EEUU-MEDIO ORIENTE: Es la política, estúpido

Estados Unidos debe invertir más para explicar mejor su política exterior a un mundo islámico cada vez más hostil, pero también reducir la brecha entre los supuestos valores estadounidenses y las acciones de Washington en Medio Oriente.

Esta es la recomendación de un nuevo informe para lograr una mejor comunicación con la población islámica del norte de Africa y el sudeste de Asia, publicada en el Departamento de Estado por Edward Djerejian, quien fuera asesor sobre Medio Oriente de George Bush padre (presidente entre 1989 y 1993).

”La respuesta no está en la propaganda ni en las relaciones públicas manipuladoras. Lo que cuenta es la política exterior”, sostiene el informe.

”Las encuestas indican que el resentimiento hacia Estados Unidos se deriva de conflictos y políticas reales, como los relacionados con la cuestión palestina-israelí e Iraq”, dice el informe, y agrega que ”el lenguaje azucarado no es la solución”.

Este mensaje parece ser un desafío directo a la opinión de neoconservadores de dentro y fuera de la administración de George W. Bush, quienes sostienen que las políticas de Washington son malinterpretadas y la clave para conquistar la mente y el corazón del mundo islámico está en expresarlas de modo más imaginativo.

Cuando se le preguntó al propio Bush sobre el creciente sentimiento antiestadounidense en el mundo islámico, respondió: ”No puedo creerlo. Sé lo buenos que somos, y debemos esforzarnos más por hacer comprender nuestra posición”.

El informe, titulado ”Conquistando mentes, ganando la paz”, enfatiza que Washington debe escuchar más a la opinión pública del mundo islámico, y que la brecha entre los valores profesados por Estados Unidos y sus políticas reales es demasiado grande para ignorar.

”Los ciudadanos de esos países están afligidos por la situación de los palestinos y el papel que está desempeñando Estados Unidos en esa cuestión, así como por la situación en Iraq”, agrega.

La publicación del informe coincide con una creciente preocupación entre los políticos de Washington por el aumento de la hostilidad hacia Estados Unidos en el mundo islámico.

La semana pasada, el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), una organización de expertos con sede en Nueva York, advirtió que ese sentimiento en los países musulmanes es tan fuerte que ”pone en peligro nuestra seguridad nacional y compromete la eficacia de nuestra diplomacia”.

”Líderes extranjeros tienen cada vez más dificultades para cooperar con nosotros”, comentó el presidente del CFR, Peter Peterson, quien fuera secretario del Tesoro durante la presidencia de Richard Nixon (1969-1974).

La preocupación aumentó desde la publicación en junio (después de que Bush declaró terminada la guerra en Iraq) de encuestas que revelaban una estrepitosa caída de la percepción favorable de Estados Unidos en países islámicos, en comparación con 2000 y 2002.

En Indonesia, por ejemplo, apenas 15 por ciento de los encuestados expresaron una opinión favorable de Estados Unidos, frente a 61 por ciento el año pasado, y la imagen estadounidense era aún peor en los territorios palestinos, Jordania, Pakistán y Turquía.

”La hostilidad hacia Estados Unidos ha alcanzado niveles alarmantes”, dice el informe de Djerejian, cuyo equipo realizó entrevistas y reuniones en Egipto, Siria, Turquía, Marruecos, Indonesia y Senegal.

Al igual que el estudio del CFR, el de Djerejian recomienda una serie de medidas, entre ellas aumentar el presupuesto para el servicio radial internacional Voice of America, multiplicar los programas de becas e intercambios con países musulmanes, enseñar árabe a más funcionarios de gobierno y aprovechar mejor Internet y nuevas tecnologías de telecomunicaciones.

El documento señala que el presupuesto general del Departamento de Estado (cancillería) para programas de diplomacia pública se redujo 30 por ciento desde el fin de la guerra fría, y que apenas 150 millones de dólares de los fondos restantes se destinan a países de mayoría musulmana.

Como resultado, los recursos para influir en la opinión pública del mundo islámico son insuficientes o nulos, en especial en la televisión satelital.

”No tenemos suficiente presencia en el diálogo, el discurso ni el debate” en esa región, dijo Djerejian.

Pero la recomendación principal es integrar más estrechamente la elaboración de políticas y la diplomacia pública mediante la creación de un puesto de rango ministerial con esa función y ”nuevos y eficaces mecanismos de comunicación”.

”Aunque Estados Unidos no puede ni debe cambiar sus políticas para adecuarse a la opinión pública extranjera, debe usar las herramientas de la diplomacia pública para evaluar la eficacia de determinadas políticas. Sin esa evaluación, nuestras políticas podrían producir consecuencias inesperadas”, advierte el informe.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe