El director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de Drogas (Pnufid), Pino Arlacchi, anunció una nueva estrategia que incluye el pago a los campesinos por la reconversión de sus cultivos.
Arlacchi, sociólogo de nacionalidad italiana, afirmó en una entrevista publicada este jueves por el diario italiano Corriere Della Sera, que la concentración de la producción en pocos países facilita esta lucha.
"La estrategia de ayudar a los campesinos para la reconversión de los cultivos será más eficaz", dijo, y agregó que en América Latina los cultivos se han restringido a tres países: Bolivia, Colombia y Perú.
La producción en Bolivia se redujo 42 por ciento y en Perú se mantiene estable con 30 por ciento de la cocaína mundial, al igual que en Colombia, que produce por sí sola 60 por ciento de la producción planetaria, señaló Arlacchi.
Considerado uno de los máximos expertos en la lucha contra la criminalidad organizada, Arlacchi se declaró convencido que "cuando el gobierno de Colombia no tenga que combatir a la guerrilla, podrá luchar más y mejor contra la producción de cocaína".
Arlacchi, quien fue profesor de universidades italianas y de la de Columbia en Nueva York, reconoció el peligro de que los productores trasladen sus cultivos cuando se sienten cercados, pero dijo que el Pnufid proyecta un sistema de satélite para descubrir el origen de los predios y destruirlos de inmediato.
Al frente del Pnufid hace dos años, Arlacchi llevó adelante una iniciativa inédita en Afganistán, donde la agencia entregó "millones de dólares a los campesinos a cambio de la destrucción de los campos de adormidera", planta de la que se extrae el opio, la morfina y la heroína.
"No firmamos cheques para el gobierno (radical islámico) de Talibán, sino que financiamos la reconversión de los cultivos", precisó el funcionario internacional, ex diputado de los Democráticos de Izquierda (DS), principal partido del actual gobierno centroizquierdista de Italia.
El programa se concentró en apenas tres de las centenares de áreas de producción de opio, que bajó sensiblemente. Pero eso no sucedió a nivel nacional.
"Este año la producción de opio aumentó a más del doble, con 4.581 toneladas. Setenta y cinco por ciento de la producción de heroína procede de Afganistán", dijo.
Arlacchi se mostró partidario de mantener la reconversión en Afganistán. "La victoria contra las drogas pesadas es un objetivo real, posible. Eliminar toda la producción afgana costaría 25 millones de dólares", explicó.
"Hace 20 años, se producía heroína desde Turquía a Vietnam. Hoy, en la practica, se cultiva solo en Afganistán y en Birmania, y nadie duda que la producción será extirpada. La duda es cuándo lograremos hacerlo, no si lo haremos", afirmó.
"Hemos conseguido ya eliminar la producción de opio en Pakistán, donde se producían 800 toneladas, y actualmente, solo 20", agregó.
El monstruo de la heroína, afirmó, camina con dos piernas: la oferta y la demanda. Para reducir la primera se deben combatir a los traficantes en los países productores y ayudar a los campesinos a cambiar los cultivos.
Para reducir la demanda, Arlacchi propuso impedir que se legalice el consumo de drogas.
"Legalizar la droga pesada sería irreal y contraproducente. La criminalidad no desaparecería porque sus negocios no dependen solamente de las drogas. Los consumidores aumentarían", manifestó.
Los Verdes y el Partido Radical de Italia son partidarios de legalizar el consumo de drogas, a lo cual se opone la mayoría del mapa político.
Estos dos partidos plantean el rápido inicio de experimentos de suministro controlado de heroína a los drogadictos cuyos intentos de recuperación han fracasado.
En Suiza, donde existe este tipo de programas, los actos de delincuencia cometidos por drogadictos cayeron de 70 a 10 por ciento, afirman los verdes y radicales.
Vinicio Albanesi, sacerdote que conduce un centro de recuperación de drogadictos, se declaró partidario de "cualquier cosa que ayude a quien, desesperado, no tiene más nada que tomar de todas las cosas que hemos inventado hasta ahora".
El actual presidente de la Comisión Europea y ex jefe del gobierno de Italia, Romano Prodi, encabeza el frente de los opositores de la legalización que, según él, "es la expresión del egoísmo de quien está bien ". (FIN/IPS/jp/mj/ip dv/99
