La ONU manifestó su respaldo al nuevo cese del fuego acordado por el gobierno y los rebeldes de Sierra Leona, al que considera «el primer paso» hacia la reanudación del proceso de paz y el fin de una guerra civil que ya lleva nueve años.
El Consejo de Seguridad llamó a los bandos en pugna a cumplir los compromisos de modo que Sierra Leona tenga «una verdadera posibilidad de hallar una solución perdurable al conflicto», dijo el embajador Peter van Walsum, presidente de este órgano de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y delegado de Holanda.
«En Consejo continuará haciendo lo que esté a su alcance para alcanzar esta meta. Puedo decir con seguridad que, dada la historia de Sierra Leona, hay un cauteloso optimismo», dijo Van Walsum.
El acuerdo de paz, patrocinado por la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (ECOWAS) y la ONU da a UNAMSIL, la fuerza de paz establecida por el Consejo de Seguridad en octubre de 1999, el derecho exclusivo de supervisar el cese del fuego.
El acuerdo permite además el despliegue de tropas internacionales en toda Sierra Leona, incluso en las disputadas áreas productoras de diamante.
En las conversaciones que culminaron con el acuerdo la semana pasada en Abuja, Nigeria, el gobierno de Sierra Leona fue reconocido como la autoridad legal y legítima con derecho a importar armas.
La ECOWAS y la ONU establecieron que los soldados británicos al servicio de las autoridades «no caen dentro de la definición internacionalmente aceptada de mercenarios», y que el gobierno tiene autoridad para sellar acuerdos con otros países.
En mayo, la antigua potencia colonial de Sierra Leona, Gran Bretaña, envió 1.400 combatientes al país africano, en principio para colaborar con la evacuación de ciudadanos británicos atrapados allí. Un equipo británico brinda entrenamiento al nuevo ejército de Sierra Leona.
Desde 1991, Sierra Leona está atrapada desde 1991 en una guerra civil en que murieron más de 10.000 personas. Un gobierno elegido en las urnas y presidido por Ahmad Tejan Kabbah firmó un acuerdo de paz con el rebelde Frente Revolucionario Unido (RUF) en noviembre de 1996.
Kabbah fue derrocado en mayo de 1997 por un golpe militar, pero fue devuelto al poder en marzo de 1998, con ayuda de una fuerza regional de mantenimiento de la paz (ECOMOG) conducido por la vecina Nigeria.
Grupos del RUF se mantuvieron en armas a pesar del acuerdo de paz. En julio de 1999, el RUF y Kabbah firmaron el Acuerdo de Paz de Lomé, pero el grupo rebelde continuó en combate.
En octubre de 1999, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió establecer el UNAMSIL, cuya principal misión es implementar un plan de desarme, desmovilización y reintegración de los combatientes en la sociedad.
En mayo de 2000, el RUF secuestró a unos 500 soldados de la ONU y los liberó luego.
El RUF fue acusado también de requisar armas y equipos de transporte de fuerzas de la ONU. El embajador Oluyemi Adeniji, representante especial del foro mundial en Sierra Leona, dijo que dirigentes del RUF se comprometieron en la reunión de Abuja a devolver todas esas armas.
«Pidieron a UNAMSIL tiempo y una lista de armas y equipos requisados», agregó.
El nuevo acuerdo de paz establece un periodo de 30 días desde la firma, el día 10, para la determinación del cese del fuego, explicó Adeniji.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió a los 191 países miembros de la ONU tropas para UNAMSIL, luego de la decisión de Jordania e India de retirarse por razones políticas.
El Consejo de Seugirdad reclamó un aumento de los soldados de UNAMSIL de 12.440 a 20.500.
Hoy 32 países aportan soldados a UNAMSIL, y los cinco prinipales son Nigeria (3.205), India (3.073), Jordania (1.830), Bangladesh (792) y Guinea (789).
Se prevé que la misión coste 782 millones de dólares en 2000 y 2001. (FIN/IPS/tra-eng/td/da/mj/ip/00
