/BOLETIN-AMBIENTE/ BRASIL: Entre inundaciones y sequía

Lluvias torrenciales ya provocaron por lo menos 27 muertes en el sudeste de Brasil desde el 24 de diciembre, mientras en el sur del país la sequía sigue destruyendo la agricultura.

Estos son los extremos climáticos que se manifiestan en un solo país e indican su intensificación, algunas semanas después de las catastróficas lluvias que provocaron miles de muertes en Venezuela.

Con 30.000 desalojados de sus residencias en 30 municipios, el sur del estado de Minas Gerais es el área más afectada por las lluvias en los últimos cinco días, según los organismos de Defensa Civil. En todo el estado, los muertos ya suman 11 desde la víspera de Navidad.

En la ciudad de Itajubá, a la cual el presidente Fernando Henrique Cardoso no logró visitar el martes, ya murieron cuatro personas ahogadas.

En el estado de Río de Janeiro hubo más muertes, 13 en total desde el 31 de diciembre, y los expulsados de sus hogares suman 5.600, estima la Defensa Civil.

El Instituto de Meteorología preve más lluvias en las próximas horas y la crecida del río Paraíba del Sur debe agravarse, porque sus aguas provienen del estado de Sao Paulo, donde hay puntos donde superan en 15 metros su nivel normal. En sus orillas hay ciudades con barrios enteros bajo el agua.

Queluz, con 1.100 personas obligadas a dejar sus casas, es una de las ciudades en emergencia pública. Pero es en Campos do Jordao, un municipio turístico y serrano, que se registraron los hechos más trágicos en el estado de Sao Paulo: dos muertos y tres desaparecidos hasta la tarde del martes.

En la principal carretera del país, la Vía Dutra, que une Sao Paulo con Río de Janeiro, la circulación se vio afectada el domingo y el lunes, con vehículos paralizados durante decenas de kilómetros en varios puntos.

La situación comenzó a normalizarse el martes, pero aún hay tramos parcialmente bloqueados que provocan enlentecimiento del tránsito y congestionamientos.

El fenómeno de La Niña, de corrientes frías en el Pacífico ecuatorial, además de una zona de convergencia en el Atlántico sur, que suma humedades continentales y oceánicas, son las causas de las intensas precipitaciones en una faja central de Brasil, de este a oeste del país.

Ahora lluve mucho en áreas que sufrieron fuerte sequía durante el último semestre, que estuvo a punto de provocar fuertes pérdidas a la agricultura. La próxima cosecha de café, por ejemplo, será 28 por ciento inferior a lo previsto, según organismos especializados del gobierno.

También en el norte habrá aumento de lluvias, pero en el extremo sur del país y en Roraima, en la frontera con Venezuela, tiende a ocurrir el fenómeno opuesto, indicó el Instituto Nacional de Meteorología.

En el oeste de Río Grande del Sur, en la frontera con Argentina, región agrícola productora especialmente de maíz y soja, hay 25 municipios en situación de emergencia por la prolongada sequía.

Hay áreas donde ya se perdió de 60 a 70 por ciento de las consechas, informó el agrónomo Aldo Schmidt, de la Empresa de Asistencia y Extensión Rural, órgano del gobierno estadual. (FIN/IPS/mo/ag/en-if/00

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