La reunión a puerta cerrada que finalizó este viernes cerca de Ginebra entre la Unión Europea (UE) y el Grupo de los 20 países en desarrollo (G-20) para hablar de agricultura fue "constructiva", pese a que no se lograran avances. "No se trataba de una reunión negociadora, por lo que tampoco había que esperar que se produjeran avances", explicó el embajador argentino ante la Organización Mundial del Comercio, Alfredo Chiaradia, según el cual los países del G-20, liderados por Brasil e India, no percibieron "ningún cambio" importante en la actitud de los europeos. El embajador de México, Eduardo Pérez Motta, dijo no haber apreciado tampoco "grandes diferencias en el planteamiento de la UE" y se quejó de que ese bloque y los estadounidenses digan que no pueden avanzar más por culpa del otro. Los europeos siguen insistiendo en que, a diferencia de otros, ellos mostraron ya la necesaria flexibilidad con la reforma del sector agrícola acometida el año pasado, pero los países del G-20 consideran que Bruselas no ha proporcionado información suficiente sobre el impacto real de esa reforma.
