Una incursión en Venezuela del actor estadounidense Danny Glover y la plana mayor de TransAfrica Forum, además dar aliento al asediado presidente Hugo Chávez, puso sobre el tape la persistencia del racismo donde muchos se vanaglorian de estar a salvo de ese drama.
Todos somos café con leche, mezcla de blancos, negros e indios, han dicho por generaciones los dirigentes de este país de vasto mestizaje, en el que sólo minorías pueden mostrar que descienden de un solo tronco étnico, y que por lo tanto aquí no hay racismo.
Pero esa afirmación fue puesta fuertemente en duda por el sindicalista Bill Fletcher, presidente de TransAfrica Forum, la organización no gubernamental estadounidense a la que pertenece Glover, protagonista de películas de resonante éxito como la serie Arma mortal y El color púrpura.
No se dejen engañar por la idea de que no hay racismo en Venezuela. Nos han dado tanta atención a nosotros que me pregunto: ¿con qué frecuencia los afrovenezolanos salen en la prensa?, inquirió a periodistas en una conferencia.
Fletcher y Glover encabezaron un grupo de una decena de activistas que visitaron el país este mes para conocer in situ el proceso político liderado por Chávez, acosado por una coalición opositora de partidos, sindicatos, empresas, medios de comunicación y grupos civiles que impulsan un referéndum para revocar su mandato presidencial de seis años e iniciado en 2000.
En Estados Unidos sólo se ve un punto de vista de lo que ocurre, que, ciertamente, no es el del presidente Chávez, dijo Fletcher, pero también en Venezuela nuestra visita ha sido atacada (por la prensa) de un modo que raya en la idiotez y el racismo. En vez de preguntarnos qué pensamos, nos han caricaturizado, deploró.
La delegación recorrió comunidades pobres, se entrevistó con Chávez, con otros funcionarios y también con parlamentarios y sindicalistas de oposición, así como se dio un baño de música y aliento popular cuando una escuela en el litoral caribe cercano a Caracas fue rebautizada con el nombre de Martín Luther King Jr..
Allí Glover, vestido con calzado deportivo y una camisa multicolor, bailó con escolares al ritmo de los tambores del grupo Café y Panela (azúcar morena). Es maravilloso, es puro corazón, dijo feliz a IPS Liliana González, joven madre de dos párvulos que obtuvo en esa ocasión un autógrafo del astro del cine de Hollywood.
En Venezuela, efectivamente existe una forma de racismo en el sentido de que todo lo que es oscuro tirando a negro se relaciona con la pobreza, y en la pobreza vive la mayoría de la población. Toda la carga de valores negativos que eso trae se traslada a un lado de la barrera del color, a los pobres, comentó a IPS el escritor Alfredo Chacón.
Vi con terror que en los momentos álgidos de la confrontación entre oficialistas y opositores -los días del frustrado golpe de estado de abril de 2002 y de la huelga general contra Chávez hace un año- la oposición calificó de modo denigrante a los seguidores del presidente, como 'tierrudos', hordas o chusma, precisó.
Otro recurso de la oposición ha sido su rechazo a la figura de Chávez por su condición de zambo (mestizo de indio y negro) y al estilo informal y desenfadado del presidente, adscribiéndole todas las malas palabras del populismo, agregó Chacón, ya retirado como profesor de sociología y antropología en la Universidad Central.
A pesar de ello, el literato criticó que el gobierno hubiese presentado la visita de los líderes del foro TransAfrica como una actividad de adhesión al proceso chavista, más que como de apertura franca a mostrar formas de cultura y vida de la población negra de Africa y de Estados Unidos.
Jesús García, presidente de la organización no gubernamental venezolana Fundación Afroamérica, dijo a IPS que la visita de los activistas estadounidenses sirvió para destacar en Venezuela situaciones sociales que trascienden la pugna entre oficialismo y oposición.
En particular, el hecho de que los afrovenezolanos hemos sido históricamente ciudadanos de segunda categoría, al punto de que aun la Constitución que se adoptó en 1999, impulsada por Chávez, no valoró el aporte de los negros de Venezuela.
García propone reformar la ley fundamental para sumar el aporte de los descendientes de africanos a la conformación de la nación, junto al del Libertador Simón Bolívar, los demás próceres y la resistencia de los pueblos indígenas, éstos sí reconocido en el nuevo texto constitucional.
Afroamérica además impulsa que se incluya el tema afro en los censos y encuestas oficiales, se incorpore el aporte cultural de los negros del país en los programas de enseñanza y que el gobierno instrumente el plan de acción de lucha contra el racismo adoptado en 2001 por )la Organización de) las Naciones Unidas.
En cambio, Pedro Alcántara, legislador de la oposición socialdemócrata que se reunió con Fletcher y Glover, señaló a IPS que no percibe el racismo en los términos de TransAfrica Forum. En Venezuela el racismo no es posible, es un país muy mezclado, apuntó.
Por su parte, el cineasta e investigador de la comunicación Oscar Lucien observó a IPS que el discurso del mestizaje escamotea una situación de prejuicios raciales, que trabajó en sus filmes Memorias, una historia de esclavos cimarrones, y Piel, que trata de conflictos de pareja con fondo de prejuicios étnicos y de clase social.
Sin embargo, Lucien, militante de oposición, cree que se está tratando de agregar un componente que no es el elemento central de la situación venezolana en el momento. Nuestro problema número uno es que se promueve un modelo político autoritario y la mayoría de la población ha respondido rechazándolo, puntualizó.
A un sector de clase media le molesta la condición de zambo del presidente, admitió Lucien, pero también Chávez es como Zelig (personaje del filme del mismo nombre de Woody Allen, que se asimilaba a quien tuviese cerca), que cuando está con indios se llama indio y cuando está con los negros pues promociona al negro.
