CHILE: Frei respalda drásticos cambios al sistema de salud

El presidente de Chile, Eduardo Frei, dijo hoy que las reformas aprobadas por el parlamento al sistema de salud, que eliminó beneficios para las instituciones privadas del sector, son una señal de equidad, igualdad y dignidad.

El mandatario promulgará en los próximos días la nueva ley del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), que significa drásticos cambios al sistema de salud con participación de privados que la dictadura del general Augusto Pinochet instauró en 1983.

La Cámara de Diputados completó este martes la votación parlamentaria de las reformas, resistidas por las Instituciones de Salud Previsional (Isapres), entidades privadas que atienden a unos tres millones de usuarios en el país.

En virtud de estas reformas, se abolió el condicionamiento de las atenciones de urgencia en clínicas privadas y hospitales públicos a la entrega de un cheque de garantía en blanco cuando el paciente o su familia fueran afiliados de Isapres.

También se traspasó al Fonasa, organismo que administra los hospitales y consultorios estatales, los recursos con que el Fisco subvencionaba hasta ahora a las Isapres, equivalentes a dos por ciento de los depósitos de sus afiliados.

Los últimos cambios al sistema de salud son "una señal de equidad, igualdad y dignidad para todos los chilenos", sostuvo Frei este miércoles durante una visita a un hospital público de esta capital.

El mandatario desechó así la posibilidad de recurrir al veto presidencial para bloquear la vigencia de las reformas aprobadas en el parlamento, como lo solicitó el lunes la Asociación Nacional de Isapres.

De acuerdo a la ley de 1983, cada trabajador debe depositar por lo menos siete por ciento de su remuneración por concepto de previsión de salud, y para estos efectos puede optar voluntariamente por hacerlo en el Fonasa o en una Isapre.

Las Isapres, como entidades privadas, buscan atraer clientes con sus ofertas de planes de atención de salud para el usuario y sus cargas familiares, pero la calidad de estos planes está en proporción con el monto de las cotizaciones.

Así, el sistema privado de salud resulta conveniente para quienes tienen altos ingresos, mientras que las familias cuyos jefes perciben salarios medios o bajos cuentan con un mejor trato en el Fonasa, que no discrimina en función de la capacidad adquisitiva.

Se estima que Fonasa atiende a alrededor de 80 por ciento de los 15 millones de chilenos, aunque sólo capta 20 por ciento de las cotizaciones previsionales de salud, en tanto las Isapres reciben 80 por ciento de los fondos para atender a solo un quinto de la población.

La eliminación del dos por ciento de subvención estatal al sistema privado fue anunciada por Frei en mayo de 1998 y su aprobación se demoró hasta ahora a raíz de la fuerte presión ejercida por las Isapres contra esta medida.

La reforma más aplaudida por la opinión pública fue la abolición del cheque de garantía en blanco para las atenciones de urgencia, que constituía un procedimiento considerado expoliatorio y deshumanizado.

Con el cheque de garantía se pretenda impedir que los usuarios eludieran el pago de intervenciones quirúrgicas u otros tratamientos de alto costo que requirieran en situaciones de emergencia médica.

El mecanismo no significaba mayores problemas para personas de altos ingresos, en tanto recuperaban el documento una vez que su respectiva Isapre se hacía cargo de los gastos clínicos u hospitalarios a cuenta de su plan de salud.

Pero los usuarios con planes de baja cobertura tenían, en cambio, que responder por gastos mayores a través del cheque, a menudo sin fondos para cubrirlo, por lo cual debían endeudarse o renegociar con la Isapre pagos a plazo con altos intereses.

La situación más discriminatoria afecta a personas pobres, que carecen de cuentas bancarias y sin posibilidades de conseguir el cheque con algún amigo, a las cuales se les llegaba a negar la atención de urgencia.

Algunas clínicas y hospitales enfrentaron demandas legales por casos de muerte debidos a falta de atención médica oportuna, del mismo modo que giradores de cheques en garantía fueron llevados a los tribunales y a la cárcel por no cubrir los respectivos cobros.

El diputado y médico Guido Girardi, uno de los principales detractores del cheque de garantía, anunció este miércoles que propondrá nuevas reformas para eliminar otras prácticas discriminatorias de las Isapres.

Las mujeres en edad fértil y los ancianos son castigados por las Isapres con planes de alto costo, ya que su factor riesgo es mayor para las entidades privadas por las posibilidades de gastos por embarazos o enfermedades. (FIN/IPS/ggr/mj/he hd/99

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