La Asamblea Nacional Constituyente, de Venezuela, comenzó hoy a discutir el texto de la nueva Constitución, mientras afina los detalles de un acuerdo político de coexistencia con el parlamento.
"Hoy arrancamos con la discusión constitucional en sesión plenaria", teniendo como primera meta la definición del preámbulo, informó el vicepresidente de la Asamblea, Aristóbulo Isturiz.
Las autoridades confirmaron a la prensa extranjera acreditada en Caracas que esperan someter a referendo popular un proyecto definitivo de Constitución antes de fin de año.
Los 131 miembros de la Asamblea comenzaron a trabajar el 3 de agosto con la misión de redactar la nueva Constitución de Venezuela en un plazo máximo de seis meses, pero todo parece indicar que terminarán antes de lo previsto.
El trabajo de redacción está siendo abordado a plenitud, después que amainó la confrontación política generada por la decisión de la Asamblea de reorganizar los poderes públicos venezolanos.
Isturiz indicó que este jueves darían toques finales a un acuerdo con el Congreso, de mayoría opositora, que permitiría a constituyentes y parlamentarios coexistir hasta que la nueva carta fundamental entre en vigor.
Los legisladores se rebelaron dos semanas atrás contra la decisión de la Asamblea de decretar una emergencia legislativa, que suspendía las sesiones ordinarias y extraordinarias del Congreso.
El acuerdo permitiría al Congreso sesionar para la aprobación de algunas leyes esenciales, que deben salir este año, pero tomando precauciones para evitar una nueva colisión con la Asamblea.
"Eso sería lo ideal porque queremos hacer los cambios con los poderes vivos", dijo Isturiz.
Al mismo tiempo, negó presuntas intenciones de la Asamblea de disolver instituciones del Estado, aunque confirmó que podría hacerlo dado su carácter de "originaria".
La constituyente venezolana dedicó buena parte de su primer mes de trabajo a reorganizar los poderes, invocando su mandato para "transformar el Estado" y la urgencia de abordar la crisis institucional del país, aún antes de tener la Constitución.
Hace una semana, Isturiz propuso a la Asamblea reducir el número de sesiones plenarias dedicadas a estudiar el conflicto de poderes y exhortó a concentrarse en el trabajo de comisiones destinado a nutrir el proyecto constitucional.
La Asamblea recibió numerosas propuestas de contenido para la nueva carta fundamental, que fueron entregadas a una comisión conformada para analizarlas antes del tratamiento en conjunto.
De lograrse la convocatoria de un referendo antes de fin de año, en febrero del 2000, con la nueva Constitución en vigor, se renovarían todos los poderes públicos.
Isturiz aclaró que "la Constitución no es el fin de un proceso, sino el comienzo de las transformaciones" y precisó que la redacción de una nueva carta magna no resuelve por sí sola los problemas de Venezuela.
"Tenemos que lograr que se apliquen los cambios estructurales", añadió. (FIN/IPS/lc/dm/ip la/99
