Unas 5.000 hectáreas de cultivo de soja en Paraguay están a punto de perderse debido a la oposición de los campesinos a que la producción sea fumigada con herbicidas. El martes se registraron fuertes discusiones entre algunos empresarios sojeros y líderes de los labriegos que se oponen al uso de agroquímicos por temor a un "envenenamiento".