Cuatrocientos sobrevivientes de la tragedia de Bhopal, algunos de ellos en huelga de hambre, exigieron esta semana ante el parlamento de India el juicio a los responsables de ese desastre industrial ocurrido hace 18 años, el peor de la historia.
Unas 2.500 personas murieron en la noche del 2 de diciembre de 1984 en la central ciudad de Bhopal, envenenadas por los gases de una fábrica de pesticidas de la empresa estadounidense Union Carbide, y otras 2.800 fallecieron en los años siguientes, según el gobierno de India.
Pero los ambientalistas corrigen al alza el informe oficial para afirmar que en realidad, las víctimas fatales fueron 16.000.
Ninguno de los sobrevivientes o familiares de víctimas recibió más de 500 dólares como única compensación en todos estos años, pese a las promesas realizadas por los ejecutivos de Union Carbide.
Por esa razón, los manifestantes exigieron el martes frente al parlamento que el gobierno presione para lograr la extradición desde Estados Unidos y llevar ante la justicia a Warren Anderson, presidente en 1984 de Union Carbide, y otros ocho altos ejecutivos de la compañía en ese entonces.
Dos de las manifestantes, Rasheeda Bee y Tara Bai, se desmayaron de debilidad en medio del agobiante calor del verano, luego de 18 días de huelga de hambre.
Bee, de 46 años, perdió a cinco miembros de su familia inmediata debido al cáncer en los 18 años siguientes a la letal fuga de gases.
Bai, de 35, estaba embarazada cuando ocurrió el desastre, pero sufrió un aborto espontáneo y quedó estéril.
Ahora que ambas mujeres están hospitalizadas en cuidado intensivo, la única persona que continúa con la huelga de hambre es Satinath Sarangi, del Grupo de Bhopal de Información y Acción.
Conversaciones con tres ministros llevaron a Sarangi a creer que el gobierno está dispuesto a permitir que Dow Chemicals, la compañía que adquirió los activos de Union Carbide luego del desastre de Bhopal, utilice dinero destinado a la compensación de las víctimas para limpiar el sitio de la planta química.
Dow, que aceptó la responsabilidad de Union Carbide por contaminación con amianto en Estados Unidos, se negó hasta ahora a aceptar responsabilidades pendientes de su antecesora en Bhopal.
Mientras partidos de oposición como el Congreso y el Frente de Izquierda prometieron apoyo a los sobrevivientes de Bhopal en el parlamento, los tres ministros que se reunieron con Sarangi y otros activistas en Nueva Delhi se rehusaron a asumir cualquier compromiso.
Se trata del ministro de Vivienda, I.D. Swami, el ministro de Asuntos Exteriores, Digivjay Singh, y el ministro de la industria química, S.S. Dhindsa.
Es claro que el gobierno indio recibió instrucciones de Washington de cuidar los intereses de Dow, que posee activos e inversiones en India y podría ser responsabilizada, afirmó Sarangi.
Anteriormente, Rashida Bee había declarado que si tiene que elegir entre responsabilizar a Dow y Carbide o dejar librados a su suerte a los sobrevivientes de Bhopal, el gobierno elegirá esto último.
Además, agregó, aunque en 1987 se presentaron cargos de homicidio culposo contra Warren Andersen y otros ejecutivos de Union Carbide, el gobierno no adoptó ninguna medida para obtener su extradición desde Estados Unidos.
En cambio, la Agencia Central de Investigaciones de India procuró reducir los cargos a mera negligencia, lo cual impediría la extradición de los acusados, porque el tratado de extradición entre India y Estados Unidos no prevé la negligencia como causal de entrega de un sospechoso.
El gobierno estadual de Madhya Pradesh, donde ocurrió el desastre, se proponía presentar objeciones este miércoles contra la reducción de los cargos contra Andersen en una audiencia.
Casi un quinto de los 500.000 sobrevivientes sufren diversas dolencias, entre ellas fibrosis pulmonar, deficiencia visual, asma, dolores físicos y trastornos neurológicos.
Según expertos, lo peor aún está por venir, y serían aberraciones cromosómicas en futuras generaciones. (FIN/IPS/tra-en/na/rdr/js/mlm/hd-en/02
