DERECHOS HUMANOS: Conferencia contra racismo en riesgo de naufragio

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) apeló a la ayuda de figuras mundiales de la cultura y de la política en procura de evitar el fracaso de las negociaciones para la condena internacional del racismo.

Un grupo de personalidades encabezado por el líder africano Nelson Mandela e integrado entre otros por Mijail Gorbachov, Jimmy Carter y los ganadores del premio Nobel de la Paz Elie Wiesel, nacido en Rumania y residente en Estados Unidos, y el costarricense Oscar Arias, colaborará con la iniciativa de la ONU.

La preparación de la Conferencia Mundial contra el Racismo enfrenta dificultades políticas cuando faltan dos meses para su realización en Durban, Sudáfrica, del 31 de agosto al 7 de septiembre.

La conferencia fue convocada por la ONU para establecer medidas destinadas a erradicar el racismo, incluidas disposiciones de prevención, educación y protección, además de remedios efectivos.

Los resultados de la conferencia se condensarán en un documento con dos partes: una declaración política y un programa de acción.

Pero la redacción del documento final se ha convertido en una labor engorrosa, debido a las diferencias surgidas principalmente por la oposición de algunos países occidentales a admitir la reparación por los perjuicios causados por la esclavitud y el colonialismo.

Gran Bretaña y Estados Unidos han declarado de manera enfática que rechazan la idea de la compensación y también de ofrecer disculpas por esos abusos.

Otro motivo de disensión hasta ahora irreconciliable en las negociaciones es la caracterización del sionismo, que los países árabes pretenden que sea declarado una de las formas del racismo.

La redacción del borrador del documento final estuvo a cargo del Grupo de los 21, integrado por cuatro representantes de cada una de las cinco regiones del mundo reconocidas por la ONU y por el diplomático sudafricano Pitso Montwedi, como presidente.

El G-21 concluyó su tarea este viernes en Ginebra. El borrador será enviado la semana próxima a las autoridades del comité preparatorio de la conferencia y de inmediato se distribuirá en las capitales nacionales.

Pero el G-21 solo efectuó un trabajo técnico de edición y condensación de un documento que inicialmente tenía 107 páginas.

La versión que recibirán las capitales refleja las diferencias antagónicas sobre esclavitud, colonialismo y sionismo que amenazan con bloquear la reunión de Durban prácticamente desde que fue convocada, en 1997.

Otras discrepancias, igualmente profundas, sobre cuestiones como las migraciones o los pueblos indígenas, pueden llegar a resolverse antes de la conferencia, estimó una fuente cercana al G- 21 que pidió reserva de su nombre.

El comité preparatorio, en el que participan todos los países miembros de la ONU, volverá a sesionar en Ginebra del 30 de julio al 10 de agosto, para dar un último examen al documento en discusión.

Entre algunos delegados gubernamentales predomina la impresión de que la negociación del texto del documento se prolongará hasta la misma fecha de la conferencia, con la consiguiente tensión política en la reunión de Durban.

Ante esa perspectiva, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, que también actúa como secretaria de la conferencia, recurrió a un grupo de figuras prominentes para abrir las posiciones cerradas que mantienen algunos gobiernos.

La conferencia está al borde del fracaso por falta de voluntad política, alegó un experto humanitario al justificar el recurso adoptado por Robinson.

La Alta Comisionada aspira a que en las pocas semanas que restan para Durban, la intervención del grupo encabezado por Mandela eleve el nivel del debate.

El grupo de 19 personalidades es una expresión de la alianza de la sociedad civil contra el racismo que está emergiendo en todo el mundo, dijo Robinson.

La primera reunión del grupo de figuras prominentes se realizará en Ginebra, el 2 y el 3 de agosto.

Además de los ex presidentes Mandela, de Sudáfrica, Arias, de Costa Rica, Carter, de Estados Unidos, y Gorbachov, de la Unión soviética, participan los también ex mandatarios Matti Ahtisaari, de Finlandia, y Patricio Aylwin, de Chile, y Soheib Bencheikh El Hocine, Gran Muftí (jurisconsulto islámico) de Marsella.

Otros miembros del grupo son el príncipe El Hassan, de Jordania, el cardenal francés Roger Echegaray, asesor de derechos humanos del Vaticano, Gareth Evans, ex canciller de Australia, y la ex presidenta de Islandia Vigdis Finnbogafottir.

A la lista se suman los ex primeros ministros I.K Gujral, de India y David lange, de Nueva Zelandia, Najima Heptulla, presidenta de la Unión Interparlamentaria, y Kuett Ketumile, ex presidente de Botswana.

El grupo se completa con Federico Mayor, ex director general de la UNESCO, el Gran Rabino Jonathan Sacks, de la Comunidad de Congregaciones Hebreas Unidas, Mario Soares, ex presidente de Portugal, y Wiesel, sobreviviente del Holocausto. (FIN/IPS/pc/ff/hd ip/01

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