El Atlético de Madrid, uno de los grandes clubes de fútbol de España, fue intervenido y embargado judicialmente hoy, en un proceso por corrupción, estafa y falsedad.
Esta decisión centra la atención general sobre los negocios del fútbol que, de una manera cada día más pronunciada, están lejos de ser transparentes y en el que se mueven cientos de millones de dólares anualmente.
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón decretó la intervención y administración judicial, la remoción de sus cargos de sus actuales administradores y designó un administrador judicial.
Asimismo, dispuso la intervención, secuestro y embargo, y la prohibición de disponer del 94 por ciento de las acciones del club, una sociedad anónima, que pertenecen directa o indirectamente al hasta hoy su presidente, Jesús Gil y Gil.
García Castellón es el juez que admitió a trámite la querella presentada en 1996 contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet, en un sumario que dos años después pasó al juez Baltasar Garzón, quien en la actualidad sigue a cargo del caso.
Gil y Gil es también el alcalde de la ciudad de Marbella, ubicada en la costa del Mar Mediterráneo y considerada un refugio de grandes millonarios, así como de bandas delictivas extranjeras, de narcotráfico y lavado de dinero.
Al ser notificado de la resolución judicial, Gil y Gil dijo: "No me voy a robar a mí mismo si tengo el noventa y tantos por ciento de las acciones del club". Y prometió aclarar su situación, ejerciendo su derecho de defensa en el juzgado.
Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción, que con su denuncia inició el juicio, sostiene que desde que en 1992 Gil y Gil se hizo cargo del Club, se produjo una estafa por 70 millones de dólares, a costa del erario público, la seguridad social y los socios de la entidad.
"El pueblo llano, cuyo motor vital está alimentado por la adicción a la droga dura del fútbol, alucinaría si alguna vez le mostraran los intestinos de su amor, los vertederos de la gran cloaca", afirmó el reconocido comentarista deportivo Carlos Boyero.
Uno de los hechos recientes, calificado por Boyero de "omertá" (ley del silencio de la mafia), es el pago de tres millones de dólares anuales, comprometido por otro de los clubes grandes, el Real Madrid, a su ex gerente Manuel Fernández Trigo, con la condición de que no hablase nunca de asuntos internos.
Un ex director técnico del Real Madrid, John Toshack, declaró a fines de noviembre que cuando comenzó la negociación para la transferencia del delantero Didier Anelka, el precio rondaba los 15 millones de dólares. Pero al finalizar las negociaciones y ser fichado por el club, el precio subió a más del doble.
Por esa transferencia el Real Madrid abonó dos millones de dólares en concepto de comisión al hermano del jugador, Nicolas Anelka, y una cantidad similar a Marc Roger, representante oficial de Anelka.
Fuentes no identificadas próximas al Real Madrid y citadas por el diario El Mundo en un reportaje de investigación, señalan que los pagos de comisiones superan en mucho el 10 por ciento normalmente admitido por directivos e intermediarios.
El presidente del club Málaga, de la ciudad del mismo nombre y próxima a Marbella, quedó en libertad el viernes 17 tras pagar 200.000 dólares de fianza. Está acusado de dirigir una red de contrabando y de lavado de dinero, y de haber defraudado al fisco en más de 15 millones de dólares.
En esa causa también quedó en libertad provisional con la misma fianza el vicepresidente del club, Pedro Antonio Marín, en tanto que la policía bloqueó 250 cuentas bancarias e inmovilizó 70 millones de dólares, presuntamente originadas en el contrabando de tabaco rubio.
Puche está acusado de fraude fiscal, falsedad documental y contable, y lavado de dinero. Desde que en 1998 comenzaron las investigaciones hasta el presente, la policía detuvo a 80 personas y bloqueó 250 cuentas bancarias con un importe total de 70 millones de dólares. (FIN/IPS/td/ag/ip-cr/99
