La televisión argentina amplificó en los últimos años el accionar de muchos políticos que supieron moverse con destreza y sin vergüenza ante cámaras, pero nunca se había atrevido a inventar un candidato, como lo hará ahora.
Sebastián Meléndez, mentor de El candidato de la gente, un programa que será puesto en pantallas el 22 de este mes, señaló que la idea surgió a consecuencia de la profunda crisis de representatividad de Argentina.
Nos pareció bueno generar un espacio para dar oportunidad a nuevos dirigentes, que planteen una nueva agenda política, dijo Meléndez a IPS.
Centenares de interesados ya se presentaron para la primera ronda de entrevistas con un equipo de productores periodísticos, quienes deberán seleccionar 100 postulantes para competir en una segunda vuelta frente a cámaras. De ese último grupo se escogerán 16 participantes para los cuatro programas de televisión.
Así, los televidentes tendrán la oportunidad a partir del día 22 de elegir a quien mejor los represente entre los 16 seleccionados, que deberán exponer sus propuestas, participar en debates y competir en distintas pruebas diseñadas por la producción del programa.
El candidato de la gente será inscripto por los responsables del espacio televisivo ante la justicia electoral como presidente del nuevo partido a crear y para que participe en elecciones legislativas.
La fila de personas que esperaba la segunda semana de este mes para asistir a la primera prueba llegaba a 500 cuando sólo faltaba una hora para la cita.
Siempre me interesó la política pero nunca milité en un partido, por eso vine, porque esta convocatoria tiene un contexto independiente, señaló a IPS María Sbaragli, una abogada de 28 años y con poco trabajo en estos días que aguardaba su turno para competir.
Ideas tengo muchas, pero lo que me diferencia de los políticos de ahora es que yo creo que puedo aportar honestidad, añadió Sbaragli, antes de comenzar a detallar sus propuestas para combatir el desempleo, la pobreza y la inseguridad ciudadana, tres de los problemas más acuciantes en el país.
Oscar Cánepa, un analista de sistemas de 41 años y menos dispuesto que Sbaragli a revelar sus iniciativas, arremetió contra los dirigentes políticos.
Yo a los políticos los elegiría a todos, porque tienen unas ideas fantásticas, pero quisiera saber cómo van a hacer lo que prometen. Yo en cambio sé como hacerlo, entonces me pregunto: ¿por qué no yo?
El candidato de la gente se enmarca en el estilo de programas de televisión como los que convocan adolescentes para formar un grupo musical o los que seleccionan personas con cuerpos agraciados o deportistas talentosos.
Se trata de programas baratos, que tienen costos de producción bajos y que pueden generar mucho dinero, explicó la crítica de televisión Any Ventura.
El caso paradigmático en Argentina es el de Bandana, el grupo musical de adolescentes mujeres que surgió del programa Popstars y que tiene un éxito imparable de venta de discos y en cantidad de público en sus recitales.
Popstars comenzó a principios de 2001 con la selección de elenco, al que se presentaron miles de jóvenes, luego en cada programa el jurado eligió a las que cantaran y bailaran mejor, además de tener carisma, hasta llegar a las cinco integrantes actuales de la banda de música pop Bandana.
Un año después se realizó una convocatoria similar, pero para formar un grupo musical de varones, al mismo tiempo que otro programa de televisión llamó a adolescentes con talento para el fútbol y un tercero se lanzó a la búsqueda de personas que se animasen a mostrar su cuerpo desnudo, así sin más.
Ahora esta fábrica de estrellas de televisión puso su mira en la política. El campo es fértil en Argentina, donde dos de cada tres personas manifiestan no tener confianza en ningún dirigente para que gobierne, según la última encuesta de Hugo Haime, y crece la consigna que se vayan todos los políticos.
Omar Benítez, un desocupado de 42 años, es otro que espera ser seleccionado. Alguna vez fue consejero vecinal por el gobernante Partido Justicialista (peronista).
Ahora no quiero saber nada de competir dentro del justicialismo, porque los nuevos dirigentes partidarios nos dejaron afuera a los verdaderos representantes del pueblo, apuntó.
Benítez, uno de los líderes del movimiento que resistió en los años 80 la erradicación de un asentamiento precario de viviendas en Buenos Aires, sostiene hoy a su familia con un subsidio de desempleado de apenas 150 pesos por mes (unos 40 dólares).
Habría que dar a los desempleados por lo menos 600 pesos (170 dólares) al mes y obligarlos a que vuelvan a las aulas para capacitarse en nuevas tecnologías, porque la informática desplazó la mano de obra y el Estado tiene que compensar a la gente por esa transformación, detalló Benítez, mientras esperaba su turno.
Otro aspirante a candidato de la gente es Rafael Cabrera, con 60 años y un sueño que procura realizar. Desde que tengo 20 años sueño que me gano un premio millonario y lo reparto entre la gente que menos tiene, narró.
Cabrera también está desempleado y hace algunos años intentó participar en política, pero no me dieron mucho lugar, recuerda.
La premisa del programa es que se presenten personas mayores de 25 años, con su correspondiente documento de identidad y residencia de al menos cuatro años en Buenos Aires. Son los requisitos constitucionales para quienes aspiren a ocupar una banca en la Cámara de Diputados por la capital argentina.
Ana Navarro, de 52 años, se presentó al canal con su hija y una carpeta repleta de papeles.
Trabajé 28 años en un laboratorio, pero me despidieron en noviembre y ahora soy material descartable, se quejó ante IPS, como muchos otros que admitieron que su interés de participar en política a través del programa surgió como consecuencia de la búsqueda infructuosa de un empleo estable.
Nunca milité en un partido político, pero me gusta participar y tengo muchas propuestas que quisiera presentar, aunque sea a través de un programa de televisión, puntualizó Navarro. (FIN/IPS/mv/dm/cr/02
