ESPAÑA: Nacionalismo vasco aumenta su mayoría relativa

Los partidos nacionalistas sumaron más de la mitad de los votos emitidos hoy en la Comunidad Autónoma del País Vasco, una de las 17 que integran España.

No obstante, esa mayoría de sufragios no se refleja en una cantidad proporcional de diputados y es improbable que los grupos parlamentarios nacionalistas voten de común acuerdo para formar gobierno en la región.

Lo primero, porque en cada una de las tres provincias que conforman la comunidad autónoma vasca se eligieron 25 diputados, aunque entre ellas hay gran diferencia en número de habitantes y votantes.

Lo segundo, porque el candidato a presidente del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), Juan José Ibarretxe, antes de las elecciones dijo que no aceptaría los votos de la coalición Euskal Herritarrok, que apoya y es respaldada por el grupo terrorista ETA.

Euskal Herritarrok sufrió una fuerte derrota, al pasar de 14 a siete diputados y obtener sólo diez por ciento de los votos emitidos.

Con 100 por ciento de los votos escrutados, el PNV obtuvo 33 diputados, el centroderechista Partido Popular (PP) 19, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), 13, Euskal Herritarrok, siete, e Izquierda Unida (basada en el Partido Comunista), tres.

La alianza PP-PSOE, entonces, sumaría 32 diputados, si esos dos partidos mantienen su acuerdo preelectoral.

El secretario general del PP, Javier Arenas, destacó como un hecho positivo que todos los partidos aumentaron sus votos, con la sola excepción de Euskal Herritarrok, que perdió la mitad de los que tenía.

Las pérdidas de ese grupo político contribuyen a marcar la magnitud del rechazo a ETA, según se interpretó.

El líder de Euskal Herritarrok, Arnaldo Otegui, consideró los resultados como un triunfo nacionalista y antiespañol, aunque admitió la derrota de su candidatura.

El ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, candidato del PP, reconoció explícitamente el triunfo del PNV y dijo que a ese partido le correspondería formar gobierno.

No obstante, una primera conclusión, además de la derrota de los pro-etarras, es que ningún partido ni frente está en condiciones de ganar la primera votación que se realizará en el parlamento regional para elegir al presidente del gobierno autónomo.

La mayoría absoluta es de 38 votos. El presidente saliente y candidato del PNV, Juan José Ibarretxe, declaró en la semana previa a las elecciones que de ninguna manera gobernará con Euskal Herritarrok.

Este domingo, tras conocer los resultados finales, el ex presidente vasco José Antonio Ardanza, un miembro relevante del PNV, declaró que es necesario dejar pasar unos días, para que se cierren las heridas de la campaña electoral, se miren todos los demócratas frente a frente y sumen fuerzas.

Ardanza gobernó el País Vasco entre 1992 y 1998 en coalición con el PSOE. Una alianza de ese tipo es propuesta ahora por sectores disidentes de los socialistas, —entre ellos su ex secretario general, Felipe González— por encima del acuerdo que tiene esa formación con el PP.

La base central del acuerdo PP-PSOE es que no aceptarán aliarse o actuar con ningún partido que no rechace de manera expresa y clara las relaciones con ETA o partidos que apoyen a ese grupo, como Euskal Herritarrok.

Si los nacionalistas moderados mantienen su posición de rechazo del apoyo de Euskal Herritarrok, ningún aspirante logrará mayoría absoluta.

Pero al rechazar a los proetarras, Ibarretxe podría conseguir el respaldo directo o indirecto del PSOE, cuyos dirigentes entienden que no se debe avivar una fractura entre nacionalistas y no nacionalistas, sino procurar una alianza entre los demócratas.

Ese paso, además, abriría las puertas para volver a constituir la Mesa de Ajuria Enea, que funcionó bajo el gobierno de Ardanza y alrededor de ella se sentaron todos los partidos, con excepción de Euskal Herritarrok, para lograr la paz en el País Vasco.

Sin embargo, tras conocer los resultados, el presidente del PNV, Xavier Arzallus dijo que «los nacionalistas vascos tienen mayoría absoluta», lo cual da a entender que piensa contar con los votos proetarras.

La sugerencia de Arzallus también podría tener el propósito de volcar al PSOE a aceptar una coalición con el PNV. O que el PSOE y el PP se abstengan en la votación, y con ello posibiliten el triunfo de Ibarretxe con sólo los votos del PNV. (FIN/IPS/td/ff/ip/01

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