ASIA SUDORIENTAL: Crece el Islam moderado

Tras la victoria del Islam moderado en las últimas elecciones de Malasia, los ojos del sudeste asiático están puestos en Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, que celebrará comicios legislativos, provinciales y locales el 5 de abril.

La posibilidad de que Malasia tomara el rumbo del radicalismo islámico se frustró el domingo 21, no mediante bombas o balas, sino mediante hojas de votación.

Los comicios dieron la victoria a la coalición gobernante Frente Nacional, encabezada por el primer ministro Abdulá Ahmad Badawi, que recibió 4,3 millones o 64 por ciento de los votos emitidos. El partido islamista opositor Parti Islam SeMalasia (PAS) sólo obtuvo 15,8 por ciento de los sufragios, y perdió Terengganu, una provincia clave.

Las próximas elecciones en Indonesia permitirán comprobar si el sudeste asiático puede convertirse en sede del Islam moderado y progresista. La región alberga a 200 millones de los 1.200 millones de musulmanes del mundo.

Los comicios de abril serán los primeros en Indonesia desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. Analistas de ese país ya pronostican que los extremistas serán derrotados en las urnas, igual que en Malasia.

”Los partidos islámicos están perdiendo popularidad en Indonesia debido a su incapacidad de adaptación a la modernidad”, sentenció Saiful Mujani, analista del Instituto de la Libertad, citado el miércoles en el diario de lengua inglesa The Jakarta Post.

Estas son malas noticias para partidos como el PAS de Malasia, que buscan establecer un estado regido por la ”sharia” o ley islámica.

La victoria abrumadora de los musulmanes moderados en Malasia es un primer paso hacia la demostración de que la mayoría de los musulmanes no se identifican con ideas extremistas.

El resultado electoral puso en evidencia lo exagerado de las teorías de supuestos expertos y analistas del Islam que han proliferado en el marco de la ”guerra contra el terrorismo” desde el 11 de septiembre de 2001. Según esos observadores, el radicalismo musulmán estaba ganando adeptos en el sudeste asiático, que iba camino a convertirse en un estado panislámico.

Esa visión ganó fuerza tras los atentados en octubre de 2002 en un complejo turístico de la isla de Bali, en Indonesia, que dejaron al menos 190 muertos. El ataque fue atribuido al grupo extremista islámico Jemaiah Islamiya, vinculado con la red terrorista Al Qaeda, del saudí Osama bin Laden.

Estos factores y otros, como la fuerte presencia en Filipinas de la organización radical islámica Abu Sayyaf, convirtieron al sudeste asiático en el segundo frente de Estados Unidos en su campaña antiterrorista.

Sin embargo, a juzgar por el resultado electoral de Malasia y las previsiones electorales en Indonesia, la moderación es la fuerza dominante en el Islam de la región.

”El enfoque práctico de Badawi hacia el Islam ganó legitimidad en los comicios malasios, en oposición a la línea dura promovida por el PAS”, comentó Arong Suthasana, director del Instituto de Estudios Islámicos Internacionales, de Bangkok.

”Los votantes malasios también demostraron que el factor religioso no es importante en el gobierno”, agregó el analista en declaraciones a IPS.

Mientras, en Indonesia, observadores y estudios de opinión pública prevén que la contienda será entre el partido Golkar, del ex dictador Alí Suharto, y el Partido-Lucha Indonesio por la Democracia, de la actual presidenta Megawati Sukarnoputri.

Las encuestas no prevén un crecimiento de los partidos islámicos, aunque es probable que candidatos seculares cortejen en la campaña para las elecciones presidenciales de julio el voto de los musulmanes, quizá eligiendo un líder islámico como compañero de fórmula.

Indonesia es el cuarto país más poblado del mundo, con 253 millones de habitantes. Cerca de 170 millones de ellos son musulmanes. (

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