El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, consideró hoy inviable la propuesta de su par cubano Fidel Castro de establecer un sistema de precios diferenciados del petróleo en beneficio de los países más pobres.
"No es viable", afirmó Chávez de forma categórica en una conferencia que brindó en La Habana a la prensa acreditada en la Cumbre Sur del Grupo de los 77 (G-77), que concluye este viernes.
El presidente venezolano aseguró que antes de llegar a esa conclusión consultó con representantes de varios países exportadores de petróleo, entre ellos los presidentes Abdelazia Bouteflika, de Argelia, y Olusegun Obasanjo, de Nigeria.
"Fidel (Castro) lanzó una recta (lanzamiento) de 96 ó 97 millas (por hora)", dijo Chávez, en una alusión al beisbol, un deporte que ambos mandatarios practican.
El mandatario venezolano reconoció que Castro le había aconsejado antes del comienzo de la cumbre que el miércoles escuchara "con mucha atención" su discurso ante los dignatarios de 122 países del G-77.
La Cumbre Sur, que sesiona en La Habana desde el lunes, es la primera que realiza el G-77 desde su constitución oficial en 1967.
Integrado por 133 países de las más diversas culturas, tendencias e intereses, el grupo constituye la mayor alianza de los países del Sur dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Entre los asistentes se encuentran representantes de todos los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), presidida este ano por el ministro venezolano de Petróleo, Alí Rodríguez.
Además de Venezuela, la OPEP agrupa a Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Qatar y Nigeria.
Ante los representantes de este heterogéneo conglomerado de países, Castro propuso "establecer un sistema de precios diferenciados" que tenga en cuenta las "condiciones particulares" de cada país del Sur.
Un producto tan "vital y de universal necesidad" como el petróleo debe mantenerse al margen de "las leyes del mercado", dijo el presidente cubano en su discurso, que incluyó un anexo de siete páginas dedicado a esta iniciativa.
La propuesta fue rechazada de inmediato por un representante de un país petrolero de Medio Oriente quien se limitó a decir que a "los precios los pone el mercado".
Chávez, por su parte, aseguró que la iniciativa de su "buen amigo" tiene una serie de implicaciones que la hacen "inviable". Entre esas "implicaciones" mencionó los diversos acuerdos firmados por los países de la OPEP.
"El problema de los países OPEP no puede ser visto sólo bajo el perfil del precio del barril", dijo Chávez, y acotó que entre esas naciones algunas viven sólo del petróleo y presentan situaciones internas muy graves.
Al tiempo que rechazó la idea de Castro, el presidente venezolano reiteró la posición de su gobierno de concertar mecanismos similares al Pacto de San José con el fin de apoyar a otros países del Sur en dificultades.
Mediante este Pacto, México y Venezuela y México conceden condiciones especiales de pago a un grupo de pequeños países de la cuenca del Caribe cuando los precios del petróleo suben por encima de los 14 dólares el barril.
Venezuela quiere "ampliar el Pacto de San José, sólo que esto no depende sólo de nosotros sino que es un acuerdo con México", dijo Chávez.
Chávez aseguró que si México, tras un tiempo solicitado para pensarlo, decide que no está interesado en ampliar el Pacto, Venezuela estaría dispuesta a firmar acuerdos similares con otros países del Sur, por ejemplo, con Cuba.
"De esa manera estaríamos activando otros mecanismos compensatorios" para, "en función de la disponibilidad de los fondos, ayudar a los países con mayores dificultades", agregó.
Así mismo, aseguró que estaba decidido a "jugar duro" en su propuesta de formar una asociación "multiestatal" latinoamericano-caribeña que agrupara a países productores de petróleo de la región como Brasil, Colombia, Cuba y Ecuador. (FIN/IPS/da/mj/if/00
