La cuestión de la propiedad intelectual y la salud pública puede conducir al fracaso de la Cuarta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) iniciada este viernes en Qatar, advirtieron organizaciones no gubernamentales (ONG).
Los reclamos de los países en desarrollo para modificar el acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIPS), en particular en el ámbito de la salud, no fueron contemplados en forma adecuada en el proyecto de declaración que orienta las negociaciones multilaterales, advirtieron ONG reunidas en Doha.
Los países en desarrollo aspiran a un reconocimiento explícito de la prioridad de la salud pública sobre los derechos comerciales de propiedad intelectual.
Pero el borrador de declaración, en el que se intenta equilibrar las demandas de las partes, contiene un único párrafo sobre la cuestión, donde establece que los derechos de propiedad intelectual serán implementados e interpretados «de modo que defiendan la salud pública».
«Esto es apenas el esqueleto de lo que pidieron los países en desarrollo. Queremos saber dónde está la carne. La han extraído», dijo Ellen Hoen, representante de la organización humanitaria Médicos sin Fronteras, ganadora en 1999 del premio Nobel de la Paz.
«Como médicos nos enfrentamos diariamente a las desigualdades de los TRIPS», agregó Hoen.
«Los medicamentos no son muñecas o discos compactos, son una cuestión de vida o muerte para millones de personas», señaló Médicos sin Fronteras en un comunicado.
Para establecer la prioridad de la salud ante la propiedad intelectual y los beneficios comerciales, debería alcanzarse un nuevo acuerdo que confirme y amplíe el derecho de los países a optar por medicamentos importados genéricos (no sujetos a patente), afirmaron los países en desarrollo en septiembre.
Las naciones del Sur exigen igualmente la facultad de imponer licencias compulsivas a fabricantes nacionales o internacionales, cuando no existe capacidad productiva local.
Estas salvaguardas ya figuran en el acuerdo TRIPS, pero cuando los países en desarrollo intentan aplicarlas enfrentan las demandas judiciales de las compañías farmacéuticas o de los gobiernos de los países ricos.
Estados Unidos presionó a Sudáfrica, Brasil, República Dominicana y Tailandia para que ajustaran sus leyes de propiedad intelectual, incluso blandiendo la amenaza de sanciones económicas, indicó la organización benéfica británica Oxfam.
Veinticinco por ciento de los bebés que se asisten en un centro de salud de Médicos sin Fronteras en un vecindario pobre de la austral Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, son portadores del virus causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Un año de tratamiento con medicamentos antirretrovirales patentados cuesta 2.300 dólares por persona, pero el mismo tratamiento con medicinas genéricas tiene un precio diez veces menor.
Al igual que muchos países en desarrollo, Kenia presenta una elevada mortalidad infantil por neumonia. El antibiótico para combatir la enfermedad, patentado como Zithromax, cuesta lo mismo en el país africano que en las naciones ricas.
Pero en virtud del acuerdo TRIPS, Kenia no puede importar medicinas genéricas cinco veces menos costosas que el Zithromax.
«El acuerdo de TRIPS y la salud pública puede ser la cuestión que haga funcionar o liquide la conferencia. Teníamos la esperanza de que el acceso al antibiótico patentado contra el ántrax, Cipro, sensibilizaría a los gobiernos de los países ricos ante las necesidades de los países en desarrollo», dijo Michael Bailey, de Oxfam.
Algunos delegados suponen que el caso de la propiedad intelectual no tiene más potencial de liquidar la conferencia que el espinoso asunto de los subsidios agrícolas de 350.000 millones de dólares con que el Norte industrial protege su producción agrícola.
Hay rumores de que la Unión Europea estaría más dispuesta que Estados Unidos a revisar el acuerdo TRIPS.
La OMC insiste en que se trata de un acuerdo equilibrado, «entre los objetivos sociales de largo plazo, al incentivar futuras invenciones y creaciones, y los objetivos de corto plazo, al permitir que la gente utilice las invenciones y creaciones existentes».
Mediante este mecanismo, los derechos privados llevan al beneficio social, pues alientan el desarrollo de nuevas medicinas, arguye la OMC.
En una jugada de relaciones públicas, Estados Unidos ofreció exonerar oor cinco años a Sudáfrica de la obligación de aplicar los TRIPS, y es probable que la puesta en marcha del acuerdo se postergue hasta 2006 para los 49 países menos desarrollados.
Tales concesiones deben analizarse con calma, en primer lugar porque desvían la atención del evidente fracaso de los organismos de gobierno de la OMC para reflejar las demandas de los países en desarrollo, afirmaron las ONG.
Por otra parte, podría tratarse de un intento de distanciar al bloque de países africanos de las naciones en desarrollo que fabrican medicamentos genéricos, como Brasil e India, señaló Cecilia Oh, de la Red del Tercer Mundo, con sede en Malasia.
La sociedad civil reunida en Doha propuso en cambio una solución fundada en tres premisas. En primer lugar, que la declaración final explicite claramente que la implementación del acuerdo TRIPS es menos importante que la salud pública.
En segundo término, una revisión del impacto del acuerdo en la salud y el desarrollo, y finalmente, el cese de las presiones sobre los países en desarrollo para que apliquen «normas de patentes indebidamente excesivas». (FIN/IPS/tra-eng/fk/mn/dc/if dv/01