Dos campesinos mexicanos semianalfabetos que se enriquecieron en Estados Unidos, pese a llegar como inmigrantes indocumentados, regresaron a este país para convertirse en protagonistas de elecciones municipales que se realizarán el próximo domingo.
Andrés Bermúdez, «rey del tomate», y Salvador Martínez, «rey de la lechuga», que ganaron los apodos gracias a sus conquistas empresariales tras 20 años de trabajo, compiten ahora por el ayuntamiento de Jerez, una localidad de 54.000 habitantes en el central estado de Zacatecas.
Bermúdez posee una empresa agrícola en el estado de California, en la costa oeste de Estados Unidos, especializada en la producción de tomate y que emplea a 1.000 mexicanos.
Por su parte, Martínez es propietario de una firma que produce lechugas y elabora ensaladas.
Los dos aspirantes a la alcaldía de Jerez afirmaron que, una vez realizado su «sueño americano», quieren servir sus paisanos, en una zona en que la falta de trabajo lleva cada año a muchos jóvenes a emigrar a Estados Unidos.
Bermúdez es candidato del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática, mientras que Martínez representa al Partido de Centro Democrático,
Esta es la primera vez que dos campesinos emigrantes regresan millonarios a México para competir por una alcaldía, señaló el analista político Miguel Granados.
Tal como lo hicieron hace dos décadas Bermúdez y Martínez, en la actualidad viajan a Estados Unidos 838 mexicanos indocumentados cada día, pero con la diferencia de que es ahora más difícil superar los controles migratorios.
Durante la campaña electoral, Bermúdez y Martínez lanzaron dólares desde una avioneta, regalaron refrigeradores y organizaron fiestas y comidas para toda la población de Jerez.
«Yo lo hice (regalar billetes de 100 dólares a los ciudadanos) quizá por ignorancia, pero lo hice porque sentí emoción por mi pueblo», explicó Martínez.
Por su parte, Bermúdez declaró que jamás imaginó, tras cruzar la frontera con Estados Unidos escondido en una camioneta, que llegaría a ganar en ese país más de 400.000 dólares anuales y que luego regresaría a México para involucrarse en política.
Martínez comentó algo similar. Narró que gracias a su trabajo en Estados Unidos pudo invertir tres millones de dólares en un hotel de Zacatecas, capital del estado del mismo nombre, y dos millones en un edificio de viviendas.
La campaña electoral que realizaron Bermúdez y Martínez, cuya falta de estudios (se declaran semianalfabetos) no les impidió transformarse en millonarios y ubicarse como los candidatos más firmes para ganar la alcaldía de Jerez, atrajo los reflectores de la prensa local.
El rey del tomate y el de la lechuga coinciden en ofrecer a los electores traer a Jerez, uno de los 56 municipios de Zacatecas, parte de la fortuna que amasaron en Estados Unidos.
Del estado de Zacatecas salen cada año 15.000 personas hacia Estados Unidos, lo cual lo ubica en el segundo lugar en expulsión de mano de obra, luego del vecino estado de Durango, que registra casi 18.000.
Los emigrantes envían remesas millonarias a México. Investigadores calculan que la cantidad será este año de 10.000 millones de dólares, 4.000 millones más que en 2000.
México y Washington negocian acuerdos para facilitar permisos de trabajo temporales para mexicanos en Estados Unidos, garantizar la seguridad de la frontera y regular la situación de los indocumentados.
Los mexicanos cubren en Estados Unidos la demanda de mano de obra para puestos de baja remuneración, mientras que en México, el dinero de los emigrantes ayuda a mantener en orden la balanza de pagos.
Pero los beneficios mutuos no impiden que el fenómeno migratorio se tiña de drama. Cerca de 1.000 mexicanos murieron entre 1996 y 2000 al intentar al cruce de la frontera, indican cifras oficiales.
«Mi interés es ayudar a los compatriotas y evitar que tantos sigan emigrando a Estados Unidos, donde la vida es muy dura», expresó Bermúdez. (FIN/IPS/dc/dm/ip/01
