MERCOSUR: Menem y Cardoso allanaron el camino a la cumbre

La reunión de esta semana entre los presidentes de Argentina y Brasil alivió la tensión entre los principales socios del Mercosur, en vísperas de la cumbre del bloque, que se realizará el lunes y el martes en Asunción.

Uruguay y Paraguay, los otros dos socios del Mercosur, ya anunciaron que comparten los acuerdos alcanzados el lunes en Buenos Aires por el argentino Carlos Menem y el brasileño Fernando Henrique Cardoso.

Los negociadores de los cuatro países, reunidos para preparar la agenda de la cumbre, comentaron que el entendimiento entre Cardoso y Menem "potenció" sus tareas.

"Tanto la reunión del Grupo Mercado Común (de negociadores) como la cumbre de Asunción están terriblemente influenciadas y potenciadas" por el encuentro del lunes, destacó el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de Argentina, Jorge Campbell.

Cardoso y Menem anunciaron que avanzarán hacia el establecimiento de metas comunes en materia fiscal, como inicio del proceso hacia la creación de una moneda común, y tanto los analistas económicos como los inversores en general consideraron que esto tuvo una enorme importancia simbólica.

Los mandatarios se proponen asumir compromisos de estricta disciplina fiscal, con el modelo del Tratado de Maastricht, en el cual los países de la Unión Europea fijaron pautas de convergencia de sus políticas económicas para llegar a la adopción de una moneda común.

Para cumplir esas metas, los negociadores del bloque deberán trabajar muy duro. Actualmente no existe coordinación macroeconómica alguna, y las economías de Argentina y Brasil, golpeadas por las últimas crisis financieras internacionales, arrastran importantes volúmenes de déficit fiscal.

De todos modos, Campbell enfatizó que los anuncios de Cardoso y Menem afirmaron "la voluntad política de seguir adelante con el Mercosur", tras un período de importantes conflictos debidos, muy especialmente, al impacto causado en los intercambios comerciales de la región por la depreciación del real en enero.

Los mandatarios acordaron fijar un plazo para la resolución de conflictos comerciales pendientes entre los dos países.

Antes del 31 de julio deberá estar resuelto el régimen automotor común que regirá a partir del 2000. En una reunión de fabricantes de automóviles de ambos países que finalizó este jueves en Buenos Aires se logró una propuesta de consenso al respecto que será considerada en la cumbre de Asunción.

También deberá resolverse el conflicto sobre los aranceles argentinos a la importación de azúcar de Brasil, que limitan el ingreso de ese producto subsidiado por el gobierno brasileño. Se acordó que en el año 2000 se levanten las trabas de Argentina,. previa eliminación de los subsidios de Brasil.

Por último, los dos países esperan poder discutir sobre las nuevas trabas paraarancelarias al intercambio de alimentos y productos electrónicos.

Campbell anunció que antes de fin de mes habrá una reunión en Buenos Aires para evitar que las actuales exigencias brasileñas de registros, certificados y permisos para la importación de alimentos generen un nuevo conflicto con Argentina.

Las relaciones entre los países del Mercosur casi no han tenido momentos de armonía absoluta desde la creación del bloque en 1991, dada la complejidad de la construcción de un sistema económico conjunto que contemple intereses involucrados en un mercado de 200 millones de habitantes.

Pero en los últimos meses, luego de que la depreciación del real restara competitividad a las exportaciones de Argentina y restringiera su ingreso al mercado brasileño, pareció estar en serio peligro la continuidad del Mercosur, que reúne 80 por ciento del producto interno bruto de Sudamérica.

La decisión de Cardoso y Menem de reunirse con agenda abierta, una semana antes de la cumbre regional, fue ponderada por analistas, economistas e inversores como una señal del interés de sus dos países por avanzar juntos en el marco de la compleja situación económica mundial.

Entre los desafíos inmediatos que enfrentarán Brasil y Argentina se encuentran la cumbre entre la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe, que se realizará a fines de mes en Río de Janeiro, y la anunciada nueva ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio.

El economista argentino Guillermo Calvo afirmó que Brasil comprobó hasta qué punto le interesa la estabilidad económica argentina al advertir que los rumores de mayo acerca de una posible devaluación del peso causaron un severo impacto en los mercados brasileños.

José Alfredo Graça Lima, subsecretario de Asuntos de Integración de la Cancillería brasileña, aseguró que los acuerdos entre Cardoso y Menem permitirán "revitalizar el Mercosur, preservar sus aspectos positivos y apostar a la eliminación de restricciones comerciales y de actitudes proteccionistas".

Los presidentes advirtieron que la cumbre de Río de Janeiro fracasará si la UE no acepta discutir la política de subsidios agrícolas, como paso previo al inicio de negociaciones para un área de libre comercio entre el bloque europeo y el Mercosur.

En la cumbre de Asunción no aprobará un documento específico sobre esta cuestión, pero Graça Lima señaló que ya se advirtió a Bruselas que el avance hacia la creación de un área de libre comercio depende de que no haya temas tabú entre los bloques. (FIN/IPS/mv/mp/if ip/99)

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