Los países de mayor crecimiento demográfico, que figuran entre los más pobres, tendrán serios problemas de producción agrícola y de acceso al agua potable en las próximas décadas, sostuvo hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP).
En el Africa subsahariana y en zonas del subcontinente indio, que entre ambas concentran una tercera parte de los habitantes del mundo, el agotamiento progresivo de las reservas acuíferas y la contracción de las superficies de tierras fértiles serán algunas de las consecuencias de ese fenómeno.
Así lo destaca el "Estado de la población mundial 1999", informe divulgado este miércoles por el FNUAP.
El informe prevé que de aquí al 2025 esas dos regiones tendrán una tasa de fertilidad superior a cinco hijos por mujer, ubicada entre las más altas del planeta. Nigeria, por ejemplo, pasará de 108,9 a 183 millones de habitantes en el período, mientras Pakistán crecerá de 152,3 a 263 millones.
Si el crecimiento de las dos naciones no es aun mayor se debe a que registran una muy elevada tasa de mortalidad infantil, de 81 por mil en Nigeria y de 74 por mil en Pakistán, frente a la media de siete por mil en América del Norte, 12 por mil en Europa e incluso 36 por mil en América Latina y el Caribe.
La fuerte presión demográfica lleva a que se consuman los recursos en tierras y agua potable de manera acelerada y sin planificación, advierte el documento del FNUAP.
Nigeria y Pakistán, como otros países de sus respectivas regiones, figuran entre los que conocerán una mayor contracción de las superficies de tierras cultivables.
En el primero, la tasa de tierras fértiles caerá de 0,15 a 0,07 hectáreas por persona entre este año y el 2050, y en el segundo de 0,09 a 0,04.
En el conjunto del planeta, el crecimiento demográfico llevó a que desde 1950 la proporción de tierras cultivables de que dispone cada individuo se redujera en la mitad, indica el FNUAP. Cantidades crecientes de esas tierras fueron destinadas a actividades industriales y a vivienda, señala.
En lo que concierne al acceso al agua potable, en el 2050 uno de cada cuatro personas vivirá en países con problemas crónicos en esa materia, frente a ocho por ciento en la actualidad.
El FNUAP prevé que la "feroz competencia internacional" que ya se registra actualmente por el dominio de los recursos acuíferos (para consumo, irrigación y energía) se acrecentará en el futuro inmediato y mediato.
Zonas como las cuencas del Nilo y el Eufrates, cuyas poblaciones crecerán en alrededor de 50 por ciento en los próximos 30 años, se verán particularmente afectadas por ese problema, en particular países como Siria, Iraq y Turquía.
Hacia mediados del siglo XXI, el Africa subsahariana, cuya población se duplicará o incluso triplicará, desplazará al Medio Oriente y al norte de Africa de la condición de región del planeta con mayor escasez de agua.
En otras naciones, el crecimiento del sector industrial hará insuficientes los recursos acuíferos. En esa situación se encontrarán en los 10 próximos años países como Kenia, Marruecos, Ruanda, Somalía y Sudáfrica.
En cambio, las amenazas de una merma de ese tipo se reducirán en India, Jordania, El Salvador y Sri Lanka, cuya población aumentará en menor medida de lo previsto.
El crecimiento demográfico afectará otras variables ambientales, provocando la reducción de las superficies forestadas, el colapso de las reservas pesqueras, el aumento de la temperatura media.
De acuerdo al Panel Intergubernanental sobre Cambio Climático, integrado por 2.500 científicos y auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas, si las emisiones de gases con efecto invernadero no disminuyen en el próximo siglo la temperatura promedio en el planeta crecerá entre uno y 3,5 grados.
A su vez, el nivel de los mares y océanos progresaría entre 15 y 195 centímetros hacia el 2010, lo cual acarrearía crecientes inundaciones, mayor erosión de las costas, salinización de acuíferos y de tierras cultivables costeras, y el desplazamiento de millones de personas residentes en las zonas ribereñas. (FIN/IPS/dg/ag/pr-en/99
