– El Festival Internacional de Teatro de Caracas, uno de los más antiguos de América Latina, realizará este año su XV edición, que debió ser reprogramada por la situación de tensión política que ha vivido Venezuela en las últimas semanas.
Carmen Ramia, organizadora del festival, informó que los espectáculos, que se había previsto presentar durante dos semanas, a partir del 26 de este mes, serán menos y se concentrarán en la semana del 2 al 10 de abril.
La postergación, decidida tras manifestaciones y disturbios callejeros reprimidos por la militarizada Guardia Nacional en los últimos días de febrero y los primeros de este mes, determinó que algunas compañías teatrales debieran cancelar su participación.
La violencia política postergó esperados espectáculos del salsero puertorriqueño Gilberto Santa Rosa, la cantante española Paloma San Basilio y la banda The Wailers, que acompañó al jamaiquino Bob Marley. También se suspendió la séptima entrega de los premios Venezuela Pop & Rock, que aún no tiene nueva fecha fijada.
En el Festival de Teatro estarán presentes 15 compañías teatrales extranjeras y otras 15 venezolanas. Las grandes ausentes serán la estadounidense Momix, que con su obra Passion debía inaugurar el festival, y la francesa Groupe F, que traía el espectáculo de calle Un peu plus de lumiere.
Groupe F quiso suspender de manera responsable, porque consideraron que el país no estaba en condiciones de recibir un espectáculo de las dimensiones que traían, por razones de seguridad y porque usan una gran cantidad de material pirotécnico. Sin embargo, son parte de la oferta de la próxima edición, explicó Ramia.
El festival tendrá este año una preapertura, con el grupo polaco Teatr Osmego Dnia, que presentará al aire libre la obra Arka, el 27 de marzo. Los organizadores indicaron que se decidió mantener la fecha prevista para esa compañía antes de la postergación, porque su equipamiento ya había partido hacia Venezuela.
La inauguración oficial estará a cargo de la compañía de la bailadora Sara Baras, que presentará el espectáculo Mariana Pineda, dirigido por Lluis Pasqual, en el moderno teatro Teresa Carreño, que puede albergar a 2.500 espectadores.
El Festival de Caracas, realizado por primera vez en 1973, fue cancelado el año pasado, debido a una huelga de dos meses impulsada por partidos de oposición y las centrales obrera y patronal, sin éxito en su propósito de desalojar del poder al presidente Hugo Chávez.
Creo que la celebración del festival es un esfuerzo y un riesgo gigantesco que estamos asumiendo. Pero hay cosas que no deben postergarse. Tenemos un reconocimiento internacional importante, que debe mantenerse. Suspender el festival a estas alturas sería mal visto y pondría en duda la realización de las próximas ediciones, opinó Ramia.
Sobre la importancia del festival, el director teatral Ugo Ulive destacó que es pionero en América Latina, y en su momento fue el más importante.
Gracias a ese festival conocimos al polaco Tadeusz Kantor, a los británicos Peter Brook y Linday Kemp, a los catalanes Els Joglars, a los brasileños Macunaíma… Se puso lo mejor del teatro occidental, y también del oriental, a nuestro alcance, en nuestro propio lugar de trabajo. Nos abrió los ojos, dijo Ulive a IPS.
Por diversas circunstancias, el festival está hoy un poco reducido. Pero sigue siendo importante y trae grupos de primera línea, sobre todo en un momento en que el teatro venezolano pasa por una cierta anemia, agregó..
Para la actriz y directora teatral Pilar Romero, el Festival de Caracas mantiene un prestigio invalorable, y las compañías de teatro en América Latina siguen considerando como una meta venir a su celebración.
Además, es una alternativa de formación para los grupos venezolanos, para los cuales el festival sirve también como vitrina, porque a partir de allí comienzan a ser llamados a otros festivales y a temporadas en América Latina y en Europa, señaló Romero a IPS.
La actriz y directora, participante en la organización de festivales anteriores en Caracas, indicó que los problemas para reunir en pocos días una cantidad tan grande de espectáculos no son nuevos.
Ya antes se hacían esfuerzos muy grandes en seguridad (ante la delincuencia). Había una coordinación con las policías municipales y se organizaban cordones de vigilancia privada. Además, el control de cambio de divisas también afecta, refirió.
En ello coincidió Ulive, para quien los problemas económicos del Festival de Teatro de Caracas son superiores a los que puedan ser causados por disturbios callejeros. La incertidumbre y la violencia política son peores en Colombia, y sin embargo allí se realiza un festival gigantesco, que hoy en día es el más importante de la región, dijo.
El Festival de Bogotá, que se celebra desde 1987, se realizará este año del 26 de marzo al 11 de abril, con participación de 48 compañías extranjeras, entre ellas la venezolana Dramo, y 54 colombianas. (
