MIGRACIONES-INDIA: Sea portugués por unas monedas

El vicecanciller a cargo de las comunidades lusitanas, José Cesario, pensó que sus ojos le jugaban una mala pasada al leer un inmenso cartel al costado de la ruta, entre el aeropuerto y el centro de la occidental ciudad india de Goa, que ofrecía uno de los productos más populares del lugar: el pasaporte portugués.

”¿Está preocupado con el futuro y desea mantener abiertas opciones para su familia? Aproveche el beneficio de la nacionalidad portuguesa, que está disponible para todas las personas originarias de Goa”, expresa la publicidad que se repite en Diu y Damão, las otras dos ciudades occidentales que formaban el Estado Portugués de India (EPI) hasta fines de 1961.

Con frecuencia indios con derecho a nacionalidad portuguesa por haber nacido antes del retiro de Portugal del enclave solicitan el pasaporte para después venderlo por una suma irrisoria a redes de delincuentes que lo comercializa a alto precio no sólo entre compatriotas de otras regiones sino también entre nacionales de pases con gentilicio de rasgos físicos similares, en especial de Pakistán, Sri Lanka y Bangladesh.

El proceso legal completo en India y ante las autoridades portuguesas cuesta 682 dólares. Las mafias, venden los documentos falsos obtenidos una vez cumplido el tramite anterior por sumas que van de 1.240 a 1.860 dólares, según datos divulgados a comienzos de este mes por el diputado portugués nacido en Goa, Narana Coissoró.

El viaje de Cesario a los antiguos enclaves lusitanos en India se realizó a fines del año pasado y, pese a todos los esfuerzos realizados por la Policía Judicial (PJ) y al empeño del Registro Civil, donde se encuentran bajo investigación 11.221 pedidos de pasaporte, las autoridades portuguesas reconocen que el negocio continúa.

Cesario admitió que ”la nacionalidad portuguesa se transformó en un lucrativo negocio”, para las redes de delincuentes especializados en falsificación de documentos y tráfico ilegal de emigrantes hacia la Unión Europea (UE), a la cual tienen acceso por ser este país uno de los 15 integrantes del bloque.

Consultada por la analista internacional Ana Cristina Pereira, del diario Publico de Lisboa, la abogada del ex EPI Teresa Colaço explicó que ”ya hay menos carteles en las calles, pero continúan saliendo avisos cotidianos en los periódicos” de Goa, Diu y Damão.

Tras la integración de Portugal a la Comunidad Económica Europea, actual UE, en 1986, los pedidos de nacionalidad lusitana subieron notoriamente, alcanzando su máximo entre 2000 y 2003, hasta duplicarse respecto de la década y media anterior.

El inicio del nuevo siglo, marcó el número de casos de ”usurpación de identidad”, con cada vez más personas ”que se decían titulares de un nombre que ya había pedido su nacionalidad portuguesa”, reveló la comisaria Conceição de Jacinto, jefe del Departamento de Falsificación de Documentos de la PJ.

Cálculos de la PJ ubican en 15.000 los indios que pidieron la nacionalidad portuguesa en los consulados desde 1994, pero ”menos de la mitad tienen como base documentos auténticos”, aseguran las autoridades.

Entre los portadores de pasaportes lusos adulterados —diferentes de los falsos porque el documento es auténtico pero no así los datos que contiene— se cuentan los de los presuntos terroristas indios Abu Salem y Masood Azad, capturados en Lisboa en 2002, sin que ninguno de los dos tuviese ninguna relación directa o familiar con el EPI.

La ley portuguesa establece que ”los ciudadanos nacidos en el antiguo EPI antes del 19 de diciembre de 1961 tienen derecho a la nacionalidad portuguesa”.

En esa fecha, el gobernador del EPI, general Antonio Vassalo e Silva ordenó la rendición de las guarniciones militares portuguesas que defendían las fronteras, cercadas por el ejercito indio enviado por el entonces primer ministro, Jahawarlal Nehru.

A pesar de que los ingleses se habían retirado 15 años antes de India, Antonio de Oliveira e Salazar, el dictador que gobernó Portugal de 1926 a 1974 y sostenía que su país era ”el farol del cristianismo en el oriente”, cuando se vio amenazado por el inmenso ejército de Nehru advirtió a Vassalo e Silva que ”solo podían regresar a la metrópoli portugueses muertos en combate o vencedores”.

El comienzo de la noche del 19 de diciembre de 1961, cuando el general lusitano vencido entrega su espada al triunfante colega indio, es considerado el momento formal que marca el fin del largo ciclo colonial europeo en el vasto país asiático, iniciado en 1498 con el arribo de la flota portuguesa del almirante Vasco da Gama y que más tarde se expandió con posesiones inglesas, francesas y holandesas.

La ley actual, ”asume que en esa época, los ciudadanos de Goa, Diu y Damão fueron forzados a adoptar la nacionalidad india, por lo que hasta hoy, les ofrece la posibilidad de rescatar su viejo estatuto nacional de portugués, lo que se extiende hasta la tercera generación”, explicó a IPS el abogado José de Castro.

Los casos de India en 1961 y de Timor Oriental en 1975 ”son muy diferentes al de la pacífica salida de Brasil hace ya casi dos siglos, de Africa (Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Santo Tomé y Príncipe) entre 1974 y 1975 y de Macao en 1999, donde no hubo una invasión”.

”Al ser invadido por países tan grandes y poderosos como India e Indonesia (en el caso de Timor), Portugal tuvo muy poco tiempo para retirarse” y en la desbandada, ”los funcionarios no cuidaron de los documentos, fueron mal conservados o extraviados y muchos de ellos son hoy ilegibles, lo que favorece la falsificación de las redes de traficantes”, señaló De Castro.

Cesario reconoce, por su parte, que la situación de venta de pasaportes adulterados llegó a tal punto, que ”ya recibimos algunas protestas oficiales de Gran Bretaña”, que cuenta con 942.000 residentes indios, es decir un tercio del total de los que viven en la UE.

El caso de Portugal es diferente a los de Holanda, con 200.000 residentes, Alemania con 100.000 y Francia, que cuenta con una comunidad de 55.000 inmigrantes, debido a que sólo 5.000 de los 65.000 indios residentes en el país no tienen nacionalidad lusa.

Según estadísticas del Alto Comisario de la Diáspora India, el portugués es la primera lengua de 90 por ciento de ellos. Pese a que la mitad no son de religión católica, la principal fe profesada por los 20 millones de personas que habitan zonas de India otrora colonizadas por Portugal, que además del ex EPI, incluye Mumbai, Conchin y Calicut.

Las adulteraciones preocupan en especial a inmigrantes con situación regularizada o a los de nacionalidad portuguesa, que nada tienen que ver con el oscuro negocio de la falsificación de identidades.

”Las autoridades comienzan a mirar con desconfianza a todos los que tenemos rasgos físicos indios y la gran mayoría, como en mi caso, somos de nacionalidad portuguesa, comentó a IPS Joao Fernándes, un comerciante que actúa como dirigente informal de la comunidad de Diu.

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