VENEZUELA: Se afianza salida electoral

La vía electoral se consolida en Venezuela como forma de dirimir la confrontación política que la acosó en los últimos dos años, al concluir este lunes el primer proceso de recolección de firmas para revocar el mandato de 38 diputados opositores.

El oficialista Movimiento Quinta República (MVR), del presidente Hugo Chávez, intenta convocar a referendos revocatorios contra legisladores que fueron electos en sus listas y luego desertaron, y contra otros diputados opositores.

Así, los partidarios de Chávez responden a la solicitud opositora de referendo revocatorio contra el mandatario (que debería gobernar hasta 2006) y para el cual se recogerán firmas durante cuatro días a partir de este viernes, de acuerdo con el cronograma establecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

La tranquilidad que ha rodeado las cuatro jornadas de recolección de firmas que comenzaron el viernes, parece haber desactivado los temores a una confrontación violenta en Venezuela.

”No hay duda de que hay entre la gente satisfacción, se ven caras mucho más tranquilas que las que vimos en los tiempos de la negociación”, comentó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) César Gaviria, observador del proceso.

”Veo este proceso como algo extraordinario. Es el primer paso para una reconciliación nacional. Se está creando un nuevo clima en el país, este episodio va a reconciliar definitivamente a los venezolanos”, opinó por su parte el vicepresidente José Vicente Rangel.

Mientras, el ex candidato presidencial socialista Teodoro Petkoff, director del vespertino Tal Cual, sostuvo que ”el país ha ido aislando a los extremistas, quienes pese a lo escandalosos que son y al eco mediático que suelen tener, van quedándose de espaldas a la realidad”.

”No se trata de sustituir la dura controversia existente y las obvias contradicciones presentes por una fantasmagoría idílica, sino de ubicar la confrontación dentro del marco de las reglas del juego democrático, el respeto de las cuales debe conducir a soluciones también democráticas”, agregó Petkoff.

La oposición venezolana ha tratado de desalojar del poder a Chávez con dos huelgas organizadas por la organización empresarial Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela: el primero en diciembre de 2001, de 24 horas, y el segundo, entre diciembre de 2002 y enero de 2003, de más de 60 días.

Además, en abril de 2002 un efímero golpe de Estado alejó a Chávez de la presidencia durante 47 horas. Durante ese año, gobierno y oposición compitieron en la convocatoria de marchas masivas.

Ante la gravedad de la crisis, ambas partes aceptaron tomar parte de una mesa de negociaciones, instalada el 29 de mayo con la mediación de la OEA, del no gubernamental Centro Carter del ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981), y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

De las negociaciones surgió el acuerdo de facilitar la solución electoral, a través de referendos revocatorios previstos en la Constitución de 1999, que Chávez promovió.

Una primera solicitud de referendo revocatorio del mandato presidencial fue rechazada por el CNE, que consideró extemporáneas las firmas recogidas en febrero de 2003 y presentadas el 19 de agosto, día en el cual se cumplía la mitad del periodo de Chávez.

Chávez ganó las elecciones presidenciales de diciembre de 1998, y tras aprobarse una nueva Constitución que introdujo la reelección presidencial inmediata y alargó el mandato de cinco a seis años, volvió a triunfar en los comicios de 2000.

Para conseguir la activación de un referendo revocatorio, los convocantes deben recolectar firmas equivalentes a 20 por ciento del padrón electoral, que en el caso de los diputados se refiere solamente a los inscriptos en el distrito electoral por el cual fueron electos.

El referendo sobre la continuidad del presidente en su cargo -que se celebraría entre febrero y marzo del año próximo- requiere al menos 2,4 millones de firmas. Y para que la revocación del mandato quede firme debe obtener más votos que los 3,8 millones que Chávez recibió en 2000.

Aunque el MVR asegura haber obtenido las voluntades necesarias, el CNE prohibió expresamente a los medios de comunicación y a las organizaciones políticas divulgar cualquier cifra sobre firmas recolectadas hasta que el propio organismo electoral las divulgue.

Se intenta así evitar manipulaciones como las de febrero, cuando algunas versiones indicaban que se habían conseguido 27 millones de firmas contra Chávez, cuando los habitantes del país son 22 millones.

Las firmas -que van acompañadas incluso por la huella dactilar- serán revisadas y depuradas por el CNE en un lapso de 15 días.

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