Fuerzas de seguridad de Israel disparan contra ambulancias, en violación de normas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para proteger a civiles y refugiados en tiempos de guerra, según la única agencia del foro mundial instalada en Cisjordania y Gaza.
El comisionado general del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Cercano Oriente (UNRWA, por sus siglas en inglés), Peter Hansen, pidió a Israel que deje de atacar ambulancias y permita evacuar a heridos y entregar ayuda a campos de refugiados.
Hansen informó que 185 ambulancias, del UNRWA, el Comité Internacional de la Cruz Roja o la Sociedad de la Media Luna Roja, recibieron disparos israelíes.
Eso no es el resultado de balas perdidas o errores. Sólo puede deberse a tomar a las ambulancias como blanco, aseguró.
Los ataques han causado la muerte a cuatro conductores de ambulancias y tres médicos, y heridas a 122 médicos y conductores, indicó.
También hubo más de 350 casos de ambulancias a las cuales no se permitió prestar servicios de rescate, y de partos que debieron realizarse en ambulancias, señaló.
Recibimos informes de puro horror, sobre helicópteros que ametrallan áreas residenciales civiles y sistemáticos disparos de artillería de tanques, que han herido a cientos de personas, dijo a periodistas el lunes.
En nombre de la decencia humana, los militares israelíes deben dar paso seguro a nuestras ambulancias, para que ayuden a evacuar a los heridos y entreguen suministros de emergencia de alimentos y medicamentos, enfatizó.
Israel es firmante de convenciones internacionales para proteger a no combatientes en tiempo de conflicto, pero esas convenciones son inútiles si no se adhiere a ellas justamente en los tiempos de mayor derramamiento de sangre, comentó.
El mundo observa, e Israel debe poner fin a sus despiadados asaltos contra campos civiles de refugiados, advirtió.
Las cuatro Convenciones de Ginebra firmadas por Israel entraron en vigencia en 1949 y 1950, para regular emergencias en tiempos de guerra, e imponen asistir a heridos y enfermos en los campos de batalla, tratar en forma humanitaria a los prisioneros de guerra y proteger a los civiles.
Hansen dijo que Israel viola todos esos acuerdos.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo la semana pasada que empujar al exilio al presidente palestino, Yasser Arafat, como pretende el gobierno israelí, sería una clara violación de las Convenciones de Ginebra, que prohíben en forma específica la deportación en tiempos de guerra.
Vehículos israelíes con palas mecánicas arrasaron hogares de los refugiados palestinos, cuyas reservas alimentarias y de medicamentos se agotarán pronto, señaló Hansen, quien aseguró que las Fuerzas de Defensa de Israel han transformado los campos de refugiados de Balata y Jenin a infernales campos de batalla.
El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Shaul Mozaf, dijo en Jerusalén el domingo, durante una conferencia de prensa, que las fuerzas armadas de su país habían matado a unos 200 palestinos y herido a más de otros 1.500 en los 11 días previos, desde el comienzo de la actual ofensiva en territorio palestino.
En el mismo periodo, fueron capturados unos 1.600 palestinos sospechosos de terrorismo, murieron 13 soldados de Israel y otros 130 fueron heridos, indicó.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidió la inmediata retirada israelí, y que Arafat condene con claridad el uso de tácticas terroristas por parte de extremistas palestinos. Ninguna de esas peticiones fue satisfecha.
Ningún primer ministro israelí puede desafiar por mucho tiempo en forma abierta a un presidente estadounidense, opinó el experto en Medio Oriente Stephen Cohen, del Foro sobre Políticas Israelíes, con sede en Washington.
Annan expresó el lunes en Madrid su esperanza de que el gobierno israelí cumpla la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pidió la inmediata retirada de sus tropas, reafirmada por Bush.
Pienso que estamos ante una situación muy trágica, de extrema gravedad desde el punto de vista humanitario, ya que gran número de personas carecen de agua y sufren escasez de alimentos y medicamentos, comentó.
El mundo entero pide la retirada israelí. No creo que el mundo entero, incluyendo a amigos del pueblo y el gobierno de Israel, pueda estar equivocado, añadió.
Numerosas agencias humanitarias, entre ellas el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Sociedad de la Media Luna Roja y Médicos Sin Fronteras han criticado ataques israelíes contra ambulancias, campos de refugiados e infraestructura civil.
Estamos conmovidos y preocupados por los crecientes incidentes de ese tipo, que incluyen ataques directos contra nuestras ambulancias, dijo Pierre Sallignon, de Médicos Sin Fronteras.
La conducta militar israelí es por completo inaceptable, ya que pone en peligro el trabajo de salvar vidas de servicios médicos de emergencia, y la propia misión humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja, afirmó el viernes un funcionario de ese comité.
El UNRWA aseguró que fuerzas de seguridad israelíes han impedido en los últimos tres días el ingreso a campos de refugiados de sus ambulancias y camiones de transporte de alimentos.
Unas 30 personas han muerto en las últimas 36 horas en el hospital de Jenin, cuya sala de operaciones agotó sus reservas de oxígeno, y que está a punto de agotar su reserva de medicamentos, destacó.
La interferencia en el acceso a atención médica es empleada por Israel como arma de guerra, de modo sistemático y deliberado, aseveró el director del Centro de Investigaciones Palestino- Estadounidense de la cisjordana ciudad de Ramalá, Mouin Rabbani.
Se impide a servicios de emergencia como los de ambulancias recoger a muertos y heridos, agregó.
Es espantoso que haya groseras violaciones del derecho a realizar prácticas religiosas relacionadas con los difuntos y su entierro. Pido a todos respeto por tradiciones religiosas básicas, y la población israelí de tradición judía puede entender eso muy bien, dijo el viernes Hansen en una conferencia de prensa.
El funcionario expresó especial consternación por la cantidad de tumbas colectivas y de casos de personas que mueren en sus casas o se desangran en las calles sin atención médica básica.
Hablé con una familia de un campo de refugiados que debió enterrar a uno de sus integrantes en su pequeño patio trasero, apuntó. (FIN/IPS/tra-eng/td/aa/mp/ip hd/02
