AGRICULTURA-MEXICO: Fox, ranchero en campo pobre

El presidente de México Vicente Fox, quien se ufana de ser «campesino y ranchero de vocación», afronta dificultades en el área rural, donde se concentra 75 por ciento de la pobreza extrema del país.

El conservador Fox, primer mandatario ajeno al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 71 años y con nueve meses al frente del gobierno, heredó de sus predecesores un campo abandonado y en deterioro, según expertos.

Organizaciones campesinas anunciaron el inicio para el próximo miércoles de movilizaciones en la capital contra la «ausente» política agrícola de Fox, similares a las que mantienen desde inicios de julio en la misma ciudad productores de caña que reclamaban el pago oportuno y justo por su trabajo.

Los campesinos planifican ocupar edificios de las Secretarías (ministerios) de Agricultura y Economía, entre otros. Habrá marchas por las calles y «otras sorpresas», dijo a IPS Emiliano Serra, miembro de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas (Unorca).

«No sabemos cuántos participaran, pero serán varios miles», señaló.

Mientras, grupos indígenas anunciaron también cierre de carreteras y protestas en capitales de diferentes estados, en su caso contra la reforma constitucional sobre los derechos de las comunidades autóctonas ya aprobada por el Congreso legislativo federal y por la mayoría de las legislaturas estatales.

La reforma, pendiente de la sanción o el veto del Poder Ejecutivo, no satisface las expectativas de autonomía y autodeterminación expresadas por organizaciones de indígenas y por el insurgente Ejército Zapatista de Liberación Nacional del meridional estado de Chiapas.

«El campo está tronando y Fox va a tronar con él», sentenció el diputado del izquierdista Partido de la Revolución Democrática y ex dirigente campesino Miguel Luna.

En el sector rural, donde viven menos de 25 por ciento de los 100 millones de mexicanos, entre ellos la mayoría de los 10 millones de indígenas, se concentran los problemas de pobreza extrema del país.

Casi 70 por ciento de los habitantes de áreas rurales carecen de trabajo en la actividad agropecuaria remunerada, según estudios oficiales. La mayoría se dedica al comercio, la artesanía o a actividades de subsitencia.

La apertura comercial vigente en México, el acento de los gobiernos en el desarrollo urbano, la emigración y la caída de los subsidios al sector rural es el origen de un aumento de la pobreza del campo, paralelo al de la conflictividad social, señaló a IPS el experto en asuntos agrícolas Manuel Contreras.

En el campo «hay una verdadera bomba de tiempo», advirtió Contreras.

En el primer trimestre de este año, la economía de México creció 1,9 por ciento, mientras el sector agrícola cayó 5,5 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática.

En ninguno de los años entre 1991 y 2000 el crecimiento del sector agrícola igualó o superó al del total de la producción.

En el último lustro la producción de frijol, trigo, arroz y soja bajaron en proporciones de hasta 30 por ciento. Sólo la de maíz se incrementó, 1,9 por ciento.

Para cubrir la demanda interna, las importaciones de maíz subieron más de 94 por ciento, las de trigo 73 y las de soja 50 por ciento.

Los precios de casi todos los productos importados son inferiores al costo de la producción local, pues proceden de países donde el Estado aporta elevados subsidios al sector agrícola, sostuvo la Unorca.

El gobierno de Fox, cuyo ministro de Agricultura, Javier Usabiaga, es dueño, al igual que el mandatario, de empresas agrícolas exitosas, sostiene que estos problemas no se solucionarán con más subsidios ni con mayores aranceles, sino con tecnología y con mejor eficiencia e infraestructura física.

Sin embargo, el gobierno no niega que sea necesario mantener, por ahora, políticas de apoyo al sector y programas asistenciales.

El Consejo Agrario Permanente y la Central Campesina Independiente, dos de las más importantes organizaciones de agricultores de México y convocantes, junto con Unorca, de las próximas protestas, sostuvieron que el gobierno debe subsidiar el sector y revisar la apertura comercial.

El proteccionismo no es una buena idea y debe formularse un plan agrícola integral que haga hincapié en la eficiencia, opinó Manuel Sánchez, director de estudios económicos del grupo financiero BBVA-Bancomer.

El año pasado, el apoyo del Estado a los productores agrícolas de México representó 1,1 por ciento del producto interno bruto, mientras en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que reúne a todos los países industrializados, fue de uno por ciento en promedio, afirmó Sánchez.

El problema no está en los subsidios, agregó.

Usabiaga reconoció que en el campo hay graves problemas, pero señaló que sólo la eficiencia lo sacará del retraso. El ministro seguró que las protestas en ciernes responden, en parte, a un origen político.

El funcionario denunció que los gobiernos del PRI actuaban con paternalismo frente al sector rural y daban dinero a muchas organizaciones campesinas para cubrir sus gastos, lo que hoy se cortó, según dijo. (FIN/IPS/dc/mj/dv if/01

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