RIO+10: No se cancela la deuda ambiental del Norte

El Norte debe pagar por la deuda ecológica que contrajo durante siglos provocando la mayoría de los desastres ambientales del planeta, advirtieron organizaciones religiosas en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (CMDS).

”Las manifestaciones climáticas extremas se han vuelto más frecuentes. Inundaciones y sequías se intensifican. El nivel de los mares se eleva. El clima cambiante puede convertir a 150 millones de personas en refugiados”, afirma un documento divulgado en la ciudad sudafricana de Johannesburgo, sede de la CMDS.

El pronunciamiento fue firmado por las Agencias Ecuménicas de Ayuda y Desarrollo, en colaboración con el Programa de Cambio Climático del Consejo Mundial de Iglesias, una organización internacional de 342 iglesias de tradición cristiana.

Las consecuencias del cambio climático acentúan las profundas injusticias que existen entre países industrializados y en desarrollo, subrayó el texto.

”Los países en desarrollo, donde viven la mayor parte de la población mundial, son los más proclives a sufrir por las anomalías climáticas y carecen de medios para protegerse del impacto producido por el cambio del clima”, afirmaron los grupos religiosos.

El Norte rico tiene una considerable deuda ecológica con el Sur pobre, mucho mayor que la deuda externa de los países pobres, si se toman en cuenta la expoliación de recursos, la degradación ambiental, la producción de gases invernadero y la apropiación de espacio para depositar residuos tóxicos, sostiene el documento.

Esa deuda se acumuló durante siglos a través de la extracción de recursos naturales —sin permiso de los pueblos afectados—, como petróleo, minerales, bosques, riquezas marinas y genéticas, destruyendo ecosistemas y fuentes de sustento de los pueblos del Sur.

”En Ecuador, Nigeria y otras partes, los acreedores ecológicos (pueblos indígenas afectados por las operaciones de las compañías trasnacionales) han ocupado yacimientos petroleros y mineros para detener la destrucción de ecosistemas de los que depende su subsistencia”, señala el texto.

Las decisiones que afectan a las personas son tomadas por compañías y no por gobiernos, y éstos ”son cada vez más renuentes o incapaces de desafiar su poder”, apuntaron los grupos religiosos.

”De las 100 mayores economías del mundo, 51 son corporaciones globales y 49 son países. Noventa por ciento de esas corporaciones se encuentran en los países industriales, son responsables de 70 por ciento del comercio mundial y poseen 90 por ciento de tods la tecnología y productos patentados”, señala el pronunciamiento.

El director del Foro para Alternativas Africanas, Demba Moussa Dembele, propuso que la CMDS establezca un acuerdo internacional obligatorio sobre responsabilidad de las corporaciones.

”La Organización de las Naciones Unidas (ONU) debería restaurar la Comisión de Corporaciones Trasnacionales, dentro del Consejo Económico y Social, para establecer mecanismos regulatorios sobre las relaciones entre políticas y prácticas corporativas y las obligaciones internacionales”, dijo Dembele.

”Todos los estados miembros deberían negociar una convención marco obligatoria sobre responsabilidad corporativa, con mecanismos independientes para el control, la adhesión y el cumplimiento, que adhiera a todos los principios del desarrollo sustentable”, añadió Dembele. (FIN/IPS/tra-eng/to/dcl/en/dv/02

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