DROGAS-CARIBE: Un mar sin barreras para los perseguidores

Buques de Estados Unidos y de tres países europeos podrán perseguir a los narcotraficantes incluso en aguas territoriales de naciones de América Central y el Caribe, de prosperar un acuerdo multilateral cuya firma se prevé para febrero.

Se trata del primer convenio multilateral en el mundo de patrullas conjuntas para combatir el tráfico internacional de drogas. Veinticuatro países elaboraron esta semana en la capital de Costa Rica un borrador del convenio.

El borrador del convenio, que consta de 42 artículos, permitirá patrullar por aire y por mar en aguas caribeñas a todos los países parte, entre los cuales figurarán cuatro naciones industrializadas: Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Holanda.

«Con las conversaciones de esta semana, el convenio queda a las puertas de ser aprobado muy posiblemente en febrero», explicó este jueves la vicecanciller de Costa Rica, Elaine White, durante la sesión de conclusiones.

A la reunión, que se realizó entre el domingo y este jueves, asistieron representantes de los ministerios a cargo de la seguridad interna y de la defensa de los países participantes.

El acuerdo en ciernes, cuyo contenido se mantiene en reserva pero fue adelantado a IPS por participantes a la reunión, llevará por nombre «Convenio sobre cooperación para la supresión del tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas en el Caribe».

White indicó que la reunión para la última negociación entre los 24 países firmantes del convenio se realizará en febrero en algún país del Caribe, aún por definir.

Esta iniciativa nació hace más de un lustro, cuando Barbados solicitó ayuda internacional para detener el tránsito de barcos y lanchas rápidas que cargaban drogas ilícitas cerca de sus costas.

White explicó que uno de los puntos del convenio que aún resta afinar será la manera en que se otorgarán los permisos para la incursión en los mares territoriales de los países centroamericanos y caribeños.

«Algunos países también quieren incluir un artículo que detalle reservas (excepciones) para el cumplimiento del convenio», afirmó la jefa de la diplomacia costarricense.

Informes oficiales sostienen que 90 por ciento de las drogas, en especial la cocaína, destinada a Estados Unidos y a Europa pasa por el mar Caribe. Se estima que 850 toneladas de droga ingresan en este mar, de las cuales 550 toneladas métricas se dirigen a territorio estadounidense.

En un comunicado oficial, se explicó que son pocos los puntos del convenio sobre los cuales hay disenso, pero en todo caso todas las delegaciones manifiestan su disposición a seguir trabajando para lograr un acuerdo total.

Todos los países que participan en la negociación acordaron que Costa Rica sea el país depositario del convenio, una vez que sea firmado por todos los estados.

«Llegamos a la conclusión de que si el narcotráfico no se acomete en conjunto no puede ser combatido», explicó a IPS Jorge Ballestero, jefe de los negociadores de Costa Rica.

Ballestero afirmó que los representantes de los distintos países dialogan para determinar si los permisos de ingreso a aguas territoriales serán tácitos, expresos, escritos u de otra forma.

El proyecto que hoy es un convenio en ciernes surgió en 1995 cuando comenzaron a darse los primeros acercamientos de cooperación entre Francia y Holanda por sus antiguas colonias en el Caribe.

Ese mismo año la Unión Europea instó al gobierno holandés, en una reunión en Madrid, a incrementar su colaboración con el Caribe en materia de lucha contra el narcotráfico.

El 15 de mayo de 1996 comenzaron los primeros contactos para integrar a toda la región centroamericana y caribeña en un convenio para el control de drogas.

El capitán Hugo Fonseca, capitán de la marina de El Salvador, quien participó como observador en estas negociaciones, indicó a IPS que este convenio es muy complejo pues actualmente los latinoamericanos manejan un concepto muy distinto de soberanía que los europeos.

«Mientras aquí en América Latina tenemos constantes choques en nuestras fronteras —por ejemplo, entre Nicaragua y Costa Rica por la navegación del río San Juan—, en la Unión Europea el paso de un país a otro es muy flexible», aseguró Fonseca.

El representante de El Salvador atribuyó a esta razón la tardanza en las negociaciones.

Sin embargo, agregó, poco a poco los países logran coincidencia en cuanto a la necesidad de combatir el narcotráfico de forma colectiva.

Este convenio incluye también la posibilidad de que las naciones industriales firmantes ingresen a aguas caribeñas con buques propios pero con la compañía de tripulaciones de la región, dijo Fonseca, quien tuvo acceso al borrador.

«Tengo la impresión de que estamos cerca de lograr un acuerdo importantísimo», afirmó Edward Craane, negociador holandés y embajador de ese país en Argentina.

Craane afirmó que este será un convenio pionero pues no existe un antecedente similar en el mundo. (FIN/IPS/nms/mj/ip/01

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