El presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, defendió la territorialidad de la ley, al afirmar que el argentino Miguel Cavallo, detenido en México bajo la acusación de delitos contra la humanidad, debe ser puesto en libertad por no estar requerido en su país.
«El señor Cavallo no tiene ninguna causa en Argentina y yo sostengo el principio de territorialidad», dijo De la Rúa en referencia al precepto que indica que una persona sólo puede ser juzgada en el país donde cometió el delito.
De la Rúa, quien visitó el lunes México, manifestó su rechazo al proceso de extradición iniciado por la justicia española contra el ex capitán de corbeta de la Marina argentina,
Cavallo fue detenido a fines de agosto en México por Interpol (Policía Internacional) y requerido por el juez Baltasar Garzón, quien le imputa prácticas de torturas, secuestros, robos y asesinatos cometidos durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983).
El ex militar trabajaba en México como director del Registro Nacional de Vehículos, hasta que fue detenido a raíz de que un diario local lo identificó como un ex represor argentino.
Portavoces de la cancillería mexicana afirmaron que el tema referido a Cavallo no estuvo en la agenda de la visita del mandatario argentino.
Lo mismo sostuvo De la Rúa, aunque observadores señalaron lo contrario.
Un grupo de ciudadanos argentinos y chilenos radicados en México realizó el lunes por la noche una manifestación en las afueras del Palacio Nacional (sede de la Presidencia), donde se encontraba De la Rúa, para pedir que Cavallo sea extraditado.
Argentina no hizo hasta el momento ningún pedido formal para impedir la extradición de Cavallo a España, indicó la canciller mexicana Rosario Green.
España tiene hasta fines de octubre para sustentar su pedido de extradición. En caso contrario, el ex militar saldrá libre.
Si el pedido llega y es aceptado por el juez mexicano que llevará la causa, primero deberá esperarse su pronunciamiento y luego la decisión final de la cancillería mexicana.
Sin embargo, luego de esas instancias, Cavallo tendría también la oportunidad de pedir un amparo, lo cual resultaría un procedimiento tedioso y largo y quizá quede en manos del próximo gobierno, observó Green.
El 1 de diciembre asumirá la Presidencia el opositor Vicente Fox, quien ha señalado que en materia de política internacional, su gobierno, a diferencia del actual, se pronunciará abiertamente contra las violaciones de los derechos humanos que se cometan en cualquier país.
Por tradición diplomática, México no aceptó en los últimos años el principio de extraterritorialidad de la ley. Pero, en el caso Cavallo, su visión debería cambiar y proceder a la extradición, sostienen grupos humanitarios locales.
Los abogados del ex militar sostienen, en base a una supuesta confusión de nombres de Cavallo (en México se hacía llamar Ricardo Miguel, mientras que el requerido estaba identificado como Miguel Angel), que la persona que se detuvo en México no es la misma que tiene procesos judiciales pendientes en España.
Sin embargo, diversos estudios confirman que se trata de la misma personas acusada de delitos contra la humanidad.
El tema Cavallo es un asunto «muy sucio» que cayó como «una mancha de tinta china sobre la agenda» de la visita oficial de De la Rúa a México, opinó el columnista del semanario Proceso, el argentino Miguel Bonasso.
La detención del ex represor no es nada grato para De la Rúa «un político que, a despecho de la imagen progresista que quieren construirle, es netamente conservador y tiene como cuñado y amigo al contralmirante retirado Basilio Pertiné», indicó.
Bonasso afirmó que Pertiné es señalado como uno de los aviadores que habría participado en la práctica de arrojar al mar personas detenidas en forma ilegal y que hoy figuran como desaparecidas.
De la Rúa se reunió en México con su par Ernesto Zedillo, con Fox y con empresarios para tratar, entre otros temas, el interés de México en establecer a futuro un acuerdo comercial con el Mercosur. (FIN/IPS/dc/dm/hd ip/00
