento de la empresa, desde donde viajaron a Kuwait y desde ahí ingresaron a Iraq.
Gary Jackson, presidente de Blackwater, dijo el diario chileno La Tercera que para su empresa fue un gran negocio haber ganado la licitación convocada por el gobierno estadounidense de George W. Bush para proveer servicios de seguridad en Iraq.
Jim Sierawski, director de entrenamiento de la firma estadounidense, señaló a su vez las ventajas de contratar a ex comandos chilenos, que tienen ya adiestramiento militar, además de conocimientos y habilidades para cumplir diferentes misiones.
La publicación electrónica Indymedia señaló el 26 de mazo desde su página en Barcelona que Estados Unidos está reclutando como mercenarios para Iraq a chilenos ex miembros del Ejército de la dictadura de (el general Augusto) Pinochet (1973-1990) y a sudafricanos ex policías del apartheid, el desaparecido régimen de segregación racial.
Indymedia indicó que se estima en 1.500 el número de ex uniformados sudafricanos en Iraq. Constituirían así uno de los contingentes mayores en el variopinto universo de soldados de fortuna que hoy tienen empleo en ese país árabe.
El reclutamiento de mercenarios es una industria en ascenso en todo el mundo, que se nutre de guerras locales que dan su vez empleo a una numerosa mano de obra que quedó desocupada con el fin de la Guerra Fría, sobre todo en Europa oriental.
Los 122 chilenos que hoy están en Iraq forman parte igualmente de los desplazados del servicio activo por el plan de modernización de las Fuerzas Armadas, impulsado en el Ejército por el general Luis Emilio Cheyre, su actual comandante.
Cheyre, así como su predecesor, el general Ricardo Izurieta, quien en 1998 sustituyó a Pinochet al mando del arma de tierra, realizaron un discreto pero efectivo proceso de depuración, forzando el retiro de oficiales y suboficiales que sirvieron en los organismos represivos de la dictadura. (