Los profesionales afroestadounidenses logran empleos bien remunerados, aunque el salario que perciben es inferior al de sus pares blancos y la discriminación aumenta junto con la escala jerárquica.
Los profesionales negros reciben 72 centavos por cada dólar pagado a profesionales blancos en el mismo cargo, sostiene el informe publicado por la revista de la Asociación Estadounidense de Sociología.
Las disparidades persisten ante igual formación profesional y experiencia. Cuanto más altos son los cargos y más intangible la naturaleza del trabajo, más marcada es la discriminación salarial, según el estudio «La estructura de la desventaja: Factores individuales y ocupacionales en la brecha salarial entre blancos y negros».
Los autores, Erik Grodsky y Devah Pager, observaron la situación de más de un millón de hombres trabajadores en más de 470 profesiones y ocupaciones, entre ellas las de abogado, médico, odontólogo, jefe de ventas y corredor de bolsa.
El estudio, publicado en el número de agosto de la bimensual Revista Estadounidense de Sociología, es la primera investigación concentrada en las diferencias entre trabajadores blancos y negros en iguales empleos o cargos.
Grodsky y Pager anunciaron que preparan una investigación similar sobre la situación salarial de mujeres blancas y negras.
La mayor desigualdad de ingreso se registra en el sector de venta de servicios financieros, donde los empleados negros cobran 72 centavos por cada dólar percibido por sus pares blancos.
Los odontólogos y médicos negros ganan 80 centavos por cada dólar obtenido por sus colegas blancos, y los abogados negros 79 centavos.
Sin embargo, el estudio descubrió que en oficios de menor paga, como cocineros, conductores de taxi y tapiceros, negros y blancos cobran igual. Los sueldos en este tipo de empleos se basan en la producción, lo cual deja menos espacio a los factores raciales, afirmaron los autores.
Por el contrario, los ámbitos laborales de mayor prestigio, la naturaleza intangible del trabajo y la menor cantidad de personal negro son condiciones para que prime la discriminación salarial basada en el racismo.
La investigación subrayó que hay menos disparidad salarial en el sector público que en el privado, porque los empleos y salarios gubernamentales se determinan generalmente por el mérito, la educación y la experiencia, reduciendo la discrecionalidad en los contratos, despidos y promociones.
Las empresas no sólo discriminan en el pago a su personal, sino también en la asignación de tareas, según el estudio.
Por ejemplo, varios encargados de ventas negros demandaron a la fabricante de fotocopiadoras Xerox por la supuesta asignación de áreas y clientes más provechosos a vendedores blancos, aunque la empresa negó cualquier acción incorrecta.
«Tratamos la diversidad como un objetivo empresarial. La meta es crear y mantener un ambiente laboral inclusivo y reconfortante para todos los empleados», dijo en una carta al personal el mes pasado la presidenta de Xerox, Anne Mulcahy.
La investigación, no obstante, sugiere que es común que los profesionales negros sean vinculados a la clientela negra de una empresa, porque los supervisores creen que se relacionan mejor entre sí.
Tanto empresas como familias negras tienden a ganar menos que las blancas y disponen por eso de menos dinero para gastar. Por tanto, los vendedores negros a los que se asignan clientelas negras están condenados a ingresos y comisiones relativamente más bajas, afirma el estudio.
El fenómeno es notorio en el sector de los servicios financieros, donde los profesionales gestionan y atienden las inversiones u operaciones bancarias de sus clientes.
En esos casos, los ingresos dependen de las comisiones de compra y venta de acciones, bonos u otros instrumentos para colocar inversiones y ahorros.
Los hombres negros que trabajan en compañías financieras tienen más probabilidades de ser asignados a clientes negros u otros de «menor valor neto» porque se considera que los blancos reúnen más habilidades para interactuar con los clientes más ricos, abrumadoramente blancos.
Esas habilidades suelen reducirse a la vestimenta y el porte y son estimadas por la facilidad de trato con los clientes que se da, en buena medida, en la interacción social, afirma el estudio. (FIN/IPS/tra-en/aa/hd lb/dc-mlm/01
