Seis países de América Central requieren de 3.500 millones de dólares para solucionar el déficit de 3,5 millones de viviendas, concluyeron representantes de sus gobiernos en la capital de El Salvador.
Delegados de Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica participaron durante dos días en la XVI Reunión de Autoridades del Sector Vivienda, en la cual se discutió el plan de acción regional denominado "Ciudades para la gente".
Los representantes se reunieron con organismos financieros internacionales a fin de explorar las posibilidades de reunir el dinero necesario, declaró al finalizar la reunión el secretario técnico del Consejo Centroamericano de Vivienda y Asentamientos Humanos (Cevah), Fernando Patiño.
Más de 15 millones de los 35 millones de habitantes del istmo carecen de vivienda propia o la que tienen está en condiciones muy precarias y la demanda crece unas 150.000 unidades por año, según el Sistema de Integración Centroamericana (Sica).
El problema crece año a año porque los gobiernos y el sector privado solo tienen capacidad económica para construir entre 80.000 y 90.000 casas populares por año.
El Cevah señala que la escasez de viviendas afecta principalmente a Guatemala, donde el déficit llega a 1,4 millones, seguido de Honduras, con 700.000, El Salvador, con 550.000 viviendas, Nicaragua, con 380.000, Costa Rica, con 158.000, y Belice, con 15.000.
"Estamos unificando esfuerzos para solventar el déficit habitacional", aseguró el viceministro de Vivienda de El Salvador, César Alvarado.
La reunión tenía por objeto avanzar en la búsqueda de consenso sobre los proyectos del plan Ciudades para la Gente, suscrito en Honduras en octubre, que pretende reducir la vulnerabilidad de los asentamientos humanos y definir políticas comunes de vivienda social.
El plan incluye iniciativas para uniformizar las regulaciones de tenencia de la propiedad y registro de hipotecas; busca crear un fondo regional de garantías, incentivar la productividad en los asentamientos humanos y encontrar sistemas modernos de construcción de viviendas populares, dijo Alvarado.
"Ciudades para la gente", según los planes oficiales, se desarrollará entre el 2000 y el 2004, tiempo en el cual deberá prepararse un marco de referencia que concluya con la ejecución de proyectos muy concretos.
Uno de esos proyectos es un programa de legalización de la tenencia de propiedades, en vista de que gran cantidad de tierra en América Central aún no está catastrada o su distribución no ha sido legalizada.
También se pretende crear un mercado regional hipotecario mediante el cual se generen fondos para adquirir hipotecas, y se establezca un fondo de liquidez centroamericano.
Otra de las metas es contar con una red regional de intercambio y difusión de tecnologías apropiadas de construcción, autoconstrucción y producción social de vivienda.
En Costa Rica, por ejemplo, se desarrolla desde hace 15 años un sistema de construcción con bambú, pero aún el gobierno no lo está promoviendo masivamente.
El plan pretende también establecer un programa de prevención de riesgos en las zonas compartidas por los países como cuencas, fronteras y zonas de alto riesgo, para minimizar daños por fenómenos como el huracán Mitch, que azotó al istmo hace un año y destruyó 60 por ciento de la infraestructura en Honduras y Nicaragua.
Otras iniciativas dentro del plan pretenden dotar de servicios básicos a los asentamientos que generen empleo, asegurar el derecho de las mujeres a la propiedad, tipificar el delito de violencia patrimonial contra las mujeres y establecer la igualdad entre hombres y mujeres en el acceso al crédito para vivienda.
Para la ejecución de este plan, los gobiernos centroamericanos aspiran a apoyarse en un convenio de cooperación con el programa Habitat, de la Organización de las Naciones Unidas, suscrito en esta cita en San Salvador.
En la reunión participaron, además, representantes del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Mundial, del Banco Centroamericano de Integración Económica y la Comunidad de Países Nórdicos. (FIN/IPS/mso/mj/dv/99
