MEXICO: El PRI contra el PRI en inédito debate preelectoral

Los precandidatos a la Presidencia del gobernante PRI de México se cruzaron acusaciones, se insultaron y asumieron el papel de opositores en el primer debate público de aspirantes en la historia del partido.

El debate televisivo también dejó dudas en torno del respaldo que brindarían los tres que resulten perdedores en las elecciones internas de noviembre al candidato que elija el (PRI) Partido Revolucionario Institucional en el 2000.

Los cuatro precandidatos del PRI, antes activos funcionarios de un sistema político que castigaba la disidencia y acallaba la crítica, dibujaron un México empobrecido e injusto y criticaron los esquemas económicos vigentes.

Manuel Bartlett, ex gobernador del estado de Puebla, Roberto Madrazo, ex gobernador del estado de Tabasco, Francisco Labastida, ex ministro del Interior, y Humberto Roque, ex presidente del PRI, aspiran a ganar la elección interna que su partido prepara para el 4 de noviembre.

El debate entre correligionarios, que en otros paíes puede ser considerado un normal, es un experiencia nueva para México, país gobernador por el PRI desde 1929.

Con la discusión registrada la noche del miércoles, México terminó de enterrar el "dedazo", término que denominaba la designación por parte del presidente saliente del candidato oficialista sin mediar acto democrático alguno, dijeron los observadores.

Encuestas realizadas por el diario Reforma, El Universal y la Universidad de Guadalajara indicaron que los ganadores del debate fueron Madrazo y Labastida, los mismos que se mantienen al frente de las preferencias electorales dentro del PRI.

Reforma y la Universidad de Guadalajara señalaron que el mejor desempeño fue el de Madrazo, un político acusado de actos de corrupción no comprobados, pero El Universal dijo que fue Labastida, a quien se considera el preferido del presidente Ernesto Zedillo.

Ambos se lanzaron agrias acusaciones y se llamaron mentirosos, mientras los otros precandidatos fueron menos agresivos. Al final, apropiádonde del discurso de la oposición, los cuatro señalaron que México es un país lleno de problemas y que requiere cambios económicos urgentes.

Las positivas evaluaciones que últimamente hace el gobierno de Zedillo sobre la marcha del país fueron veladamente cuestionadas por los aspirantes a la candidatura presidencal.

Los precandidatos del PRI sufren de amnesia, olvidan su pasado y ahora atacan a su propio partido como si fuesen opositores, expresó el escritor Carlos Monsiváis.

En julio del 2000, el candidato del PRI se enfrentará en la elección presidencial con una oposición que viene en ascenso desde 1997, cuando conquistó por primera vez la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.

El nuevo mandatario mexicano asumirá el cargo en diciembre del año próximo.

Este jueves, la mayoría de los medios de comunicación locales, que dieron cabida por vez primera a un debate político entre miembros del PRI y la oposición apenas siete años atrás, destacaron en sus editoriales la apertura política que hoy muestra el partido de gobierno.

Muchos se dedicaron a analizar desde el maquillaje y la ropa que usaron los precandidatos hasta la forma que que se pararon y articularon palabras frente a la cámaras de televisión, mientras otros pusieron énfasis en los contenidos.

"El debate podría haberse llamado 'el pasado me condena', pero ninguna de las palabras de los candidatos tiene credibilidad", opinó la experta en comunicación Florence Toussaint.

Para el analista Carlos Urzúa, la discución fue superficial, pero representó un importarte paso en la democratización del país.

Para Monsiváis, se trató de un "ensayo de iniciación en el kinder (etapa escolar previa a la primaria), pues hubo una reiteración obsesiva hasta la náusea". "Pareció un pleito de callejón", dijo.

Por las críticas y acusaciones que se escucharon en el debate, quedan dudas de que los tres aspirantes que pierdan la candidatura presidencial del PRI voten por el ganador en las elecciones del 2000, señalaron observadores.

Pero el coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, Arturo Núñez, aseguró que los ataques entre los precandidatos no conllevan peligros de ruptura ni demuestran divisiones importantes.

"En nosotros hay competencia política, no hay caudillos ni cowboys que se impongan, como en la oposición. Nadie ha dicho que los debates sean un paseo de fin de semana, son lucha, pasión y emoción", apuntó.

Los partidos de oposición, el conservador Acción Nacional (PAN), y el centroizquierdista de la Revolución Democrática (PRD), discuten hace varias semanas la conformación de una alianza, pero hasta el momento nadie habló de realizar un debate entre los aspirante a la candidatura presidencial.

El aspirante del PAN es el ex gobernador del estado de Guanajuato, Vicente Fox, un carismático empresario que se ubica primero en las encuestas.

Por el PRD, el candidato es Cuauhtémoc Cárdenas, actual alcalde de la capital que, según las encuestas, está detrás de Fox y de los candidatos del PRI Madrazo y Labastida. (FIN/IPS/dc/mj/ip/99

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