COMERCIO: Asia concentra expansión de Sur a Sur

El comercio entre países en desarrollo fue el motor de la expansión del intercambio internacional registrado en el último decenio, pero el fenómeno se concentró de modo primordial en la zona asiática, según un estudio de la OMC.

El problema de ese desequilibrio entre Asia y las demás regiones del Sur en desarrollo debe ser afrontado en el futuro, advirtió el director general de la OMC (Organización Mundial del Comercio), el tailandés Supachai Panitchpakdi.

Más de dos tercios del comercio Sur-Sur se origina y tiene por destino a naciones del continente asiático, apunta la investigación.

Sin embargo, la OMC recuerda que esa participación refleja las mayores dimensiones de los mercados en desarrollo de Asia, que representan casi la mitad del producto bruto interno (PIB) de todo el Sur y más de dos tercios de su población.

Supachai propuso encarar la cuestión a través de la Agenda de Desarrollo de Doha, como denomina la OMC al proceso de negociaciones aprobado en la conferencia ministerial de la organización realizada en noviembre de 2001 en la esa capital de Qatar.

Las conversaciones de Doha pueden contribuir a que el comercio Sur-Sur se expanda a un ritmo semejante al de la pasada década, pero cubriendo áreas de participación más amplias, de forma tal que no se concentre únicamente en el espacio geográfico de Asia, diagnosticó el funcionario internacional.

Esas negociaciones, que se encuentran atrasadas por diferencias entre el mundo en desarrollo y países industrializados, serán sometidas a examen en la próxima conferencia ministerial de la OMC, que sesionará del 10 al 14 de septiembre en el balneario mexicano de Cancún.

Numerosos aspectos cruciales para el desarrollo económico de los países del Sur se incluyen en el paquete de negociaciones de Doha, en especial los relacionados con la agricultura, los servicios, aranceles industriales, acceso a medicamentos de bajo precio y otras cuestiones que los favorecen.

Supachai juzgó que la Agenda de Doha ofrece una oportunidad valiosa para fortalecer el impulso demostrado en la última década por el comercio Sur-Sur.

A pesar de que la economía mundial atravesaba entonces uno de los períodos de mayores dificultades, ciertos países en desarrollo de ingresos medios evidenciaron una fortaleza económica soprendente, hizo notar el director de la división de análisis económico de la OMC, Patrick Low.

Esa tendencia constituyó una fuente importante de creciente demanda para otras naciones en desarrollo e, inclusive, para el resto del mundo, precisó el especialista.

Las cifras suministradas por la OMC en su "Informe sobre el Comercio Mundial", distribuido esta semana, muestran que en 1990 el intercambio Sur-Sur equivalía a 6,5 por ciento del comercio mundial.

Pero en la década siguiente las economías en desarrollo crecieron a un ritmo mayor que las de naciones industrializadas o en transición. De esa manera, el intercambio Sur-Sur representaba 10,7 por ciento del total mundial en 2001.

El pronóstico del equipo que dirige Low prevé que esa tendencia perdurará en el primer decenio del nuevo siglo.

La expansión comercial Sur-Sur de la última década se basó de manera significativa en la combinación de un alto crecimiento de la industria mundial de tecnología de la información y de los acuerdos para compartir la producción en ese sector que se formalizaron en Asia.

El Informe estima que la Ronda Uruguay de negociaciones comerciales, celebradas entre 1986 y 1993, y el Acuerdo sobre Tecnologías de la Información, concertado durante la conferencia ministerial de la OMC realizada en 1996 en Singapur desempeñaron un papel importante en la apertura comercial de Asia.

Los expertos subrayaron la trascendencia que cupo al renglón de las manufacturas asiáticas y, en particular, a las de equipos de oficinas y telecomunicaciones.

Sin embargo, la OMC, que tiene por misión el impulso a la liberalización de los intercambios, lamenta que todavía existan impedimentos que se oponen a una profundización del comercio Sur- Sur.

Las dificultades surgen de los niveles elevados de protección arancelaria, en especial para productos como los automóviles, el vestido y los agropecuarios.

En 2001, los países en desarrollo exportaron bienes por 639.000 millones de dólares, 66 por ciento de los cuales correspondieron a Asia. El comercio entre los propios países asiáticos se elevó a 345.000 millones de dólares en ese lapso.

En segundo lugar figuró Medio Oriente, con exportaciones por 99.000 millones de dólares, o sea 15,5 por ciento del total comercializado, en lo que tuvieron enorme peso los envíos de petróleo.

El comercio intrarregional en Medio Oriente sólo ascendió a 18.000 millones de dólares en 2001.

Por su parte, América Latina registró ventas a los países del Sur por 82.000 millones de dólares, que representan 12,8 por ciento de todo el intercambio Sur-Sur. De esa cifra, 59.000 millones correspondieron a intercambio en la propia región.

Por último, Africa participó en el comercio entre países en desarrollo con exportaciones por 36.000 millones de dólares, que equivalen a 5,6 por ciento del total. Sólo 11.000 millones de dólares sumó el tráfico de bienes entre países africanos.

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