El fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra los subsidios de Estados Unidos al algodón fortalece el liderazgo brasileño y al Grupo de los 20 (G-20), expresión del mundo en desarrollo, en un momento clave para varias negociaciones.
El fallo que acoge una demanda de Brasil, anunciado el lunes, aún depende de confirmación, prevista para el 18 de junio, y está sujeto a apelación por parte de Estados Unidos. Sus efectos concretos, en favor de las exportaciones de países productores de algodón, pueden demorar, pero el impacto en las negociaciones es inmediato.
Es una primera brecha abierta en la defensa de los subsidios agrícolas practicados por la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Japón, que constituyen el gran obstáculo al avance de la actual Ronda de Desarrollo de Doha de negociaciones comerciales multilaterales, cuya finalización está prevista para 2005 pero está paralizada.
El triunfo brasileño estimula a otros sectores y países a perder el miedo a cuestionar el proteccionismo agrícola en la OMC, dijo a IPS Helio Tollini, director ejecutivo de la Asociación Brasileña de Productores de Algodón (ABRAPA).
Otras asociaciones empresariales acuden a la ABRAPA, interesadas en seguir el camino abierto por los algodoneros, acotó Tollini. Los países ricos que subsidian su agricultura quedan ahora en la disyuntiva de abrir sus mercados agrícolas o enfrentar nuevas acciones en la OMC, pronosticó..
Ese miedo debe ser erradicado también de los gobiernos. El de Brasil se resistió mucho ante las presiones del sector privado antes de presentar reclamos en la OMC, destacó Antonio Donizetti, responsable de comercio exterior de la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA).
Solo en 2002, por insistencia del entonces secretario de Producción y Comercialización del Ministerio de Agricultura, Pedro Camargo Neto, un representante de los productores agrícolas, la cancillería aceptó cuestionar los subsidios.
Brasil también abrió en la OMC un panel de arbitraje contra los subsidios de la UE a sus exportaciones de azúcar, otra batalla que puede tener gran repercusión en el comercio mundial.
Argentina estudia cuestionar los subsidios de Estados Unidos a los productores lácteos, una iniciativa alentada ahora por el resultado de la disputa por el algodón.
Carnes y oleaginosas son otros productos que reciben fuerte apoyo dentro de varios países y que puede sufrir otras acciones en la OMC, observó a IPS Antonio Donizetti, responsable de comercio exterior de la Confederación de Agricultura y Ganadera de Brasil (CNA).
Si Estados Unidos, que domina 40 por ciento del comercio internacional de algodón, acepta eliminar los subsidios, Brasil podrá más que duplicar sus exportaciones de esa fibra, previstas en 500 millones de toneladas para este año, según la ABRAPA.
Pero ese incremento de las exportaciones no será posible a corto plazo, ante la probable apelación estadounidense. No hay siquiera seguridad de que Washington cambie su política de apoyo a los 25.000 algodoneros del país, pues la decisión de la OMC no es compulsiva, sino que se trata de una condena moral, según Donizetti.
Ante el incumplimiento de sus reglas, la OMC podrá autorizar Brasil a aplicar represalias, pero esta es una medida que ciertamente no le interesa al país, observó.
Sin embargo, el fallo del panel de arbitraje debilita la posición de los países ricos en las negociaciones, y fortalece al G-20, que insiste en disciplinar las políticas de apoyo doméstico a la agricultura en los paises ricos, evaluó Donizetti. La osadía de Brasil consolida su liderazgo en el grupo, acotó.
Esa alteración en la correlación de fuerzas no afecta solo la Ronda de Doha de la OMC, sino que puede influir también las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), en las que Estados Unidos se niega a discutir la cuestión de los subsidios agrícolas.
También puede tener efecto en la negociación de un acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), que avanzó en los últimos meses y se espera concluir este año.
En caso de suspensión de los subsidios estadounidenses, los mayores beneficiados serán los productores de Africa occidental, donde el algodón tiene gran importancia económica y social, como fuente de ingresos mínimos para millones de personas.
En Benin, por ejemplo, el producto representa 40 por ciento de sus ingresos por exportaciones, destacó Tollini.
