AMERICA LATINA: Miradas infantiles sobre la guerra

La infancia de Argentina, Chile y México está lejos del conflicto en Iraq, pero no lo ignora. Muchos niños sufren por él, y alguno desea que Saddam Hussein y George W. Bush luchen entre sí con espadas y dejen en paz al resto del mundo.

En los tres países, por iniciativa de autoridades educativas y con apoyo de organizaciones no gubernamentales (ONG), niños y niñas se expresan sobre la guerra en conversaciones escolares, cartas, dibujos, teatro y ejercicios parlamentarios.

”En esta escuela decimos no a la guerra”, se lee en una colorido cartel colocado a la entrada de un centro educativo de la capital mexicana.

En la ciudad, las escuelas estatales hacen un minuto de silencio todas las mañanas en homenaje a los muertos en Iraq, entre los cuales hay niños.

En Chile, 99,5 por ciento de las personas de seis a 17 años consultadas en una encuesta de la ONG Fundación Futuro y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijeron saber algo sobre la guerra, la mayoría opinaron que los más perjudicados por ella son los niños, y un tercio pensaban que podría llegar a su país.

En esa consulta se registraron muy variadas definiciones sobre la guerra, todas con connotación negativa. También se constató que 90 por ciento de los entrevistados supieron que existía el conflicto por televisión, y que la mayoría de ellos lo asociaban no sólo con problemas entre países, sino también entre personas e incluso entre presidentes.

El argentino Juan, de nueve años, opinó que lo mejor sería que el presidente estadounidense George W. Bush y su par iraquí Saddam Hussein arreglaran sus diferencias ”con una pelea de espadas”.

”Aunque los niños no tengan muy claro el tema de la guerra, se sienten afectados, pues personalizan lo que oyen, perciben la tensión de los adultos y están expuestos a las noticias”, señaló en México la psicóloga escolar Loretta Massimi.

La mexicana Sara, de cuatro años, preguntó a su maestra ”quiénes son los buenos y los malos” en el conflicto, y si ”va a venir la guerra a México”.

”¡Qué bueno que pregunten y se aliente su reflexión! Eso es lo mejor para evitar problemas psicológicos en los niños”, dijo a IPS el médico pediatra Daniel Cymet.

”¿La guerra es buena para las personas?”, se preguntó a 1.000 niños y niñas de 10 escuelas de la capital mexicana, en una encuesta diseñada y realizada por un grupo de diputados. De los consultados, 893 respondieron que no, 100 que no sabían, y siete que sí.

Los psicólogos recomiendan a maestros de escuela, padres y madres que hablen a los niños de la guerra, pero siempre de acuerdo con su nivel de desarrollo, y explican que hasta los cinco años no distinguen mucho la fantasía de la realidad, por lo que sugieren dar respuestas sencillas.

Pero entre los seis y los 11 años, el razonamiento del niño es más concreto, y por tanto necesita respuestas con asidero en la realidad que vive, indican.

Con los mayores de 12 años, que ya tienen un pensamiento abstracto, lo mejor es hablar de forma abierta y dejar que ellos formen su propio juicio, señalan los psicólogos.

El Unicef y el gobierno chileno organizaron a inicios de abril un encuentro en Santiago para escuchar a la infancia sobre la guerra, y algunas de las preguntas fueron cuánto dinero necesitan los niños de Iraq, por qué tienen que morir niños, por qué Estados Unidos lo quiere todo y por qué no arreglan esta guerra con un partido de ajedrez.

En Argentina, varias escuelas pidieron a los padres y madres que les enviaran material gráfico y escrito sobre la guerra para conversar con los niños. La idea, explicaron, era aprovechar el tema de la guerra para promover el valor de la paz.

La secretaría (ministerio) de Educación de México distribuyó al estallar la guerra en Iraq, el 20 de marzo, una serie de afiches a todas las escuelas como material de apoyo para los maestros, con el fin de reforzar los valores de pluralidad, paz y tolerancia.

El diario argentino Página/12 publicó esta semana el libro ”Las mil y una noches de Iraq – La guerra explicada a los chicos”, con ilustraciones y lenguaje apropiado para los niños.

”Hay estrés y angustia en muchos niños por la guerra, y por lo que debemos atenderlo, pues ellos son los que luego dirigirán el país y el mundo, y mejor si lo hacen con paz, tolerancia y respeto”, expresó el representante de la Asociación de Padres de Familia de México.

Una de las formas de canalizar y aliviar esa angustia que niños de varias escuelas escribieran cartas a Bush, entregadas a la embajada de Estados Unidos.

El Unicef lleva adelante desde fines de marzo una campaña mundial para recolectar fondos que serán destinados a la ayuda humanitaria en Iraq, y apoya en América Latina varias iniciativas relacionadas con la guerra.

Ese organismo promueve la discusión infantil en Chile y también en México, donde el 4 de abril apoyó una reunión de 300 niños en el Congreso, donde actuaron como si fueran diputados por un día.

”La guerra de los Estados Unidos contra Iraq nos preocupa, porque todos los niños de México deseamos la paz y no queremos que se peleen las personas por cosas sin sentido”, dijo en esa sesión la niña Jazmín Luna.

En México también se presentan obras de teatro para estimular la reflexión infantil sobre el conflicto, entre ellas ”Las niñas de la guerra”, de la autora Berta Hiriart, todos los fines de semana en la capital y muy exitosa.

”Hay que hablar a los niños de la guerra, aunque no pregunten, no debe subestimarse su capacidad de percepción. Es mejor enfrentarlos con el tema y promover en ellos la idea de que cualquier guerra es terrible”, manifestó Cymet. (

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