El deterioro de la actividad económica crea el marco de la segunda vuelta electoral de este domingo en Guatemala, en la que los antecendetes históricos permiten anunciar una alta abstención.
La caída del precio del café, el principal producto de exportación, y el aumento del petróleo importado introdujeron dificultades en la actividad económica y afectaron la vida cotidiana de una población de 11 millones de habitantes de los cuales 80 por ciento subsisten en la pobreza.
El opositor Alfonso Portillo, del derechista Frente Republicano Guatemalteco (FRG), está seguro de que ganará la segunda ronda de las elecciones presidenciales este domingo en Guatemala.
Las últimas encuestas de opinión también lo consideran el triunfador, con una relación de tres votos a uno sobre su contrincante Oscar Berger, del gobernante Partido de Avanzada Nacional (PAN).
Según Portillo, el gobierno de Alvaro Arzú no cumplió los acuerdos que pusieron fin en 1996 a 36 años de guerra civil y la pobreza y el desempleo siguieron aumentando.
En 1998, la economía guatemalteca creció casi cinco por ciento, uno de los mejores rendimientos de la década, pero al finalizar el año el sector financiero del país enfrentó serias dificultades, incluyendo la quiebra de varias instituciones financieras no bancarias.
Se prevé al cabo de 1999 un crecimiento económico de alrededor de tres por ciento.
En la primera ronda electoral, celebrada el 6 de noviembre, Portillo obtuvo 47,82 por ciento de los votos, Berger, 30,31 por ciento, y Alvaro Colom, de la izquierdista Alianza Nueva Nación, 12,32 por ciento.
El abstencionismo en la primera ronda electoral ascendió a 47 por ciento, pero se espera que en la segunda vuelta supere 50 por ciento, por realizarse el día siguiente de Navidad.
Portillo prometió en su campaña reactivar la economía, cárcel para los evasores de impuestos, debilitamiento de los monopolios mediante la apertura de las importaciones, creación rápida de empleos mediante inversiones en turismo y duplicación del presupuesto destinado a la educación.
También prometió salud gratuita para todos, una reforma educativa y alfabetización con la ayuda de las iglesias católica y evangélicas.
Mientras, Berger aseguró que su compromiso es con la paz y con la democracia, al tiempo que atacó al FRG diciendo que "solo les interesa la rapiña y el poder".
Portillo "les dice que es pobre como ustedes y que come huevos y frijoles, pero no es ningún pobrecito, se acaba de comprar una casa de dos millones de dólares y desde hace dos meses paga dos suites en dos de los hoteles más caros de Centroamérica", aseguró el candidato del PAN.
El candidato derechista contaría con mayoría en el Congreso legislativo, ya que el FRG obtuvo 63 de las 113 bancas y el PAN, 37.
Portillo también anunció que el próximo presidente del parlamento será el general Efraín Ríos Montt, fundador y líder del FRG, dictador de Guatemala entre 1982 y 1983, una de las épocas de mayor represión contrainsurgente, en la cual murieron miles de campesinos indígenas.
Sobre Ríos Montt y otros siete militares está pendiente una demanda en la justicia española interpuesta por la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú por genocidio y terrorismo de Estado. (FIN/IPS/cz/mj/ip/99
