– Los lafkenches, una rama del pueblo mapuche cuyo nombre significa gentes de mar, encararon en el sur de Chile exitosos proyectos de protección de la naturaleza costera y de lucha contra la pobreza, que cuentan con apoyo internacional.
El desarrollo de nuevas fuentes de trabajo y de la capacidad de gestión de los recursos fue también el motivo central de estas iniciativas, impulsadas por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Los proyectos, que se desarrollaron durante dos años, están emplazados en las ciudades de Carahue y Tirúa, ubicadas en la costa del océano Pacífico a unos 700 kilómetros al sur de Santiago, y constituyen una oportunidad de mejoramiento de la calidad de vida y del ambiente de los lugareños.
Ambos fueron financiados por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, en sus siglas en inglés), a través del Programa de Pequeños Subsidios (PPS) administrado en Chile por el PNUD, con aportes por unos 30.000 dólares cada uno.
De este modo se trata de mejorar la situación de esta etnia mapuche, un pueblo indígena que presenta muy bajos indicadores en ingreso, salud y educación respecto del resto del país, según un estudio de mediados de este año del PNUD y del Instituto de Desarrollo Local y Regional de la Universidad de la Frontera.
Conocer la realidad del pueblo lafkenche fue una confirmación de lo que dice el informe sobre el Indice de Desarrollo Humano en la Población Mapuche, comentó a IPS Alejandra Alarcón, coordinadora nacional PPS.
Si bien las iniciativas de los mapuches ribereños surgen por una preocupación de las comunidades en el tema ambiental, por supuesto que ello también está ligado a un tema de pobreza, de falta de generación de recursos y de situaciones más bien precarias en torno a actividades productivas, agregó.
En Carahue, el proyecto fue liderado por la Asociación de Comunidades Indígenas Newen Pu Lafkenche, cuyos líderes reconocieron el problema del deterioro del suelo de la zona y la necesidad de aplicar la sustentabilidad en la explotación de los recursos marinos.
Las ocho comunidades costeras de Carahue establecieron huertos familiares e invernaderos para estimular el cultivo de diversos productos, que mejorarán su economía doméstica. Además, iniciaron una reforestación para recuperar el deteriorado ecosistema.
La comunidad lafkenche, tradicionalmente dedicada a la recolección de algas, como el cochayuyo, comenzó a cultivar mariscos en una zona del borde costero de su uso exclusivo, apostando a diversificar e incrementar las fuentes de ingresos de la agrupación.
Para resguardar esta nueva actividad económica, la Asociación firmó un llamado protocolo de entendimiento con el gobierno chileno de Ricardo Lagos y hoy busca apoyo parlamentario para que se les reconozca un área de manejo exclusivo de recursos para la comunidad lafkenche en la reformulación de la ley de Pesca.
El presidente de la Asociación de Comunidades Indígenas Newen Pu Lafkenche, Bladimir Painecura, admitió el avance obtenido al respecto con el Servicio Nacional de Pesca.
Esa entidad pública se puso a voluntad de la organización para establecer 'estatus quo' con respecto a las áreas de manejo que se están dando, al menos en la novena región (de Araucanía), y comenzar a negociar una propuesta nacional para modificar la ley de Pesca, en la que no se involucra a los lafkenches, dijo.
El dirigente explicó a IPS que se pide una exención de pago del área de manejo después de cuatro años —lo que hoy es obligatorio— y el reconocimiento de que los lafkenches han sido ancestralmente la comunidad indígena en contacto con las riberas del mar, asunto que no contempla la ley.
En tanto, en la ciudad de Tirúa se optó por el desarrollo del etno-ecoturismo, también a cargo de la Asociación Pu Lafkenche.
La idea allí fue potenciar y proyectar los atractivos culturales y turísticos de ese territorio lafkenche, poseedor de una gran diversidad de paisajes, productos del mar, semillas y plantas, junto con preservar la riqueza cultural de su pueblo.
Las cuatro comunidades de la Asociación instalaron zonas de camping. Además, recibieron capacitación en manejo de residuos, compostaje y reciclaje de basuras y en recuperación de la gastronomía lafkenche.
Para Pedro Benavente, miembro de la Asociación Pu Lafkenche, participar en el proyecto fue como retroceder un poco el tiempo, tener un recorrido de nuestra historia.
Dar una mirada hacia atrás fue muy motivante. Esto era lo que faltaba, lo que nunca se había hecho, comentó a IPS.
Con el propósito de favorecer la difusión de la alternativa de turismo de los lafkenches se instaló una caseta de información turística a la entrada de uno de los camping, y en diciembre comenzará a funcionar una página en Internet, aumentando la cobertura informativa sobre la oferta turística.
En el caso de Tirúa se busca mejorar los ingresos de los campesinos mapuches mediante un turismo que respete su identidad y proteja el ambiente.
Las actividades involucran a todos los miembros de las familias del lugar, quienes han podido rescatar recetas ancestrales y diseñar rutas de reconocimiento del medio natural, entre otras tareas.
Los beneficios de esta iniciativa se proyectan más allá de las comunidades involucradas, porque no sólo participa quien opera el camping mismo sino que se generan negocios alternativos con esta área de conservación y de distracción turística, comentó Alarcón.
La especialista del PNUD evaluó de modo positivo la implementación de los proyectos lafkenches, desde el punto de vista administrativo, financiero y técnico.
Se cumplieron plenamente los objetivos planteados e incluso en algunos se superaron, como en el caso de la Newen Pu Lafkenche, que logró definir cuales eran las líneas de acción que ellos querían trabajar en salud, educación, borde costero y medioambiental, indicó.
Los involucrados en los proyectos destacaron el fortalecimiento de la organización y el liderazgo de los coordinadores lafkenches, toda vez que las ideas surgieron y se ejecutaron íntegramente por los miembros de las comunidades.
Lo más rescatable y lo que más valoramos es como una organización joven como la nuestra, fue capaz de ejecutar este proyecto, coordinarlo y cumplir con los objetivos, aseveró Painecura.
Benavente puso énfasis en la valoración que obtuvo la agrupación una vez concluido el proyecto turístico ambiental.
Demostramos que somos capaces de trabajar también es esa área, pero en forma distinta, no como un turismo cualquiera sino como un turismo apuntado más a nuestra identidad, puntualizó.
En adelante se espera alcanzar la sustentabilidad de los proyectos ambientales lafkenches que puedan seguir solos después, precisó Alarcón.
Junto a la costa del Pacífico, los lafkenches pretenden comprobar que el desarrollo sustentable puede ser un camino que reivindique sus reclamos de respeto a la identidad y el ambiente. (