COLOMBIA: Escalada guerrillera diluye posible tregua navideña

La posibilidad de una tregua navideña en Colombia se diluye debido a la ofensiva lanzada en 13 municipios por las insurgentes FARC, que causó hasta ahora más de 70 muertos, entre guerrilleros, policías, soldados y civiles.

El comandante de las Fuerzas Armadas, general Fernando Tapias y el director de la Policía, Rosso José Serrano, acusaron a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) de responder con fuego a la propuesta de tregua del presidente Andrés Pastrana.

El mandatario exhortó a todos los bandos irregulares armados a dejar las armas entre el 15 de diciembre y el 15 de enero para permitir "a los colombianos disfrutar de las festividades de Navidad y fin de año en paz".

Tapias y Serrano anunciaron que denunciarán ante el comisionado gubernamental para la Paz, Víctor Ricardo, a grupos de las FARC que utilizaron la denominada "zona de distensión" para armar, entrenar y "coordinar sus ataques terroristas contra la población civil".

La "zona de distensión" es un área de cerca de 43.000 kilómetros cuadrados de la cual se retiraron en noviembre de 1998 las fuerzas militares por orden del gobierno, que accedió así a una condición de las FARC para participar en negociaciones de paz.

Analistas señalaron a IPS que la ofensiva de las FARC no puede interpretarse como "una respuesta armada a la propuesta presidencial de la tregua navideña".

Alejo Vargas, del Instituto de estudios Políticos de la estatal Universidad Nacional (IEPRI), sostuvo que la "lógica de la guerra" contempla este tipo de operaciones ofensivas en medio de la negociación.

Las FARC iniciaron su etapa de negociación de paz formal con el gobierno en octubre. Los guerrilleros advirtieron que sólo accederían a un cese del fuego cuando se logren resultados en 80 por ciento de los 12 puntos de la agenda.

Pero los rebeldes dijeron el lunes en un comunicado que estaban dispuestos a aceptar la propuesta de tregua navideña si el gobierno se comprometía "a resolver graves problemas laborales y sociales de la población", así como el cese de la extradición de narcotraficantes a Estados Unidos.

Pastrana respondió a las FARC que la aceptación sin condicionamientos de la propuesta de tregua sería un "claro mensaje al mundo de que el país quiere pasar al nuevo milenio en paz".

Las FARC reclamaron al gobierno, entre otras condiciones, "no gravar a los colombianos con más impuestos (…), no incrementar los precios de productos de la canasta básica", un aumento "justo" del salario mínino (130 dólares) y "adoptar a partir de enero un subsidio a los desempleados".

En opinión de Vargas, los ataques de las FARC a localidades de los departamentos de Huila y Tolima podrían constituir una muestra de solidaridad de la guerrila con un paro campesino que comenzó hace más de una semana.

Para Carlos Franco, investigador de la privada Universidad Javeriana, la ofensiva de las FARC no es un hecho aislado de otros conflictos sociales que afectan a la población.

El ministro del Interior, Néstor Martínez, dijo este jueves que la escalada rebelde no sorprendió al gobierno, y anunció medidas especiales de orden público en las zonas atacadas por la guerrilla.

Martínez indicó que las Fuerzas Armadas están preparadas para responder a este tipo de ofensivas, que "debilitan la acción política de un gobierno que quiere y cree en la paz".

El funcionario señaló, no obstante, que el gobierno insistirá en la negociación en medio del conflicto, como lo planteó desde el inicio de las conversaciones con las FARC.

La ofensiva rebelde se desarrolló el miércoles en los departamentos de Cundinamarca, Tolima y Huila (centro), Arauca y Norte de Santander (nordeste), y Guainía (este). Según el Ejército, participaron unos 6.000 guerrilleros.

"La guerrilla salió de la zona de distensión a cometer estas fechorías", y una vez que se hizo presente "la fuerza pública retrocedieron nuevamente hacia la zona de distensión", señaló Serrano.

La situación más grave, según el jefe de policía, se registró en la localidad de Prado, Tolima, donde murieron siete policías al estallar una granada que los rebeldes ataron al cuello de un perro al que orientaron hacia el cuartel donde se encontraban.

En Puerto Inírida, Guainía, punto fronterizo de Colombia con Venezuela y Brasil, los rebeldes atacaron la sede de la Infantería de Marina. Según el informe oficial, en los combates murieron entre 25 y 30 guerrilleros, un soldado y dos civiles.

El comandante del Ejército, Jorge Mora, afirmó que otros 30 guerrilleros fueron abatidos por la aviación militar en el departamento de Huila cuando huían en varios camiones tras atacar la localidad de Baraya, donde dieron muerte a un policía y tres civiles. (FIN/IPS/yf/mj/ip hd/99

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