MUJERES-BRASIL: Asuntos pendientes

La violencia doméstica, la mortalidad materna y la lucha de las campesinas por derechos propios marcaron este lunes el Día Internacional de la Mujer en Brasil.

En promedio, cada minuto son agredidas cuatro mujeres en el país, y eso suma 2,1 millones de casos de casos anuales, destacaron seis organizaciones feministas para reclamar la aprobación de una ley específica contra la violencia en el hogar.

El ministro de Salud, Humberto Costa, anunció un Pacto Nacional por la Reducción de la Mortalidad Materna y Neonatal, con la meta de lograr en 2006 índices 15 por ciento menores, y 75 por ciento menores en 2015.

Actualmente, de cada 100.000 nacimientos, hay 74,5 en que las madres mueren durante el parto. El máximo que la Organización Mundial de Salud considera muy difícil de evitar es 20 por 100.000.

Por otra parte, cerca de 1.500 militantes del Movimiento de Mujeres Campesinas se manifestaron en Brasilia para demandar una línea especial de crédito, con el argumento de que la discriminación y la burocracia les dificultan el acceso a préstamos del programa de apoyo a la agricultura familiar de los bancos, que en la práctica es sólo para varones.

Las manifestantes pidieron también, en audiencias con ministros, un sistema de salud adecuado al medio rural y garantías de jubilación, un derecho amenazado por no estar registradas como trabajadoras y por la reforma de la previsión social del año pasado.

La violencia doméstica es un problema común de las mujeres, y por eso un ”consorcio” de seis organizaciones no gubernamentales feministas decidió proponer al gobierno, tras dos años de discusiones, normas que tipifican esa práctica como delito y establecen sus penas, además de programas de prevención.

La propuesta, encaminada a la Secretaría de Políticas para las Mujeres, incluye entre otras medidas la creación de tribunales especiales dedicados a la violencia doméstica y familiar, y el tratamiento de los agresores, informó a IPS Iaris Ramalho Cortés, abogada del Centro Feminista de Estudios y Asesoría, de Brasilia.

Campañas educativas en los medios de comunicación masiva, ”como las que movilizaron a la población para vacunaciones con buenos resultados” en las escuelas, asociaciones y movimientos sociales, son indispensables para combatir el problema que tiene fondo cultural, opinó.

Es un tipo de violencia difícil de combatir, porque es ”invisible”, mantenida generalmente en el ámbito privado del hogar, ya que 70 por ciento de los casos son cometidos por maridos o compañeros, señaló la abogada feminista.

Someter los agresores a un tratamiento psicológico es otra exigencia de la propuesta, para evitar que la mujer sufra más violencia luego de hacer la denuncia.

Actualmente las agredidas son encaminadas a las llamadas Casas de Abrigo, cuando hay riesgo de nuevos ataques y amenazas de muerte. Pero eso ”significa una punición para la víctima, ya que ella queda impedida de trabajar, de convivir con sus familiares”, ya que es obligada a vivir clandestina en el refugio, observó Ramalho.

Las feministas esperan que el gobierno elabore con base en su propuesta, ”dentro de algunos meses”, un proyecto de ley que pueda ser aprobado por el Congreso Nacional este año.

En favor de la idea cuentan con el empuje de que 2004 ha sido oficializado como Año de la Mujer en Brasil por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. En julio habrá una Conferencia Nacional, con cerca de 2.000 participantes del gobierno y la sociedad, para discutir un Plan Nacional de Políticas para las Mujeres.

Pero el presidente no alentó esas esperanzas al decir que las conquistas femeninas dependen más de ”conciencia y cambio cultural” que de leyes, ejemplificando que en el país ya hay leyes que prohíben las diferencias salariales entre hombres y mujeres para las mismas tareas, ”pero la realidad es otra”.

Lula afirmó también, en la celebración del Día Internacional con las 400 funcionarias que trabajan en la sede de la Presidencia, que el crédito para agricultura familiar será extendido a las campesinas.

Pero la realidad también es otra en esta cuestión, ya que sólo los hombres son considerados responsables de la jefatura de familias, según las campesinas que protestaron cerca de la Presidencia, aunque el último censo nacional apuntó que casi la cuarta parte de los hogares tienen jefas.

El presidente destacó que los beneficios de varios programas asistenciales, como el llamado ”Beca-familia”, son pagados a las mujeres, porque ellas ”tienen más responsabilidad”.

Han sido muchos los avances de las mujeres brasileñas en la política, los sindicatos y en el Poder Judicial, pero faltan muchas conquistas, reconoció Lula.

En el Congreso Nacional sólo hay 43 mujeres, 7,2 por ciento del total de diputados y senadores.

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