TIMOR ORIENTAL: Naciones Unidas enviará misión diplomática

Una misión diplomática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) viajará a Timor Oriental este sábado para realizar su propia evaluación de la situación humanitaria y de seguridad en ese territorio, anunció hoy el jefe del equipo.

"Decidimos ir a Timor Oriental el sábado", informó Martin Andjabe, de Namibia, tras una reunión de dos horas con el presidente de Indonesia, Bacharuddin Jusuf Habibie, en el palacio presidencial.

La violencia en Timor Oriental se agravó desde el plebiscito de autodeterminación celebrado el 30 de agosto, en que 78,5 por ciento de los votantes optaron por la independencia de Indonesia, que ocupa el territorio desde 1975. La anexión nunca fue reconocida por la ONU.

Mientras, se conocieron más detalles sobre ataques perpetrados por milicias proindonesias, que causaron la muerte de personal eclesiástico. El obispo Carlos Ximenes Belo, líder de la resistencia timorense y premio Nobel de la Paz, planea viajar al Vaticano en los próximos días para pedir ayuda.

"La situación es de anarquía y de total desconsideración hacia los derechos humanos", sostuvo Clementino dos Reis Amaral, secretario general de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Indonesia.

Sin embargo, funcionarios de Yakarta afirmaron que hay señales de mejoría en Timor Oriental, donde más de 200.000 personas fueron desplazadas de sus hogares hacia las montañas o hacia la parte occidental de la isla de Timor, y varios miles habrían sido asesinadas.

El canciller indonesio Alí Alatas sostuvo que el ejército, bajo un nuevo comandante, está trabajando para poner bajo control la situación de seguridad.

"Precisamos tiempo", dijo, y explicó que hace apenas dos días se declaró la ley marcial en el territorio.

"Si el nuevo enfoque no funciona, dijo nuestro presidente, estamos dispuestos a sentarnos a dialogar con la ONU sobre otras medidas", declaró Alatas.

En la madrugada de este jueves, Yakarta envió a Timor Oriental al general Kiki Syahnakri para hacerse cargo de las restauración del orden.

Syahnakri, subjefe del Estado Mayor, sirvió 11 años en Timor Oriental en diversos puestos, habla la lengua local (tetun) y es respetado por distintos grupos timorenses.

Alatas afirmó que su gobierno está determinado a detener los incendios, saqueos y matanzas perpetrados por paramilitares en Timor Oriental, pero rechazó toda vinculación con el ejército. "Se trata de acciones criminales y vamos a ponerles fin", dijo.

Mientras, países extranjeros aumentan su presión sobre Indonesia para poner orden en Timor Oriental, tal como se comprometió en el acuerdo con Portugal que condujo al plebiscito, o aceptar una fuerza internacional de paz.

Los cancilleres reunidos en el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en curso en Auckland, Nueva Zelanda, discutieron la cuestión, y el canciller británico Robin Cook dijo que los grupos que usan la violencia para impedir que se respete el resultado del plebiscito "no lograrán su propósito".

Entre tanto, continúan las exhortaciones al envío de una fuerza internacional de paz a Timor Oriental, pero es improbable que se tome una decisión hasta que el equipo diplomático de la ONU concluya su visita y ofrezca su informe.

Funcionarios indonesios confían en que la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Timor Oriental (Unamet) mantenga una presencia mínima en el territorio, aún cuando la mayor parte de sus 400 funcionarios partan.

"El tema principal de nuestra discusión fue la permanencia de Unamet y el desempeño de mandato. Nuestra discusión continuará", informó Andjabe, y añadió que el grupo se reunirá este viernes con el ministro indonesio de Defensa, general Wiranto.

La ONU postergó de este jueves para el viernes su decisión de retirar al personal de Unamet, que sufrió varios ataques y se está quedando sin suministros.

El cambio de decisión se debió en parte al temor de que el retiro ponga en peligro la vida de más de 2.000 refugiados en la sede de Unamet.

Pese a la postergación, cientos de timorenses aterrorizados por la posibilidad de quedar sin protección alguna huyeron a las montañas en la noche de este jueves.

El líder timorense José Ramos Horta advirtió que la ONU sufriría un daño irreparable a su reputación si abandonara el territorio.

Esta semana, unos 40 hombres, mujeres y niños que se refugiaban en una iglesia de Suai, en el este de Timor Oriental, fueron asesinados por milicianos pese a los ruegos del párroco, Ilario Madeira.

Mientras, la organización humanitaria Caritas de Australia recibió informes confiables sobre el asesinato del sacerdote que encabezaba su misión en Timor Oriental, junto con otros trabajadores de la agencia.

Así mismo, el convento canosiano de Yakarta informó al diario Jakarta Post que cuatro de sus monjas fueron asesinadas por milicianos en Baucau, 115 kilómetros al este de Dili.

En esa misma ciudad se había refugiado Belo junto con el otro obispo de Timor Oriental, Basilio do Nascimento, antes de huir el martes a Darwin, Australia, en un avión de transporte.

Nascimento fue luego herido en un brazo con un cuchillo mientras trataba de impedir ataques a un grupo de refugiados en su iglesia, y desde entonces se refugió en las montañas.

Ambos obispos pidieron el despliegue de una fuerza internacional de paz, aun sin el acuerdo de Yakarta. (FIN/IPS/tra- en/pp-bb-js/js/mlm/hd/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe