La Unión Europea (UE) prevé una salida de emergencia en caso de que la ciudadanía de Chipre rechace el plan de reunificación propuesto por el secretario general de la ONU, Kofin Annan, en el referéndum del día 24.
Hemos trabajado en dos carriles: el de la 'solución' y el de la 'no solución'. Y las cifras con sus correspondientes instrumentos legales para cada resultado fueron incorporados al presupuesto de la UE, dijo a IPS el jefe de la delegación del bloque en Chipre, Adriaan van der Meer.
La primera posibilidad implica un activo relacionamiento entre la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, con el equipo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que trabaja por la reunificación de Chipre.
Varias reuniones técnicas se han realizado entre más de 40 funcionarios de la Comisión Europea y representantes de la ONU en la representación del foro mundial en Nicosia, en el viejo aeropuerto hoy en desuso.
Una invasión de fuerzas de Turquía luego de un fallido golpe de Estado inspirado por Grecia dividió en 1974 Chipre entre el norte turcochipriota y el sur grecochipriota.
El Consejo Europeo (cumbre de la UE), estableció un presupuesto de 311 millones de dólares para la jurisdicción turcochipriota de la República Unida Chipriota en el marco del plan de Annan, explicó Van der Meer.
La jurisdicción grecochipriota recibirá de la UE 51,5 millones de dólares en ese caso, que implica la aprobación de la iniciativa del foro mundial en el referéndum realizado simultáneamente pero por separado en el sur grecochipriota y en el norte turcochipriota.
El plan B, en cambio, implica que la actual República de Chipre, es decir el sur grecochipriota, será desde el 1 de mayo miembro de la UE y recibirá 800 millones de dólares para el periodo 2004-2006. Por lo tanto, el país no se convertirá en aportante neto del bloque, sino, más bien, en un beneficiario, explicó Van der Meer.
La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, realizará una conferencia de donantes en Bruselas el 15 de este mes para canalizar compromisos de asistencia financiera que permitan cubrir los costos de la reunificación.
La reunión será a nivel de embajadores, por lo menos, y se enviaron invitaciones a 64 países, incluida Turquía, así como a una amplia gama de instituciones financieras internacionales, entre ellas el Banco Mundial y el Consejo de Europa, dijo Van der Meer.
Se prevé la asistencia del comisario de Ampliación de la UE, Gunther Verheugen, y del asesor especial del secretario general de la ONU sobre Chipre, Alvaro de Soto.
El principal rubros con financiación pendiente es la reubicación de miles de grecochipriotas y de turcochipriotas que deberán trasladarse de acuerdo con el plan de Annan.
La Comisión Europea lanzó en junio un programa de promoción económica del norte de Chipre, para acercar el desarrollo de esa región al de la UE, que también ha brindado asistencia a pequeñas y medianas empresas de ambas regiones.
El secretario general de la Cámara de Comercio e Industria de Chipre, Panayotic Loizides, dijo a IPS que la relación entre los empresarios de ambas partes es de colaboración.
Las cámaras greco y turcochipriota han desarrollado vínculos estrechos desde 2000, al organizar en conjunto seminarios y conferencias concentradas en las pequeñas y medianas empresas, sostuvo Loizides.
Ambas cámaras emitieron una declaración conjunta el 15 de marzo en que respaldaban las negociaciones por la reunificación, y llamando a la constitución de una economía de mercado plena con un mínimo de medidas de transición.
Las organizaciones empresariales también pidieron la armonización de políticas económicas y sociales que seguirán a cargo de las jurisdicciones y no del gobierno federal común.
Nuevas oportunidades para inversiones grecochipriotas se abrirán en el norte, en particular para el desarrollo de la infraestructura y el turismo, aunque la prohibición que contiene el plan de Annan de que inversores compren propiedades para instalar fábricas podría ser un obstáculo serio, dijo Loizides.
Otra oportunidad de negocios podría ser la reconstrucción de Famagusta, nuestro antiguo puerto principal, que podría quedar bajo administración grecochipriota, agregó el empresario.
Pero Loizides también tiene en cuenta que el referéndum podría arrojar un resultado negativo. Chipre ya tiene una economía sana. Mejoraría, por cierto, con un acuerdo, pero podemos seguir sin él, sostuvo.
Chipre, que se independizó en 1960 de Gran Bretaña, está dividida desde que Turquía tomó 37 por ciento del territorio del norte, donde hoy viven unos 200.000 de los 927.000 habitantes de la isla, en respuesta a un golpe grecochipriota para integrar la isla con Grecia en 1974.
Tras la intervención militar turca en el norte, unos 100.000 grecochipriotas debieron escapar al sur dejando sus propiedades, entre ellos Policarpo.
Los turcochipriotas musulmanes constituyen 18 por ciento de la población, y los grecochipriotas, seguidores de la Iglesia Ortodoxa Griega, 78 por ciento.
Los turcochipriotas declararon en 1983 la independencia de la República Turca de Chipre Septentrional, que sólo cuenta con el reconocimiento de Ankara. El sur griego es reconocido por toda la comunidad internacional.
El plan de Annan implica la unificación de la isla bajo un gobierno central, pero con gran autonomía para las dos jurisdicciones.
El plan reduciría a 29,2 por ciento del territorio el control turco, permitiría el regreso de 85.000 grecochipriotas a sus antiguos hogares en el norte y crearía un gobierno en que ambas comunidades compartirían el poder. Además, Ankara debía reducir de 40.000 a 6.000 el número de soldados desplegados en la isla.
Pero la iniciativa debió sortear en el camino al referéndum varios obstáculos, entre ellos la resistencia del máximo líder turcochipriota, Rauf Denktash, que defendía la separación radical en dos estados, y del presidente grecochipriota Tassos Papandopoulos, quien dijo oponerse a los principios del plan.
Mientras, analistas se preguntan cómo convivirían ambas comunidades en un Chipre reunificado después de las pasadas hostilidades y considerando que tienen idiomas, religiones y culturas diferentes.
Una generación de grecochipriotas y turcochipriotas creció sin conocer a la otra parte, y los ancianos, testigos de la historia de la isla anterior a 1974, no tienen muchos recuerdos dulces. (
