La reducción hasta 54 por ciento de la deuda externa de Tanzania no garantiza una reducción proporcional de la pobreza en ese país de Africa oriental, advirtieron activistas del desarrollo.
Tanzania es el cuarto país que reúne las condiciones para el alivio de su deuda en el marco de la polémica Iniciativa para los Países Pobres Fuertemente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés), después de Uganda, Mozambique y Bolivia.
Por lo tanto, la deuda de 6.000 millones de dólares de Tanzania se reducirá a cerca de 3.000 millones con el tiempo, anunciaron el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según las actuales proyecciones, el servicio anual de la deuda de Tanzania será recortado en un promedio de 47 por ciento en los próximos 20 años, de 193 millones de dólares hace dos años a un promedio de 116 millones en la próxima década y a 87 millones entre 2011 y 2021.
Como proporción de los ingresos públicos, el servicio de la deuda debería caer de 19 por ciento el año pasado a un promedio de 7,7 por ciento entre 2001 y 2011 y a 4,4 por ciento en la década siguiente, explicó el Banco Mundial.
Tanto el Banco como el FMI elogiaron el cumplimiento de Tanzania con una serie de programas de ajuste estructural en los últimos años, y atribuyeron a esos ajustes una de las mayores tasas de crecimiento económico de Africa subsahariana.
La economía de Tanzania, con 36 millones de habitantes y un ingreso bruto por habitante cercano a 170 dólares, creció casi cinco por ciento en 2000 y se prevé un desempeño similar este año pese a la desaceleración de la economía mundial, que deprimió los precios de las principales exportaciones tanzanas (café, algodón y minerales).
Durante mucho tiempo, Tanzania arguyó que la carga de la deuda obstaculizaba su desarrollo.
El canciller Jakaya Kikwete declaró el mes pasado a la Asamblea General de las Naciones Unidas que el pago de los intereses de la deuda consumía un tercio del presupuesto nacional, y el resto debía dividirse entre el servicio civil, el mantenimiento de la ley y el orden, la salud, la educación, las comunicaciones y el transporte, entre otros servicios.
«Esto subraya que el alivio o el perdón de la deuda serán de gran ayuda para aumentar la capacidad de los gobiernos de cumplir con sus obligaciones», destacó Kikwete.
Señaló, sin embargo, que el alivio otorgado en el marco de la HIPC es insuficiente para superar el impacto debilitante de la deuda, en especial en Africa subsahariana.
Otros países africanos y organizaciones no gubernamentales (ONG) comparten esa opinión, y en los últimos cinco años han realizado una fuerte campaña para el alivio o la condonación de la deuda de los países más pobres.
Hasta ahora, sus esfuerzos han tenido un éxito limitado.
La HIPC fue lanzada en 1996 con el objetivo inicial de reducir la deuda por debajo de 200 por ciento del valor de las exportaciones de cada beneficiario.
Pero en los tres años siguientes se avanzó muy poco, y bajo presión de los activistas, los países más ricos del mundo -que dominan los directorios de las principales instituciones financieras y agencias de desarrollo internacionales- acordaron en 1999 un plan para un alivio mayor y más rápido de la deuda.
La «iniciativa mejorada», que abarca a 36 países, condiciona la reducción de la deuda al cumplimiento de programas de ajuste estructural prescriptos por el Banco y el FMI y a un mayor gasto en servicios de salud y educación.
Sin embargo, muchas ONG y países endeudados afirman que esto no será suficiente para sacar a decenas de millones de personas de la pobreza y restaurar las perspectivas de un mejor nivel de vida.
Según los críticos, el objetivo debería ser la condonación total de la deuda, en particular ante los desafíos que enfrentan muchos países de Africa subsahariana en la lucha contra la epidemia de sida.
Un informe de la organización humanitaria Oxfam International, por ejemplo, reveló que dos tercios de los países que comenzaron a recibir un alivio de la deuda, incluida Tanzania, seguirán gastando más en el servicio de la deuda que en salud, y la mitad, más en la deuda que en salud y educación juntas.
La ONG Eurodad, con sede en Bruselas, señaló que los cálculos del Banco Mundial y el FMI son «demasiado optimistas», y advirtió que la caída en el precio de los productos básicos contrarrestará cualquier beneficio otorgado mediante la HIPC.
«La mayoría de los países pobres fuertemente endeudados no alcanzarán una deuda sostenible a menos que reciban una reducción adicional sustancial», previno Eurodad.
Tanzania podría ser la primera víctima, advirtió la ONG británica Oxfam en julio.
De acuerdo con las propias predicciones del Banco, el alivio de la deuda «dejará a Tanzania en una situación sumamente precaria, tanto en materia de deuda como de recursos liberados para la educación y otros servicios», señaló Oxfam. (FIN/IPS/tra-en/jl/aa/mlm/dv/01