ESTADOS UNIDOS: Arabes y judíos están de acuerdo, según encuesta

Los árabes y judíos de Estados Unidos coinciden en general con el plan de paz acordado en 2000 entre Israel y Palestina, a pesar de que esa zona del mundo sufrió una violencia sin precedentes en los dos últimos años, indica una encuesta publicada este jueves.

La mayoría de los entrevistados para este estudio, divulgado por el Instituto Arabe-Estadounidense (AAI) y Estadounidenses por Paz Ahora (APN) y realizado a fines de octubre, manifestaron críticas hacia la política del presidente George W. Bush hacia Medio Oriente y apoyaron la constitución de un estado palestino.

El sondeo indica que la mayoría de los encuestados árabes y judíos respaldan un acuerdo definitivo basado sobre lo pactado entre Israel y Palestina en enero de 2001 en Taba, Egipto, poco antes de la elección del derechista Ariel Sharon como primer ministro israelí.

De 500 personas escogidas al azar de cada una de las dos comunidades, 52 por ciento de los judíos estadounidenses y 79 por ciento de los árabes afirmaron estar de acuerdo con el establecimiento de dos estados independientes y seguros, con una frontera común y con Jerusalén como capital compartida.

La frontera, según el plan de Taba cuyos lineamientos fueron puestos a consideración de los entrevistados, sería la anterior a 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania y Jerusalén oriental al finalizar la guerra de los Seis Días.

Menos de un tercio de los judíos encuestados se opusieron a tal plan de paz, mientras 18 por ciento dijeron no tener una posición asumida o manifestaron incertidumbre al respecto. Apenas 11 por ciento de los árabes estadounidenses entrevistados se opusieron al plan de Taba.

”El estudio conjunto de AAI y APN indica que nuestras dos comunidades son mucho más moderadas en sus posiciones respecto de Medio Oriente de lo que el público es con frecuencia inducido a creer”, dijo la presidenta de APN, Debra DeLee.

”De hecho, este estudio aporta información alentadora sobre el potencial de ambas comunidades para trabajar juntas en pro de intereses comunes en la región (de Medio Oriente) y para enviar un mensaje a quienes toman las decisiones en Washington”, agregó DeLee.

Según la activista, ”la mayoría de los árabes y judíos de Estados Unidos quieren que Washington siga políticas que alienten el proceso de paz palestino-israelí, más que obstaculizarlo”.

El estudio fue publicado en momentos de tensión e incertidumbre en Medio Oriente, a causa, sobre todo, de los planes de guerra de Estados Unidos para desalojar del poder al presidente de Iraq, Saddam Hussein.

Pero el conflicto árabe-israelí, por el que murieron más de 2.000 personas en los últimos dos años, muestra pocas señales de aplacamiento.

Once israelíes murieron en un atentado suicida cometido por un palestino en un ómnibus en Jerusalén este jueves de mañana e Israel ocupó la meridional ciudad cisjordana de Belén como represalia.

Por otra parte, el retiro del centroizquierdista Partido Laborista del gabinete de Sharon y la elección esta semana del general retirado Amram Mitzna como candidato laborista a primer ministro para las elecciones del 28 de enero alteraron la dinámica política israelí.

Mitzna es partidario de reanudar las negociaciones de paz con Palestina, y ese plan lleva al Partido Laborista a manifestar con mayor extraversión su oposición a la política de mano dura desarrollada por el Likud.

El presidente George W. Bush debería aprovechar esta circunstancia para proponer un nuevo plan de paz, recomendó este jueves en una columna publicada por el diario The Washington Post el ex consejero de seguridad del ex presidente George Bush (1989- 1993), Brent Scowcroft.

La iniciativa permitiría a Bush lograr apoyo árabe en su enfrentamiento con Iraq, sostuvo Scowcroft, cuya opinión fue clave para que Washington pusiera este mes sus planes de guerra a consideración del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Scowcroft aconsejó afinar el ”mapa de ruta” en que trabajan en conjunto Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU hacia la constitución de un estado palestino en 2005.

El ex funcionario también propuso presionar a Israel para detener la expansión de los asentamientos judíos en Cisjordania y Gaza, territorios en que Palestina instalaría su estado, y para retirar de allí sus tropas de ocupación.

El gobierno de Bush ”le debe a las partes” en conflicto ”una definición clara sobre su visión”, sostuvo. ”Presentarla en este momento dará al público israelí y palestino una perspectiva más amplia sobre el asunto más importante que afrontan mientras se sumergen en el proceso electoral”, agregó Scowcroft.

De acuerdo con los resultados de la encuesta de AAI-APN, Bush también podría sacar provecho electoral de una iniciativa de paz en la comunidad árabe estadounidense, de unos tres millones de personas, y de la judía, de cinco millones.

”Si los políticos buscan un apoyo electoral para la paz, lo encontrarán en estas dos comunidades”, dijo el presidente de AAI, James Zogby.

DeLee y Zogby manifestaron su sopresa por la amplitud de la mayoría que se manifiesta por la paz entre árabes y judíos estadounidenses luego de dos años de violencia extrema en Israel y en Palestina.

”Habriámos esperado estos resultados si hubiéramos realizado el estudio en 2000. Pero, luego de dos años de terrible violencia, el hecho de que hayamos alcanzado este grado de compromiso con un futuro común (entre Israel y Palestina) es, realmente, muy esperanzador”, afirmó Zogby.

Sin embargo, 60 por ciento de los árabes estadounidenses y 75 por ciento de los judíos encuestados manifestaron pesimismo ante las perspectivas de paz.

Dos tercios de los entrevistados en las dos comunidades calificaron la labor del gobierno de Bush en Medio Oriente de ”pobre” a ”correcta”. Apenas un tercio la consideraron ”buena” o ”excelente”.

Casi dos tercios de los árabes y 45 por ciento de los judíos afirmaron que Washington debería buscar ”el camino del medio” entre palestinos e israelíes, pero 65 por ciento de los árabes y casi 40 por ciento de los judíos consideraron que Bush favorecía a Israel.

Los palestinos tienen derecho a un ”estado independiente y seguro” para 85,5 por ciento de los judíos y para 95,6 por ciento de los árabes, y los israelíes tienen el mismo derecho para 96,6 por ciento de los judíos y 95,4 por ciento de los árabes. (FIN/IPS/tra-eng/jl/mj/ip/02

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