La OPEP convocó a una reunión de emergencia este mes en su sede de Viena para hallar el modo de detener la caída de los precios internacionales del petróleo, aunque se pronostica un mercado estable al finalizar la guerra en Iraq.
Sea cual fuere el desenlace de la guerra no habrá un desplome de precios, porque intervendrán mecanismos reguladores entre la oferta y la demanda, aseguró el presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), Alí Rodríguez.
La puesta en marcha de algunos de esos mecanismos, como el recorte de oferta, será analizada el día 24 por los ministros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), según la convocatoria extraordinaria realizada por el presidente del grupo, Abdullah al-Attiyah.
El también ministro de Petróleo de Qatar pidió a sus pares reunirse de modo extraordinario para revisar el exceso de crudo existente en el mercado internacional y que presiona los precios a la baja.
El secretario general de la OPEP, el venezolano Alvaro Silva, confirmó que existe demasiada oferta, como consecuencia de los aprovisionamientos concretados por los operadores en previsión de que la guerra lanzada el 20 de marzo por Estados Unidos y Gran Bretaña contra Iraq produjese escasez en los mercados.
Los principales mercados se mantuvieron este martes con precios 25 por ciento por debajo de las cotizaciones de febrero.
Así, el tipo Brent del mar del Norte se vendió en Londres a 25,18 dólares el barril de 159 litros, seis centavos de dólar menos que el lunes.
En tanto, el marcador estadounidense West Texas Intermediate (WTI) se cotizó en Nueva York a 28,12 dólares el barril, 16 centavos más que el lunes debido, precisamente, a las primeras especulaciones de que la OPEP tomaría medidas para reducir su oferta.
La OPEP informó antes de iniciada la invasión a Iraq que su oferta de entonces era de 24,5 millones de barriles por jornada, más los 2,3 millones de barriles diarios que Iraq extraía bajo control de la Organización de las Naciones Unidas, una producción que en conjunto cubría 35 por ciento de la demanda mundial.
Los socios de la OPEP son Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Indonesia, Irán, Iraq, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
La mayoría de esos países produce a plena capacidad y habían aumentado su extracción y oferta en febrero —hasta entonces de 23 millones de barriles por día— para compensar la ausencia del mercado del petróleo de Venezuela, provocada por la huelga de diciembre y enero contra el presidente Hugo Chávez.
Pero ahora Venezuela ya está en franco proceso de normalización, pues produce 3,1 millones de barriles por día entre crudo y gases licuados de petróleo y reanuda sus exportaciones tanto de crudo como de productos refinados, explicó Rodríguez en diálogo con corresponsales extranjeros.
La cuota oficial de Venezuela en la OPEP es de 2,8 millones de barriles diarios, pero Rodríguez aclaró que la meta es sostener la producción en 3,1 millones de unidades hasta fin de año.
La diferencia en favor de Venezuela se justificaría a modo de recuperación por las decenas de millones de barriles que Pdvsa no pudo producir ni exportar durante la huelga.
Al-Attiyah observó que el precio alto del petróleo antes de la guerra (en Iraq) era, sobre todo, consecuencia de la especulación.
En cambio, ahora el mercado se ha vuelto más realista y pragmático y el hecho es que por el momento hay más petróleo y una de las razones es que Venezuela ha reanudado la producción, añadió.
Uno de los escenarios de posguerra diseñado por las firmas de intermediarios en el negocio (traders) prevé que Iraq se convierta en un importante productor, que arroje al mercado mucho más petróleo que antes del conflicto e incluso mucho más que su producción de antes de la primera guerra del Golfo (1991), cuando producía 3,5 millones de barriles diarios.
Sin embargo, Rodríguez pronosticó que, sea cual fuere el desenlace de la guerra en Iraq, no habrá un desplome de precios, porque siempre funcionarán mecanismos reguladores.
Así ha sido históricamente y está en el interés de las empresas y también del país que conduce la guerra, Estados Unidos, agregó.
Precisó, además, que Estados Unidos produce casi ocho de los 20 millones de barriles diarios que consume, con pozos que extraen menos de 15 barriles por día.
La caída de los precios en 1998 (la OPEP vendió su petróleo a 12 dólares y el WTI costaba 14 dólares) forzó el cierre de 136.000 pozos estadounidenses que producían medio millón de barriles diarios y el consecuente despido de 40.000 trabajadores.
Otro indicador que recoge Rodríguez, quien fue secretario general de la OPEP en 2001-2002, es que a las reuniones de ese grupo concurren como observadores delegados de otros 13 países productores de hidrocarburos.
La estabilidad del mercado es un interés que excede el marco de la OPEP. Puede que desciendan los precios, incluso bajo el nivel de la banda OPEP, ubicada entre 22 y 28 dólares el barril, pero no se desplomarán, aseveró Rodríguez.