/Integración y Desarrollo/ MEXICO: Abucheos para plan de crédito a microempresas

El nuevo plan de créditos para las microempresas mexicanas, estrella del programa social del presidente Vicente Fox, fue recibido con abucheos por expertos, empresarios e incluso por algunos potenciales beneficiarios.

Con más de cuatro meses de retraso respecto de la fecha prometida, Fox presentó el martes su plan para financiar con créditos entre 50 y 3.000 dólares a pequeños empresarios. Los beneficiarios, al menos en una primera etapa, son menos de dos por ciento del universo de los posibles demandantes.

«Este programa es de burla, ofrecen créditos ridículos. Qué puedo yo hacer con 500 pesos (51 dólares), pues nada», dijo a IPS un vendedor de dulces que se instala todas las mañanas en una parada de autobuses de la capital.

«No (le) tenemos fe al programa. (…) Lo vemos como una aspirina momentánea que no arregla problemas de fondo», señaló, por su parte, Raúl Picard, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación.

Pero el gobierno asegura que el Programa Nacional de Financiamiento de Microempresarios es una poderosa semilla de desarrollo y el mejor camino para que millones de pobres ingresen al mundo empresarial.

El programa empieza con poco, pues no hay experiencia en este campo, pero irá creciendo hasta hacerse masivo, aseguró este miércoles su coordinadora, María del Carmen Díaz.

En su campaña electoral, Fox, quien asumió la Presidencia en diciembre, prometió que haría todo lo necesario para impulsar la instalacion de «changarros», nombre popular de las microempresas en este país. «Nadie se quedará sin su changarro», proclamó.

Veinticinco firmas con experiencia en microfinanciamiento serán las encargadas de comenzar a canalizar los préstamos en 640 municipios del país, menos de 25 por ciento del total de ayuntamientos, explicó Díaz.

El gobierno no intervendrá en la entrega de los créditos, sino que la sociedad civil manejará el programa a través de las firmas de microcrédito, manifestó la funcionaria. Para comenzar, el programa cuenta con un fondo, aportado por el gobierno y sectores privados, de 20 millones de dólares.

Los préstamos serán entregados a personas u organizaciones sociales que demuestren la factibilidad de su propuesta. A cambio, recibirán asesoramiento financiero y administrativo.

Se realizará un control estricto de los proyectos implementados y los beneficiarios deberán pagar intereses de hasta siete por ciento mensual, más del doble de lo que cobran los bancos comerciales, explicó la coordinadora.

Puestos de venta de comida, confiterías, pequeñas tiendas y talleres de reparación de neumáticos son, entre otros, los negocios cuyo establecimiento permitiría la iniciativa.

En un país con una población económicamente activa de unos 60 millones de personas, de las cuales la mitad se desempeña en el comercio informal, el programa suena atractivo, pero sólo eso, pues parece muy limitado, dijo Guillermo Martínez, de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Una de los objetivos del programa es facilitar el ingreso de los grupos económicos informales a la economía formal, reconocieron las autoridades.

Este año el programa llegará sólo a 40.000 familias, pero eso es limitado, pues está muy lejos de los dos o tres millones de potenciales beneficiarios, apuntó el analista financiero Enrique Quintana.

Pero el gobierno de Fox le tiene mucha fe a su programa y cree que multiplicará y potenciará la capacidad emprendedora de los 100 millones de mexicanos, 40 por ciento de los cuales viven en la pobreza.

Junto a otros programas de educación, vivienda, salud y alimentación, el Programa Nacional de Financiamiento a Microempresarios llevará al país hacia un nuevo rumbo de mayor justicia y equidad social, señaló Fox.

«El gobierno crea condiciones para que campesinos, indígenas, jóvenes sin empleo y mujeres puedan culminar sus empeños de superación. (…) Esta población no pide subsidios, ni políticas paternalistas o populistas, sino apoyo a su capacidad emprendedora», añadió.

Pero el jefe de gobierno de la capital, Manuel López, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática, calificó de «vacilada» (engaño) el programa para los microempresarios.

López comparó el financiamiento de 20 millones de dólares de ese programa con uno desarrollado por su administración, de apoyo médico y con medicamentos a personas de bajos recursos, cuyo costo anual supera los 200 millones de dólares.

Los proyectos económicos y políticos que enarbolan el gobierno de la capital y el federal son «diametralemente diferentes» e irreconciliables, expresó López, del Partido de la Revolución Democrática.

El gobierno de Fox, perteneciente al conservador Partido Acción Nacional, gastará alrededor de 150 millones de dólares de su presupuesto en el apoyo de pequeñas y microempresas. La cifra representa apenas 0,11 por ciento de los egresos totales netos. (FIN/IPS/dc/mj/dv ip/01

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