NICARAGUA: Desafuero de Arnoldo Alemán pende de un hilo

La discusión sobre el desafuero del ex presidente de Nicaragua y diputado Arnoldo Alemán (1997-2002), acusado de corrupción, mantiene paralizada la Asamblea Nacional legislativa y en la incertidumbre a todo el país.

El presidente Enrique Bolaños aún no ha pedido a sus diputados en la unicameral Asamblea Nacional que convoquen al cuerpo para expedirse sobre el desafuero de Alemán, por temor a no alcanzar los 47 votos que exige la ley.

Sin embargo, los legisladores fieles a Bolaños del gobernante Partido Liberal Constitucionalista (PLC) —al que también pertenece Alemán— dominan desde septiembre la Junta Directiva, junto a los del opositor Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Las sesiones de la Asamblea Nacional, que tiene pendientes proyectos de gran envergadura como el presupuesto de 2003, se encuentran prácticamente paralizadas por falta de quórum, dijo el legislador suplente del FSLN, Agustín Jarquín.

Bolaños exhortó a la población a tener paciencia, ”porque el gobierno les cumplirá”, pero lo cierto es que conforme pasan los días, la incertidumbre gana a los nicaragüenses.

La cruzada de Bolaños contra los presuntos actos de corrupción cometidos por Alemán, del cual fue vicepresidente, parece estar perdiendo fuerza.

Nicaragua demanda una pronta solución al desafuero, porque los ”más pobres son los que pagan” por la indecisión que predomina en la clase política, dijo a IPS el político Virgilio Godoy, vicepresidente del gobierno de Violeta Chamorro (1990-1997).

La única salida al debate sobre la inmunidad de Alemán, acuusado de enriquecimiento ilícito y malversación de fondos públicos durante su mandato, es ”que se aplique la justicia y quede demostrado que en Nicaragua las relaciones son definidas por la ley y no por los privilegios privados”, apuntó Godoy.

”Invocar a la justicia en las condiciones actuales requiere de medidas heroicas por parte del gobierno y la sociedad nicaragüense. Hay una necesidad imperiosa de que se dé el desafuero, porque el país ha perdido confianza en sí mismo y sólo una acción de esta naturaleza puede devolverle alguna esperanza en el futuro”, añadió.

Las dudas respecto del desafuero se alimentan en la ambigua posición del diputado del PLC Fernando Avellán, quien había comprometido inicialmente su voto contra Alemán, pero manifestó luego dudas sobre su proceder desde la meridional ciudad estadounidense de Miami, donde se recupera de una afección cardíaca.

Avellán intercedió inclusive ante el secretario general adjunto de la Organización de Estados Americanos, Luigi Einaudi, en busca de garantías para Alemán, si éste decidiera abandonar Nicaragua.

Pese a esto, Godoy estimó que las presiones que ejerce el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, a través del secretario adjunto para el Hemisferio Occidental, Otto Reich, pueden obligar a Avellán a votar por el desafuero.

En la Asamblea Nacional de 92 diputados, el PLC de Alemán cuenta con 45 escaños, el FSLN con 38, y nueve son de la bancada Azul y Blanco, integrada por congresistas liberales cercanos al presidente Bolaños.

La alianza entre el FSLN y la bancada Azul y Blanco permitiría los 47 votos, la mitad más uno del parlamento, necesarios para que Alemán pierda su inmunidad y quede en manos de la justicia.

Bolaños mantiene la convicción de que se logrará el desafuero, dijo Alejandro Fiallos, secretario de comunicación del gobierno.

”Estoy convencido de que Avellán votará por el desafuero. El está confundido, pero prometió que iba a apoyar el desafuero y no creo que vaya a traicionar a su pueblo”, puntualizó.

Fiallos descartó asimismo una renuncia de Avellán, una posibilidad que manejó el propio legislador.

El gobierno confía en que la votación se llevará a cabo antes del 15 de diciembre, cuando concluirá el actual periodo legislativo, y permitirá desaforar al ex mandatario, quien goza del respaldo de la mayoría de los diputados del PLC.

En un intento de superar el estancamiento, el líder del FSLN y ex presidente Daniel Ortega (1979-1990) propuso convocar a un referendo para que el pueblo se expida sobre el desafuero.

Pero la propuesta no tendrá eco en el parlamento y ya ha sido rechazada por el Consejo Superior de la Empresa Privada y la no gubernamental Conciencia Nacional y por Etica y Transparencia.

Otra posibilidad, que el gobierno de Bolaños decrete un estado de excepción que suspenda la inmunidad de todos los funcionarios, es una alternativa remota, en opinión de Godoy.

”El que el país está pendiente del desafuero y esta situación afecta el ritmo del gobierno y el proceso productivo, porque todos los nicaragüenses están a la expectativa de lo que sucederá con Alemán”, reconoció Jarquín.

El diputado del FSLN cuestionó a los legisladores que aún apoyan a Alemán, porque ”desatienden el clamor del pueblo al darle respaldo a su impunidad”.

Mientras el desafuero de Alemán pende de un hilo, la pulseada entre Bolaños y Alemán parece inclinarse de momento en favor del cuestionado ex presidente. (FIN/IPS/jem/dcl/ip/02

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