El presidente electo de Argentina, Fernando de la Rúa, ordenó hoy el comienzo del trabajo de sus equipos de gobierno, mientras el actual mandatario, Carlos Menem, y el candidato oficialista, Eduardo Duhalde, se cruzaban duras acusaciones por la derrota del domingo.
De la Rúa, de la centroizquierdista Alianza de oposición, pidió calma a los mercados financieros, a los empresarios y a los banqueros, que le reclaman el nombre de su ministro de Economía.
"Tienen que tener tranquilidad, confianza, y no ansiedad", les pidió el presidente electo que asumirá el 10 de diciembre, quien por el momento no quiere revelar nombres de los integrantes de su gabinete.
No obstante, se menciona como favorito para la cartera de Economía a José Luis Machinea, un economista que fue funcionario del gobierno del ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989), y que viajó a Washington hace un mes para reunirse con autoridades del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
De la Rúa advirtió, además, que su gobierno elaborará un plan propio, sin aceptar presiones del FMI. "Ellos tienen interés en las cuentas, no en las personas, pero para nosotros lo importante es tener nuestro plan y no que nos impongan uno de afuera", aclaró.
Mientras, Menem deslindó toda responsabilidad en la derrota de su Partido Justicialista (peronismo) el domingo, y aseguró que si él hubiera sido candidato, y no Duhalde, gobernador de la provincia de Buenos Aires, habría ganado "fácilmente".
"Lo digo sin temor a equivocarme y sin soberbia", añadió. Menem estaba imposibiltado de postularse porque ya gobernó dos períodos consecutivos, pero después de intentar sin éxito una habilitación por todos los caminos posibles, aceptó a regañadientes a Duhalde como candidato.
Duhalde, que hasta ahora evitaba enfrentarse con Menem, respondió este martes que el presidente tuvo la culpa de la derrota de su partido en las urnas, y lo acusó de "egoísmo" y de "ansiedad enfermiza de poder". La ciudadanía castigó al mandatario con el voto, agregó.
"Ruego porque todos los argentinos bien nacidos apoyen al gobierno de De la Rúa", comentó Duhalde, que obtuvo 38 por ciento de los votos el domingo y logró que su partido retuviera la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
Duhalde consideró que si Menem hubiera sido candidato del justicialismo hubiera sido "un desastre", y que sentía "vergüenza ajena" por la campaña de afiches callejeros para las elecciones presienciales del 2003 que comenzaron ya los seguidores del mandatario.
Mientras, equipos técnicos del gobierno electo estudian la situación de las distintas áreas del Estado y elaboran un pedido de reforma del proyecto de presupuesto para el año próximo, a fin de reducir el déficit fiscal que es el más alto de los últimos 10 años.
De la Rúa ultima detalles de una serie de proyectos de ley que serán enviados al Congreso legislativo para su aprobación inmediata. Uno de ellos dará fomento a las pequeñas y medianas empresas a través de créditos del estatal Banco Nación, que será reformado.
Otra iniciativa prevé la creación de un impuesto a las ganancias extraordinarias de las empresas privatizadas, similar al que impulsó el primer ministro británico Tony Blair, con quien el presidente electo dialogó este martes.
De la Rúa advirtió que no dará a conocer los nombres de los ministros que lo acompañarán hasta dentro de unos días. Explicó que necesita reunirse con dirigentes de la Alianza, su coalición, para definir qué lugar tendrán los distintos colaboradores en su gobierno.
Una novedad sería la inclusión en el gabinete de la diputada Graciela Fernández Meijide, la candidata a gobernadora por la provincia de Buenos Aires que perdió el domingo pero que es considerada una de las principales dirigentes de la coalición.
"Es una mujer muy valiente y quisiera buscarle una tarea importante", mencionó De la Rúa. Ella respondió que aceptaría un cargo ejecutivo en el gobierno nacional de la Alianza.
La Alianza está compuesta por la centrista Unión Cívica Radical, integrado por De la Rúa, Alfonsín y Machinea, y el centroizquierdista Frente País Solidario, del que son parte Fernández Meijide y el vicepresidente electo, Carlos Alvarez.
De la Rúa dialogó con el actual ministro de Economía, Roque Fernández, para pedirle que se abstenga de autorizar gastos de último momento que luego deba solventar la próxima administración.
En su entorno aseguran que el nuevo presidente está preocupado por la crítica situación fiscal que recibirá como herencia. (FIN/IPS/mv/mj/ip if/99
