El ministro de Economía y Finanzas de Perú, Javier Silva Ruete, recogió promesas de nuevas inversiones tras reunirse esta semana con un centenar de empresarios en la capital de España.
El gobierno peruano acelerará la concesión de todos los puertos del país, varias carreteras y un sistema de telecomunicaciones de banda ancha, y venderá los remanentes del Estado en empresas privatizadas, con lo que prevé lograr unos 550 millones de dólares, anunció Silva Ruete.
El ministro expuso la situación en que se encontraba su país tras la destitución en noviembre del presidente Alberto Fujimori, reelegido tres meses antes y las medidas adoptadas desde entonces por su gobierno.
Silva Ruete recibió el unánime respaldo de los empresarios reunidos en el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España, entre los que se figuraban ejecutivos de las eléctricas Unión Fenosa e Iberdrola, Telefónica y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.
En ningún otro país un presidente abandonó el país a los tres meses de haber sido elegido y, también, que en ningún otro se ha producido un cambio tan drástico sin tanques, balas ni derramamiento de sangre, sostuvo el ministro.
Hoy, a tres meses de producidos los cambios y en plena campaña electoral —en que no participan ni son candidatos los miembros del gobierno—, 76,2 por ciento de los ciudadanos aprueban la gestión gubernamental, subrayó.
Eso ocurre porque el pueblo constató un serio intento de refundación nacional basada en valores morales, ética y eficacia, dijo.
El ministro manifestó que los dos grandes objetivos de su gobierno son por recuperar la estabilidad macroeconómica y «garantizar que el próximo proceso de elecciones sea limpio y transparente».
Además, señaló que Perú desarrolla una política de transparencia en la gestión pública orientada a lograr estabilidad, «con reglas claras, simples y predecibles, apertura comercial e integración en el resto del mundo».
Silva Ruete mencionó entre los logros el acceso a créditos por 1.500 millones de dólares de fondos multilaterales, con lo que considera asegurada la financiación del déficit de 2001, así como el visto bueno del Fondo Monetario Internacional.
Perú logró la inflación se sitúe en los últimos cuatro años en cifras de un solo dígito, llegando a finales de 2000 a 3,7 por ciento.
Además, el déficit en cuenta corriente representa el 2,4 por ciento del producto bruto interno, subrayó el ministro. En la actualidad las reservas de divisas suman 8.400 millones de dólares, «equivalentes a 15 meses de exportaciones», explicó.
El turismo, la industria agroalimentaria y la explotación forestal son las actividades más atractivas para la inversión española en Perú, según Silva Ruete. También consideró importante el sector pesquero, por la alta tecnología desarrollada en España.
El ministro mencionó como hechos positivos ya concretados la privatización de la firma Gas de Camisea y la concesión del Aeropuerto Internacional de Lima. El gobierno peruano firmó el contrato de la fase de transporte y distribución del proyecto Gas de Camisea, lo que supondrá una inversión de 3.000 millones de dólares.
Además, informó que la próxima semana se firmará el contrato de Concesión del Aeropuerto Internacional de Lima por un periodo de 30 años, lo que supondrá una inversión de 1.200 millones de dólares. En este caso, el gobierno recibirá 49,5 por ciento de los ingresos brutos del proyecto.
El ministro aprovechará su visita a Madrid para negociar con su homólogo español, Rodrigo Rato, la conversión de deuda externa en inversión, aunque la parte española todavía no se ha pronunciado al respecto.
También intentará la firma de un convenio con España para evitar la doble imposición, lo que redundaría en un aumento de las inversiones españolas en su país.
El fin de la Presidencia de Fujimori supuso el final de varios meses de incertidumbre.
Para las empresas españolas, representadas en el Comité de Cooperación Empresarial Hispano-Peruano de las Cámaras, esta nueva situación será positiva para la estrategia de mediano y largo plazo en que se enmarca la inversión española en ese país, dijo un portavoz autorizado tras escuchar a Silva Ruete.
Las cámaras consideran esencial fomentar una nueva política económica asentada sobre la sustentabilidad del crecimiento, el saneamiento de las finanzas públicas y la reanudación de los procesos de desregulación y privatización, prácticamente paralizados en los últimos años.
Silva Ruete informó de la reducción del déficit público y destacó que una buena parte se debe al menor gasto en Defensa. Era inconcebible que tras la derrota del terrorismo y la firma de la paz con Ecuador se siguiera manteniendo el mismo presupuesto militar que en años anteriores, dijo.
Por último, expresó que uno de los objetivos más ambiciosos de su gobierno es sentar las bases para la participación de los ciudadanos en la definición de las políticas económica y social. Pues, concluyó «queremos ciudadanos comprometidos con la gestión pública y que ésta sea transparente». (FIN/IPS/td/mj/if/01
