Venezuela avanza hacia el año 2000 con la seguridad de que viene una era de cambios, tras 20 días de debate de una Asamblea Constituyente que ha propuesto una modificación tras otra del ordenamiento institucional.
La Asamblea elabora un proyecto de reforma constitucional que será sometido a plebiscito, y decidió esta semana que ese proyecto incluya la tranformación del Congreso bicameral en una Asamblea unicameral, la prolongación del mandato presidencial de cinco a seis años y la posibilidad de reelegir al mandatario.
También propuso que en vez de los tres poderes tradicionales del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) se reconozcan cinco, añadiendo el Poder Electoral y el Ciudadano o Moral.
Este viernes se acordó proponer que la Corte Suprema se transforme en un Alto Tribunal de Justicia, que tendrá siete salas en vez de las cuatro actuales, y que los militares sean procesados por la justicia ordinaria, salvo en delitos estrictamente castrenses.
La aprobación de esas inicativas implicaría una transformación sustancial del sistema democrático al cual los venezolanos estaban habituados desde hace 42 años, cuando una revuelta popular derrocó a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez
Si el proyecto de reforma es aprobado, entrará en vigencia en el año 2000.
La Asamblea, elegida el 25 de julio, tiene 131 integrantes, quienes iniciaron sus trabajos el 3 de agosto. Tras elaborar un grueso borrador de casi un millar de artículos, que debieron ser reducidos a poco menos de 400, comenzaron los debates sobre su contenido el 18 de octubre.
Desde entonces, los canales de televisión transmiten en directo gran parte de la discusión constitucional, mientras los medios de comunicación analizan en detalle los cambios que se proponen.
El oficialista Polo Patriótico, del presidente Hugo Chávez, tiene una amplísima mayoría de 121 integrantes en la Asamblea. Pero eso no ha evitado que surjan entre ellos grandes diferencias, expresaadas en interminables discusiones y votaciones reñidas.
La sociedad ha sido impactada por algunos de estos debates, como el vinculado con un artículo por el cual se establecería el derecho a una información "oportuna, veraz, imparcial y sin censura". Según los críticos, el adjetivo "veraz" abriría la puerta a futuras medidas de censura.
También tuvo una fuerte repercusión la decisión de la Asamblea de mantener en el proyecto la referencia al derecho a la vida sin indicar que ese derecho exista "desde la concepción", lo cual habría significado proponer una barrera constitucional contra el aborto.
La Iglesia Católica organizó protestas contra esa decisión, que ha sido criticada por sacerdotes en sus sermones.
Por otra parte, el proyecto abre por primera vez la puerta a los indígenas, cuyos derechos fueron detallados en un capítulo completo, incluyendo el derecho a la propiedad de sus tierras ancestrales.
Esta cuestión fue una de las más debatidas porque algunos constituyentes, en especial los que son ex militares, consideran que el reconocimiento de esos derechos sería una amenaza a la soberanía nacional.
También generó polémica la decisión de incluir en el proyecto un rechazo expreso a los sistemas de pensiones privados. Este fue sólo el preámbulo de la polémica sobre cuestiones económicas que se prevé para los próximos días.
Algunos dirigentes empresariales y analistas financieros opinaron que el proyecto de nueva Constitución carga excesivamente el presupuesto del Estado.
Este sábado los asambleístas aún tenían por delante la discusión de un centenar de artículos. Las cuestiones más polémicas pasarán por una segunda revisión técnica, mientras una comisión de estilo realiza correcciones de lenguaje.
Se prevé que los venezolanos voten por el "sí" o el "no" a la nueva carta magna el 15 de diciembre. El proyecto debería estar listo entre el 12 y el 15 de este mes, para contar con el mes requerido por el Consejo Nacional Electoral con el fin de organizar el plebisicito. (FIN/IPS/lc/mp/ip/99
