VENEZUELA: Montesinos deja dudas y roces diplomáticos con Perú

La captura en Venezuela e inmediata entrega a Perú del ex jefe de inteligencia peruano Vladimiro Montesinos dejó dudas sobre el papel del gobierno de Hugo Chávez en el caso y roces diplomáticos entre las dos naciones.

Chávez anunció este viernes de madrugada en cadena de radio y televisión el llamado en consulta al embajador venezolano en Perú y que el canciller Luis Alfonso Dávila pedirá explicaciones a la representación peruana.

El presidente aseguró que está en marcha una estrategia internacional para acusar a su gobierno de proteger a Montesinos y para difundir la idea de que se vio obligado a entregarlo por presiones de Perú y Estados Unidos. «Es una conspiración que busca derrocarme», dijo.

El primer ministro y canciller de Perú, Javier Pérez de Cuéllar, replicó que su gobierno «no responderá a provocaciones».

La reacción de Caracas se debió a declaraciones del ministro del Interior de Perú, Antonio Ketin Vidal, que destacó la cooperación entre su gobierno y Estados Unidos para detener a Montesinos e insinuó que la operación conjunta debió superar obstrucciones en Venezuela.

Montesinos, que había huido de Perú el 28 de octubre, tiene 49 causas judiciales abiertas en Perú. Entre 1990 y 2000, fue el hombre fuerte del régimen de Alberto Fujimori. Se le acusa de asesinato, narcotráfico, peculado, extorsión y corrupción, entre otros delitos.

El ex jefe de inteligencia del gobierno de Fujimori fue detenido en un barrio popular de Caracas el sábado y enviado a Perú al día siguiente. El propio Chávez dio la noticia y el episodio opacó la última jornada de la cumbre de la Comunidad Andina de Naciones, celebrada ese mismo fin de semana.

La deportación de Montesinos se registró después de casi siete meses de sospechas sobre su presencia en Venezuela, una posibilidad que el gobierno de Chávez había descartado en varias oportunidades.

Según esas versiones, Montesinos ingresó en Venezuela a principios de diciembre. De acuerdo con el Ministerio del Interior y Justicia, «siempre permaneció en Caracas». Al parecer, el prófugo usó documentación venezolana falsa.

Para el ex canciller venezolano Simón Alberto Consalvi, «no ha terminado toda la novela de Montesinos» en este país. «hora se presenta para el gobierno venezolano una oportunidad doblemente comprometedora: investigar a fondo e informar al país toda la verdad», dijo.

Teodoro Petkoff, director de la revista venezolana Tal Cual, se preguntó por qué Montesinos decidió permanecer en Caracas aunque sabía que se sospechaba de su presencia en esta capital y que los organismos de seguridad de tres países estaban tras su pista.

Esa no es la única pregunta aún sin respuesta. Montesinos fue enviado de inmediato a Perú y las dos personas que supuestamente estaban con él fueron dejadas en libertad porque «no se presume que hayan cometido algún delito», según la Fiscalía venezolana.

«No descartamos que gente de la policía haya participado en su protección en el seno del país», admitió el ministro del Interior y Justicia venezolano, Luis Miquilena.

«¿Puede imaginarse a un hombre sin duda inteligente y alerta, genio del mal, como era Vladimiro Montesinos, permaneciendo en un país donde todo el mundo sabía que estaba, de no haber estado seguro de que contaba con una protección suficientemente poderosa?», se preguntó Petkoff.

Las sospechas apuntan al ex director de la policía política venezolana, Eliécer Otayza, destituido sin muchas explicaciones el día 20 y a quien la periodista Patricia Poleo señaló, tras una extensa investigación, como encubridor de Montesinos.

Otayza había atribuido las acusaciones contra el gobierno de Chávez de proteger a Montesinos a la existencia de «muchísimo interés en meter a Venezuela y (a) su proceso revolucionario en todos los problemas internacionales con el objeto de desprestigiar el proceso político».

Chávez desarrolló esta versión. «Está en marcha un plan que trasciende las fronteras de Venezuela cuyo fin es derrocar a Hugo Chávez, y todo esto que ha pasado en estos días en relación con el sonado caso del señor Montesinos es sólo una parte de ese plan», aseveró.

El presidente venezolano llegó al poder en febrero de 1999 y desde entonces impulsa su «revolución social bolivariana» con grandes transformaciones políticas e institucionales.

Analistas coinciden en recordar la insistencia de Otaiza en negar la presencia de Montesinos en Venezuela durante los últimos meses, y dudan que el ex jefe policial hubiera protegido al ex funcionario peruano sin el aval de Chávez.

Otra actuación que generó dudas fue la del diputado Pedro Carreño, del Movimiento V República (MVR), el partido de Chávez, quien el día 22 aseveró que Montesinos había sido asesinado en una base militar peruana. Carreño se considera una figura política cercana a Chávez.

E el también diputado del MVR Tarek William Saab dijo a IPS que se quiere desviar la atención de los hechos realmente importantes, como la colaboración de Montesinos con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.

Una de las vertientes que tomó fuerza este viernes es el lío diplomático entre Caracas y Lima. Chávez ofreció una cadena nacional de radio y televisión de tres horas, que se extendió hasta la madrugada de este viernes, para hablar del caso Montesinos.

El presidente anunció que llamaba a consultas, de forma inmediata, a su embajador en Perú, Gonzalo Gómez. El representante volverá a sus funciones una vez que asuma el poder el presidente electo Alejandro Toledo, el 28 de julio.

Por su parte, el canciller Dávila dijo que la Embajada de Perú debía explicar por qué no informó a las autoridades venezolanas sobre el salvoconducto otorgado en diciembre a una ciudadana peruana que habría ingresado en Venezuela con Montesinos.

«Tendrán que explicar por qué la policía peruana hizo investigaciones y requisas en Caracas sin avisar a Venezuela», dijo Dávila, quien también ratificó que el ministro del Interior peruano intentó ingresar a este país de forma encubierta en abril.

«Si Perú sostiene que su policía y la de Estados Unidos participaron en la captura de Montesinos entonces eso implica que agentes extranjeros estaban actuando en nuestro país sin autorización nuestra», recalcó Dávila.

Héctor Pesquera, director de la oficina de Miami del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, negó este jueves que agentes de ese cuerpo hayan actuado en Venezuela.

Pesquera que el FBI siguió en territorio estadounidense las operaciones de la cuenta bancaria de Montesinos y detuvo a un venezolano que les proporcionó información clave.

También genera dudas la entrega expedita de Montesinos a Perú, sin interrogatorios y ni trámites judiciales.

La organización de derechos humanos Provea dijo a IPS que Montesinos, según las leyes venezolanas, debía ser deportado pero después de cumplirse «con una solicitud formal del gobierno peruano a través de la Cancillería venezolana y con una decisión del Tribunal Supremo de Justicia». (FIN/IPS/ac/mj/ip/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe